Harley Quinn: Cristales rotos, o cómo redefinir un icono


Escritor: Mariko Tamaki
Colección: Novelas gráficas de DC Comics
Materia: Aventura, Cómic, Acción
Idioma: Castellano
Páginas: 200


















Sinopsis:

Deslenguada, rebelde, excéntrica... A los quince años, Harleen Quinzel apenas tiene cinco dólares cuando la mandan a vivir a Gotham. Harleen se ha tenido que enfrentar a un montón de situaciones difíciles desde muy joven, pero su fortuna cambia cuando la drag queen más fabulosa de Gotham, Mama, la acoge entre los suyos. Y al principio parece que Harleen ha encontrado un lugar en el que crecer y dar rienda suelta a su yo más auténtico junto a su mejor amiga Ivy en Gotham High. Pero entonces la fortuna de Harley da un nuevo giro cuando el cabaret drag de Mama se convierte en la siguiente víctima de la ola de gentrificación que está asolando el vecindario.


Ahora Harleen está muy enfadada. Y a la hora de convertir su rabia en acción deberá elegir entre dos opciones: unirse a Ivy, quien está haciendo campaña para convertir el barrio en un lugar mejor en el que vivir, o unirse al Joker, quien planea destruir Gotham acabando con una corporación tras otra.

De la autora ganadora de los premios Eisner y Caldecott Mariko Tamaki (This One Summer) y el artista nominado al Eisner Steve Pugh (Los Picapiedra) llega una historia sobre elecciones, consecuencias y sobre cómo una chica rara de Gotham va a cambiar el mundo.


Opinión personal de Tony Jiménez:

En toda historia que se precie podemos apreciar tres figuras literarias imprescindibles a la hora de construirlas: el protagonista, el secundario y el villano. Evidentemente, no todo debe ser el escenario en el que se mueven los personajes, las tramas principales y secundarias o los temas que se tratan en el argumento en cuestión. Al fin y al cabo, insisto, deben existir personajes que muevan la maquinaria de la historia, personajes que el autor desplace por los escenarios y, por supuesto, personajes por quienes fluya la mencionada trama, y viceversa. Poco hay que explicar acerca de las figuras señaladas, ¿verdad? El protagonista es quien lleva el mayor peso de la historia, los secundarios serían como sus ayudantes o piezas auxiliares y el villano, bueno, el villano, es la amenaza que el protagonista debe superar, por lo que a veces, en no pocas ocasiones, ni siquiera es un personaje en sí, sino una situación, una circunstancia e incluso un sentimiento. Sin embargo, alrededor de la historia de las historias, en especial si hablamos de la cultura popular, ha sido fácil comprobar cómo unos buenos secundarios son muy capaces de hacer un lado al protagonista y conseguir que apenas nos acordemos de él. ¡Ah! Sí, un buen villano también es muy capaz de hacer eso. Y con creces.

