Entrevista a Nacho López: `La madurez tiene que ver con dejarse en paz´

Fotografía de Lucía Romero

¡Hola, Nacho! Antes de nada, darte la bienvenida a Chica Sombra, siéntete como en casa. Cuéntame, ¿cómo es un día normal en tu vida?

¿Un día normal en mi vida? Uf, es que no sé si lo tengo, pero sí un día tipo que se puede repetir como "normal". Supongo que levantarme, desayunar, lavarme los dientes, ducharme, vestirme. Intento hacer algo de deporte, leo (tengo un montón de lectura atrasada y tengo que ponerme las pilas), juego a la Play Station con mis amigos... No sé, algo mundano, como el de cualquier persona, imagino.

El próximo sábado estrenáis Cádiz en el Teatro Lara. Trata sobre el complicado camino a la madurez… ¿Crees que alguna vez llegamos a alcanzarla del todo?

Supongo que habrá gente que sí... Es que creo también que hay un término mal entendido, porque a veces la madurez se entiende como seriedad. Si te vuelves serio, es que eres maduro, y a mí no me interesa demasiado esa acepción de madurez. Para mí la madurez tiene que ver con dejarse en paz, entonces no sé si alguna vez conseguiré dejarme en paz, pero sí me dejo mucho más que hace años. Supongo que he madurado.

Los protagonistas sois tres amigos que, pese a tener pensamientos y personalidades distintas, se quieren y se respetan. ¿La familia elegida es más fácil de llevar que la de la propia sangre?

Con la familia elegida pasa algo. Yo tenía muy buenos amigos que ya no están en mi vida, no por nada traumático, sino porque la vida nos va separando. Y la familia, digamos, que te toca, está ahí. Mis hermanos van a ser siempre mis hermanos, y mi madre va a ser siempre mi madre. No sé si es más fácil de llevar, yo tengo la suerte inmensa de que mi familia natural es una maravilla y todos tenemos una relación muy especial y muy bonita; pero también tengo la suerte de tener una familia elegida espectacular que me acompaña desde hace muchísimos años... y eso también está bien. Creo que lo más difícil de llevar, a veces, es a uno mismo, y no quiero entrar ahí en sentido metafísico, pero si te llevas bien contigo, te vas a llevar bien con el resto.

¿Tu personaje, Adrián, tiene mucho de ti?

Tiene algo de mí, obviamente. Tiene una resistencia a esa madurez de la que se habla, y hay un PeterPanismo por ahí importante. Ha sido un trabajo de construcción de este tipo muy bonito con mis compañeros, con Gabriel, con Jesús... Ha sido todo un viaje muy chulo y creo que está alejado de mí, ya que al final tiene mi cuerpo, tiene mi voz, pero no sé hasta qué punto está cerca.

¿Por qué Cádiz?

Porque Cádiz, para estos tres amigos, es aquel lugar donde ellos recuerdan que fueron felices. No digo que fueran más o menos felices que ahora, pero sí que ellos lo recuerdan como el sitio donde eran felices y no tenían ningún problema, al menos Adrián, mi personaje. Y como se están haciendo mayores y las responsabilidades cada vez son más y la vida te va llevando por otro sitio, Cádiz se queda ahí como una especie de Ítaca, de lugar casi hasta un poco irreal. Cádiz es Cádiz, son sus playas, pero también es un estado mental.

¿Cómo ha sido la experiencia de compartir escenario con Bart Santana y Fran Nortes?¿Muy entretenidos los ensayos?

Está siendo lo peor que me ha pasado en la vida, los detesto a los dos, son personas horribles, actores nefastos y está siendo un infierno, pero bueno, qué le vamos a hacer (Risas).

Si pudieses elegir la sensación con la que se quede el público al abandonar la sala, ¿cuál sería?

Me gustaría que hayan pasado un rato agradable, que se hayan reído, que es muy importante reírse, que se hayan olvidado de sus problemas aunque sea durante una hora y media... Eso ya me parece todo un logro, conseguir que alguien se olvide de sus problemas durante una hora y media. A mí, trabajando esto, me ha pasado que he hablado mucho con mis amigos con los que iba a Cádiz cuando teníamos 25 años, entonces, para mí ha sido un reencuentro bonito con ellos, aunque no estén aquí, están todo el rato durante la función. Que salgan de aquí y piensen que hay que verse más, que tienen que llamar a sus amigos y que tienen ganas de irse de vacaciones juntos otra vez. Eso sería bonito.

Ha llovido mucho desde Al salir de clase… ¿Qué le dirías al Nacho de entonces si te dejaran a solas con él durante un minuto?

(Risas) ¡Hostia, qué pregunta! ¿Qué le diría? Que todo va a ir bien, que relax, que va a llegar a los 43 que ya es de puta madre (Risas). Que todo va a ir bien. Y sí ha llovido, sí.

¿Nos puedes contar algo sobre tus próximos proyectos?

Empiezo a grabar ahora en Diciembre una serie para TVE que se llama Hit, y como no sé todavía lo que puedo contar y lo que no ni del proyecto ni de la trama, lo dejo aquí. Está muy bien porque me compagina con los ensayos, y es como que el calendario me lo ha hecho mi madre (Risas).

Para terminar, darte las gracias y hacerte una última pregunta: ¿eres feliz?

¡De nada, Chica Sombra!

Feliz me parece una palabra muy grande e indeterminada, y supongo que de pequeño aspiraba a ser feliz, y ahora aspiro a estar tranquilo.