Cuéntame un cuento: `Rencor´, por Teresa Hernández


Hoy estrenamos esta nueva sección semanal llamada Cuéntame un cuento, donde publicaremos relatos elegidos de entre todos los que nos lleguen con la idea de, cada año, publicar una antología con los que más gusten. ¿Os animáis? ¡Pues a qué estáis esperando! Enviad vuestros escritos, sean del género que sean, en formato Word (2-5 páginas) a webchicasombra@gmail.com

En esta ocasión el seleccionado ha sido Rencor, de la autora Teresa Hernández. ¡Adelante con él!


Aquella relación casi acabó conmigo. Creí encontrar en él la pareja perfecta, sin atender a las llamadas de alarma que me llegaban de todas partes, prefería interpretar sus rarezas como un rasgo original de su carácter cuando solo era la punta del iceberg de un grave problema mental. Comencé a preocuparme cuando, a los pocos meses de comenzar a salir juntos, me di cuenta de que apenas sabía nada sobre él. No tenía idea de dónde vivía, tampoco a qué se dedicaba, y a mis intentos de indagar en su intimidad respondía con respuestas crueles que no merecía. La poca información que recopilé sobre su vida se debía al puro razonamiento. Era un hombre culto de gestos delicados que denotaban una cuidada educación, y por la calidad de su indumentaria y su gusto refinado sospeché que no sufría estrecheces económicas. Fue después de presenciar uno de sus brotes psicóticos cuando comprendí lo peligroso que resultaba permanecer a su lado. Tenía que abandonarle. Escapé de mi propia casa medio desnuda y con el cuerpo molido a palos, pero con una sensación de libertad indescriptible. Nunca antes me había sentido tan feliz.

            Pero deshacerme de él por completo no resultó fácil y viví un verdadero calvario. Me perseguía, no aceptaba excusas ni atendía a razones, y cada noche se aparecía en mis sueños para hostigarme. Así se inició la dolencia estomacal que padezco, estaba tan aterrada que vomitaba continuamente. La bilis se transformó en sangre y temí morir, pero el diagnóstico acertado de la enfermedad y alejarme de su lado han supuesto un alivio inmenso.

            Aquellas noches terminaron. Mentalmente me siento ligera y mejoraré físicamente en cuanto salga del quirófano. Es una intervención rutinaria, de bajo riesgo; del hospital surgirá una mujer renovada con una firme decisión tomada que se enfrentará al futuro con esperanza.

            La anestesista se acerca y también el cirujano. Ella es amable, y mientras me inyecta el narcótico me informa de que perderé la consciencia en unos instantes. Reconozco al cirujano a través de la máscara. No puede ser. Se está riendo. Grito con todas mis fuerza incapaz de hacer nada más hasta que la oscuridad cae ante mis ojos.


Chica Sombra

5 comentarios:

  1. Que genial la idea y me ha gustado mucho el relato...
    No se si me animare porque se me da bastante mal escribir la verdad jajjaja
    besotes

    ResponderEliminar
  2. Muy bueno y original el relato ^^
    Buen fin de semana, besos.

    ResponderEliminar
  3. Qué angustia de final! Qué buen relato!
    Besotes!!!

    ResponderEliminar
  4. Hola, menudo relato, que final y que todo. Gracias por compartirlo!!

    Besos desde Promesas de Amor, nos leemos.

    ResponderEliminar
  5. Es que Teresa es muuuuy buena, oh si, menuda es escribiendo. Me ha encantado, y la sección también, mucho. No se si me animaré porque la pereza me va y me viene, y en el camino se entretiene, pero si me asaltan las musas, lo intento.

    Besitos Mummy!!!

    ResponderEliminar

Susúrranos entre sombras lo que te ha parecido la entrada...