¿Cómo? ¿Acaso alguien duda de mí? Vayamos con los ejemplos. Los tenemos para todos los gustos, que conste, y algunos tan curiosos que podría parecer que estoy mintiendo. Vayámonos a la literatura. ¿Acaso el conde Drácula no ha pasado a ser un verdadero mito de la cultura popular en vez de quienes le dieron caza en la novela original? Ojo, que aquí hay algo de trampa, porque contamos con un ejemplo doble, pues el profesor Abraham Van Helsing, principal enemigo del vampiro, también logró un reconocimiento mucho mayor que a quienes acompañaba, y eso que era un secundario introducido en la trama principal bastante avanzado el libro. No nos movemos de la literatura de terror, porque no cabe ninguna duda de que a pesar de toda la fama que posee el doctor Frankenstein, es su criatura, el monstruo de Frankenstein, quien más ha pasado a la historia. Podemos contar con ejemplos que rozan el éxito gracias a sus adaptaciones cinematográficas, como es el caso de "El silencio de los corderos" y, en literatura, previamente "El Dragón Rojo", donde el psiquiatra Hannibal "El Caníbal" Lecter era quien le comía (sí, el chiste era inevitable) el terreno tanto a Will Graham como a Clarice Starling, los protagonistas de ambos libros. Tal fue el éxito de Lecter, dado, en especial, por la interpretación de Anthony Hopkins, que el personaje consiguió dos novelas en las que, ahora sí, era prácticamente el máximo protagonista: "Hannibal" y "Hannibal: El origen del mal". ¿Y qué decir de Pennywise, el monstruoso payaso de "It (Eso)", la magnífica novela de Stephen King? De ahí podemos pasar a los psycho killers del cine de terror tales como Freddy Krueger, Jason Voorhees, Cara de Cuero, Candyman, Puzzle, Michael Myers y Chucky, villanos que se han transformado en las auténticas estrellas de cada filme en el que los encontramos. Las series tampoco son ajenas a este modo de que los secundarios y villanos que roben el protagonismo hasta el punto de conseguir sus propias historias, como bien nos señala la genial "Better Call Saul", llegada directamente de la perfecta "Breaking Bad", o la entretenida "Ángel", surgida de la sobresaliente "Buffy, cazavampiros"; es más, en la televisión, es bastante habitual que las productoras corran a darle su propio show a secundarios y villanos que beben las mieles de éxito, en especial, porque así se aseguran la supervivencia de las cifras de telespectadores enganchados a la serie original. Ojo, que en el mundo gamer también pasa bastante. ¿Hay que recordar que cierto famoso fontanero de gorra roja y grueso mostacho comenzó su carrera como héroe/villano de Donkey Kong? Y, sí, los cómics tampoco se libran de esta forma de que los protagonistas queden en segundo plano.

En realidad, en el universo de las viñetas los secundarios y villanos tienden bastante a ocupar el trono de los protagonistas. No hablamos de que podamos contar los ejemplos por decenas, ni siquiera por centenares, sino por miles. ¡Y eso sólo con las dos grandes! Fijémonos, para empezar, en Marvel, y recordemos que Lobezno nació como ¡enemigo de Hulk! Además, cuando se le rescató, para la segunda génesis de la Patrulla-X, iba a morir enseguida, salvándose en el último momento para, poco a poco, convertirse en uno de los mejores y más queridos personajes de la Casa de las Ideas. Sin alejarnos del cosmos mutante, ahí tenemos a villanos como Magneto, Dientes de Sable y Mística, capaces de protagonizar sus propios cómics al hacer de antihéroes, héroes e incluso sin dejar el lado oscuro. Y, sí, el caso más claro es el de Masacre, más conocido actualmente por su nombre original, Deadpool, que no sólo nació como un villano para uno de los infinitos grupos de los X-Men, sino que en su concepción ni siquiera tenía esa personalidad alocada, gamberra y capaz de romper la cuarta pared para hablar con el lector. Poco a poco, y conforme ganaba popularidad, conseguía transformarse en el Wade Wilson que conocemos hoy día, en un desarrollo de personaje realmente envidiable. Que se lo digan a las taquilleras cifras de sus dos películas protagonizadas por Ryan Reynolds. Dejemos los mutantes y vayámonos por otros personajes de Marvel; desde el Doctor Muerte hasta Kingpin, pasando por Estela Plateada, Pantera Negra, Capitana Marvel y Elektra, creada como antigua amante y enemiga de Daredevil. Es con Spiderman con quien el tema se acentúa más, al ser uno de los personajes comiqueros con una de las mejores galerías de secundarios y villanos, por lo que, al final, resultaba fácil que muchos de ellos terminarán saboreando el protagonismo lejos del trepamuros. Ejemplos hay muchos, claro, por poner algunos modernos, ahí tenemos a Morbius, el Vampiro Viviente, con una película en solitario de próximo estreno, aunque los más evidentes son Punisher y Veneno. Sí, nuestro vigilante-justiciero favorito nació en las páginas de Spiderman, con la pretensión de cazar al héroe arácnido, para después pasar a la colección de Daredevil. Y de Veneno, ¿qué decir del Spiderman oscuro? Empezó como villano, siguió la senda del antihéroe y hoy es más héroe que muchos de los que se llaman así en las páginas de los cómics de Marvel. También con filme propio, de gran éxito, y una secuela que no tardará en estrenarse. Pero hablemos también de DC, porque de allí procede la protagonista de "Cristales rotos".

