Entrevista a Marco Brunengo: `Lo normal es incompatible con mi vida´




¡Hola, Marco! Lo primero, darte la bienvenida a Chica Sombra.

Hola, es un gustazo, sabes que te sigo desde hace mucho y me hace una ilusión enorme.

Cuéntame, ¿cómo es un día normal en tu vida?

Lo de normal es casi incompatible con mi vida (Risas). Suelo levantarme a las 5 de la mañana porque trabajo temprano y lejos, mi principal función es diseñar productos y nuestros proyectos no suelen llevar más de dos o tres días, así que las sorpresas están garantizadas, siempre surge una urgencia inesperada que se salta la programación. Regreso a casa sobre las siete y no suelo parar de hacer travesuras hasta las doce de la noche… la semana es muy agitada. Los viernes y sábados estoy en Alcoi (Valencia) porque estoy estudiando en la UPV y los domingos… no lo sé, se pasan tan rápido que no sabría decirte que hago. (Qué aburrido suena todo esto).

Tus dos primeras publicaciones fueron relacionadas con tu profesión, Diseñador Industrial e Ingeniero mecánico. ¿Qué fue lo que te hizo click en el cerebro para luego escribir tus propias historias?

Me gusta jugar, todo lo tomo un poquito en broma y buscándole el lado ameno. En una época, cuando les escribía a mis compañeros de trabajo cosas relacionadas con temas muy aburridos y técnicos, lo hacía como si fueran una fábula o con analogías surrealistas. Un día me comí una buena bronca por esto y un compañero, a modo de consuelo, me pidió que le escribiera un relato para un blog que llevaba, fue un relato penoso, pero liberó a Mr. Hide.
Ahora míster Hide no es tan hide y anda destruyendo ojos con su horrible ortografía y sus atentados a la gramática, pero es feliz.

De tus primeros relatos nació la antología El sepelio del jefe y, más tarde, su secuela. Sé que es complicado, pero… ¿a cuál de todos esos relatos le tienes más cariño?

Depende del día (Risas). Posiblemente a “Mya, la reina pequeña”. Muchos de los relatos de esos libros tienen mucho significado personal para mí aunque no lo parezca, pero debo confesar que estoy enamorado perdidamente de Mya (que no se entere mi mujer).

¿Hubieses enterrado a alguno de tus jefes si nadie se hubiese enterado?

¿Por qué lo preguntas?... ¿has visto algo?... Esa pala no es mía, te juro que ya estaba aquí cuando llegué.

Lo mismo escribes novela fantástica que novela negra. ¿Qué genero consumes tú más?

Soy bastante friki, pero las historias fantásticas las prefiero en el cine. Me encantan los efectos especiales, las grandes bandas sonoras y descuartizar errores de libreto.
Para leer me quedo con la novela negra, aunque me choca un poco el musgo en las paredes que se huele en casi todas ellas, me siento muy a gusto disfrutando de autores detallistas, minuciosos y sobre todo con un don para los giros argumentales. Cualquiera que sea capaz de hacerme quedar como tonto por no haber visto venir el desenlace tiene toda mi atención.



Tu novela ilustrada School of Skulls dices que es difícil de definir. Cuéntame sobre ella…

Comenzamos con Matu (el ilustrador) a hacer un cómic absurdo e irónico sobre un caníbal viviendo en una gran ciudad, pero no encontrábamos claramente lo que queríamos hacer, por eso decidimos pensar en qué tipo de gente leería esta historia. Se nos fue completamente la cabeza pensando en esos seres extraños que leerían esta barbaridad. Tan bien nos lo pasamos que decidimos escribir sobre cómo es esa gente, los Skulls, o mejor dicho, enseñar cómo serlo. A mucha gente le ha fascinado, pero ninguno de ellos necesitaba aprender a ser un skull, están todos suficientemente majara como para valer de ejemplo dentro del libro (Risas). Si hubiera secuela sería algo sobre todos los que nos contactaron después de haberla leído… maravilloso. Debo reconocer que el 90 por ciento de las cosas buenas son mérito de Matu y el resto de la editora que es un sol.

¿Qué próximos proyectos tienes en mente?

Está en camino desde hace tiempo cerrar las trilogías del sepelio del jefe (relatos cortos) y de Vietri Sulmare (novela negra) pero vienen muuuuy despacito.
En el futuro me gustaría rescatar del cajón desastre un montón de ideas que duermen acurrucaditas esperando su turno, todas con sus primeros rayajos como Grígory el caníbal, aunque nunca se sabe que acabará saliendo de todo eso, si es que algo sale.
Por lo pronto tengo sobre mi mesa una vieja máquina de escribir Olivetti para que no se me olvide la magia que tiene el olor de la tinta.

Para terminar, darte mil veces las gracias y hacerte una última pregunta: ¿eres feliz?

Después del café de las 5:30 sí, definitivamente. Antes de eso el instinto homicida tiene total control sobre mi mente, aunque debo agradecerle las ideas lúgubres que luego me valen para escribir.

Muchas gracias, Chica Sombra, por haber gastado parte de tu tiempo escuchando estas divagaciones. Prometo portarme bien la próxima vez.
Un fuerte abrazo y por supuesto, un beso.


Chica Sombra

4 comentarios:

  1. Hola, muchas gracias por la entrevista.

    Besos desde Promesas de Amor, nos leemos.

    ResponderEliminar
  2. Hola! La verdad es que el nombre me suena pero no lo conocía. Gracias por la entrevista.

    Un saludo!

    ResponderEliminar
  3. Hola!
    No lo conocía. Gracias por compartir la entrevista.
    Besitos :)

    ResponderEliminar
  4. Hola!genial entrevista.gracias.sos un lujo de leer! Saludosbuhos

    ResponderEliminar

Susúrranos entre sombras lo que te ha parecido la entrada...