Solamente el universo de Superman nos daría para varias entradas al respecto, entre Supergirl, Superwoman, Superboy, Lex Luthor, Steel... Con el de Green Lantern y Green Arrow prácticamente lo mismo. Incluso si nos vamos a personajes más secundarios, y carentes del reconocimiento de los más famosos y piezas fundamentales del merchandising de DC, nos encontramos con casos como el de la Cosa del Pantano y John Constantine, el sarcástico exorcista con más demonios en el armario que en el propio Infierno, personaje con su propia película protagonizada por Keanu Reeves, su propia serie de imagen real y una serie de apariciones en otras del universo de "Arrow" y "The Flash", un demonólogo que apareció por primera vez en los cómics de la Cosa del Pantano como un secundario más. El extremo de todo esto lo hallamos en el universo Batman, al que le sucede algo como a Spiderman, que al poseer una de las mejores galerías de secundarios y villanos del mundo del cómic les ha sido fácil comerle terreno al Caballero Oscuro. Los diferentes Robins, Batgirl, Nightwing, Catwoman, los Outsiders, Dos Caras, Batwoman, Azrael, Capucha Roja... Si incluso Alfred tiene su propia serie, precuela de la estupenda "Gotham", a su vez precuela de toda la mitología de personaje, producción que nos narraba todo lo ocurrido antes de que Bruce Wayne se pusiera la capucha de Batman. Así de interesante es el universo del Hombre Murciélago. Se puede sacar mucho material aprovechable de cualquier esquina y, por supuesto, su mayor villano no iba a ser menos: el Joker. Tan popular como Batman a estas alturas, el Joker ha llegado a tener su propia película en solitario, "Joker", interpretado el papel por un Joaquin Phoenix en estado de gracia, actuación que le valió un Óscar, que se dice pronto. Es más, cualquier obra de Batman que contenga al Joker sube enteros, por floja que sea, robandole con una facilidad pasmosa el protagonismo al protector de Gotham. ¿Qué sería de "El Caballero Oscuro" sin el Joker? ¿Y la mismísima serie "Gotham" sin sus distintas versiones hasta alcanzar la definitiva? ¿Y la saga de videojuegos "Arkham"? ¿Por qué cada vez que se anuncia una nueva adaptación cinematográfica o serial de las aventuras de Batman siempre se piensa tanto en el Príncipe Payaso del Crimen como en el Cruzado de la Capa? Por eso el caso de Harley Quinn es tan curioso. ¿Cómo robarle el protagonismo a quien ya le ha robado el protagonismo al protagonista?

Harleen Frances Quinzel nació como Harley Quinn (juego de palabras con su nombre original para asemejarse al de Arlequín, figura muy relacionada siempre con la del Joker) en la espectacular serie de animación de Batman de los 90, la clásica, la mítica, donde hacía aparición en un capítulo junto al Joker, como una secuaz más. Creada por Paul Dini y Bruce Timm, la que debía ser una acompañante más del Joker se acabó convirtiendo en algo más debido al éxito de su aparición, trasladándose no mucho después a los cómics, demostrando, poco a poco, que nos encontrábamos con algo más que una Joker femenina. El origen de Quinn no podía ser más interesante, presentándose como una psiquiatra del Asilo Arkham que se obsesionaba tanto por la carismática personalidad del Joker al tratarle que no sólo acabaría por ayudarle a escapar, sino que también formaría parte de su banda, enamorándose perdidamente de él y actuando juntos como pareja durante mucho, mucho tiempo, eso sí, siempre por etapas, cuando el Joker no la echaba de la banda, se peleaba con ella o, directamente, trataba de matarla. Harley siempre le perdonaba, mostrándose la relación con un alto componente tanto de sadomasoquismo como de maltrato, físico y psicológico. Sin embargo, al igual que Deadpool y Veneno (Venom), Harley ha ido evolucionando tanto que hace ya mucho que no es el juguete del Joker, sino todo lo contrario. Más antiheroína que villana, la Harley Quinn de ahora es un personaje tan independiente, popular y reconocido como el mismo Joker, dentro y fuera de los cómics, pues no nos olvidemos que ella también logró película propia donde se nos contaba su emancipación del villano y su búsqueda de un lugar en el mundo lejos de los malos tratos del Príncipe Payaso del Crimen. Harley ha cambiado mucho durante estos años, en físico y en personalidad, sí, hasta el punto de que ahora sus encuentros con el Joker son puro enfrentamiento, rabia e ira, bastante más interesantes que los que se proponían en el pasado, como obsesionada con él. Y de eso va "Cristales rotos". Bueno, no sólo de eso, pero algo de eso hay.

Se nos vende este cómic como una novela gráfica, es decir, como una obra que acaba y termina sin que necesitemos mucho más para entenderla. No como una serie limitada que se recopila en un solo volumen, ojo. "Cristales rotos", a pesar de que se deja un par de detalles al final para poder tener una continuación (que, personalmente, espero con muchas ganas, lo que ya es indicativo de cuánto me ha gustado el cómic), es una novela gráfica en todos los sentidos de la palabra, tan alejada de los cánones de los superhéroes que ni siquiera se ha publicado en España a través de Panini Cómics y ECC Ediciones, encargadas, respectivamente, de Marvel y DC. Ha sido Editorial Hidra quien se ha atrevido con "Cristales rotos" y, afortunadamente, no es la única ni la primera obra de estas características que nos traen, en este caso, además, insisto, muy alejada de los términos y las claves superheroicas. Si tengo que poneros un ejemplo de ello, pensad en "Joker", la película, donde no había ni superhéroes ni supervillanos, era una historia más o menos cerrada, se trataban temas sociales muy de actualidad, no era un filme para todos los públicos, se encontraba repleto de guiños a los cómics y, sobre todo, teníamos una historia que no necesitaba que supiéramos ni siquiera quién era el Joker, porque, a todos los efectos, y usando términos comiqueros, hablamos de un Elseworlds, un Otros Mundos, cómics que se enclavan fuera de la continuidad oficial, como "Cristales rotos", donde Harley Quinn es una adolescente que busca su lugar en el mundo, que en las primeras páginas de la historia va a Gotham, quedándose con Mamá, una luchadora y divertida drag queen que regenta un local que se halla en una zona por la que se interesa una empresa que pretende usar el lugar para sus propios fines. ¿Cómo? Echando a sus vecinos de sus hogares. Primero, mediante sobornos; después, usando la fuerza. Sin embargo, Harleen no se rendirá sin luchar, y menos tras haber dado con un sitio en el que sentirse como en casa. ¡O mejor!

Una de las mayores virtudes de "Cristales rotos" es que no sabes qué te vas a encontrar entre sus páginas. Te haces una idea por la sinopsis, pero cada página que pasamos es una sorpresa tras otra, la reinvención moderna de un icono que conserva toda su frescura, guardando su verdadera esencia. Harley sigue siendo Harley, con ese desarrollo de los últimos años que la acerca tanto al Deadpool de Marvel, aunque a su propio estilo. Lo que he hallado en el volumen podría entrar perfectamente en la definición de uno de los cómics del año. Reivindicativo, gamberro, actual, innovador, respetuoso con el material original, rompedor, transgresor... Podría pasarme la entrada entera añadiéndole adjetivos que indiquen una pequeña parte de lo bueno que es. E, insisto, es una historia que vale tanto para quienes no leen cómics y no saben nada de Harley Quinn (o solamente lo más básico) como para aquellos comiqueros acérrimos que se saben hasta en quién se basaron Dini y Timm para crearla. Además, "Cristales rotos" no va por senderos conocidos, pero sí que contiene un montón de guiños al universo de Batman; desde ese Joker amante del caos (sin duda, uno de los descubrimientos del cómic, ¿qué os decía antes de lo del villano cuya aparición causa más expectación que la del héroe?) hasta las explicaciones sobre el gusto de Harley por los payasos y los arlequines, pasando por tener a Ivy como mejor amiga, los guiños a la Gotham de los cómics originales, las referencias a muchos otros personajes del Caballero Oscuro y, por supuesto, un par de cameos de cierto Bruce Wayne, de esos que regalan una buena dosis de misterio. Y todo eso sin olvidar el tema de la gentrificación, protagonista de fondo de toda la trama principal, tan realista como desolador, como bien ejemplifica la actitud de Harley conforme evoluciona a través de las páginas, a lo que también ayuda el argumento secundario del club de cine, muy bien llevado. Quizá la viñeta que mejor subraya el tono de "Cristales rotos", y lo que quiere contarnos Mariko Tamaki, superventas del New York Times (que se dice pronto), es aquella en la que Harleen recibe el traje de Harley por parte del Joker, para a continuación... Mejor lo leéis, ¿verdad? Y disfrutáis también con el impresionante arte gráfico de Steve Pugh, todo un veterano en esto de crear páginas para el recuerdo, teniendo aquí, en "Cristales rotos", algunas de las mejores de toda su carrera, en especial, de las más deliciosas, a juego con la excelente edición que se ha marcado Hidra, acompañada por un precio la mar de ajustado. No tenéis excusa para acercaros a la mejor Harley vista en los últimos años. Lloraréis con ella, reiréis con ella, enloqueceréis con ella, os aterraréis con ella y, al final, os enamoraréis de ella. Yo lo he hecho.



Tony Jiménez

12 comentarios:

  1. ¡Que ilustraciones más chulas! No soy mucho de leer comics (nunca sé por donde empezar) pero si esta es más tipo novela gráfica, con principio y final, no me importaría darle una oportunidad. Gracias por la info!
    Besos!

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    1. Pues, precisamente, este cómic es uno de esos dónde no hace falta que sepas por dónde empezar, porque al ser una novela gráfica, con principio y final, lo puedes pillar sin mil cómics previos. ¡Dale una oportunidad, sí!

      ¡Muchas gracias por pasarte! Y por tu comentario.

      ¡Besos! ^^

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  2. A mi hermana le encanta Harley, seguro que si no lo tiene no tardará en tenerlo 😁 Bueno, a mí las chicas muy malas también me gustan 💋💋💋

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    1. Jajajajaja.
      Pues si os molan las chicas malas, este cómic os va a encantar. ¡Si es que no lo habéis leído ya! :D :D
      ¡Mil gracias por el comentario, majísima Pelipequirroja!

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  3. Hola! No soy de cómics pero las ilustraciones son muy chulas.

    Un saludo!

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  4. Hola!!
    No me van mucho los comics la verdad aunque Harley quinn es la bomba jejej
    besotes

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  5. Esta vez no me animo que los cómics no son lo mío.
    Besotes!!!

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  6. ¡Hola!
    Pedazo de entrada^^
    Vale, me ha encantado el primer momento hablando de villanos de la literatura porque cuando has pasado al cómic, me he quedado un poco a medias, ya que no es mi fuerte.
    Y lo de que Harley Quinn nació en una serie de los 90, qué me dices, no tenía ni idea, pensaba que era 100% cómic.
    Si es que al final leo de vez en cuando cómics, pero tampoco estoy muy puesta, ya que tiro más por el terror que por los superhéroes XD
    ¡Un saludo!

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    1. ¡Buenas!
      Jajajajaja. Debo reconocer, Rachelín, que soy muy fan de tus comentarios :D :D Largos, currados, de esos que se nota que se han interesado por la reseña y, bueno, siempre con buenas palabras, jajajaja. ¡Molan!

      ¡Sí! Harley Quinn fue de esos personajes comiqueros que ¡no nacieron en los cómics! Y en vaya pedazo de serie que nació. ¡Una joya!

      Es cierto que si el terror te tira más es complicado que te acerques al cómic de superhéroes, aunque hay algunos ejemplos donde los géneros se fusionan. ¡A ver si te traigo alguno para reseñar que te llame más la atención en ese sentido!

      ¡Mil gracias por tus palabras!

      Un abrazo.

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  7. Hola, me encantan las ilustraciones, este personaje no es de mis favoritos, pero podría darle una oportunidad.
    Besos desde Promesas de Amor, nos leemos.

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  8. ¡Qué pasada! Vi una película en la que aparecía el personaje y disfruté mucho pero tengo que ponerme al día con las demás y este tomo es tan apetecible...

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  9. ¡Muchísimas gracias a todas por vuestros comentarios! Así da gusto reseñar, jejeje. ¡Qué participación! Sois las mejores.
    :D :D :D :D

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