Una de cine: Igual eres el asesino (2018)

Título original: You Might Be the Killer.

Año: 2018.

País: Estados Unidos.

Dirección: Brett Simmons.

Guion: Brett Simmons, Thomas P. Vitale.

Reparto: Fran Kranz, Alyson Hannigan, Brittany S. Hall, Patrick R. Walker.

Género: Comedia negra/ Terror/ Slasher

Sinopsis:

En este film os tengo que adelantar que nos vamos a encontrar con un argumento tan curioso como loco a partes iguales. Os pongo un poco en situación.

Sam, interpretado por Fran Kranz (El bosque, La cabaña en el bosque, Bloodsucking Bastards), es supervisor en un campamento de verano, al que persigue un asesino para acabar con su vida. Completamente ensangrentado y con su mochila a cuestas, se atrinchera para llamar a su amiga Chuck, personaje al que le pone rostro una actriz que seguro, todos y todas conoceréis de sobra: Alyson Hannigan (serie Buffy Cazavampiros, American Pie, serie Cómo conocí a vuestra madre).

¿Y por qué el prota no llama a la policía, os preguntaréis?

Eso es precisamente lo que Chuck le comenta a su amigo, con total naturalidad, atendiendo a un cliente mientras suceden unos eventos tan siniestros. La respuesta es tan cómica y extraña como las siguientes escenas que irán surgiendo a medida que pasen los minutos: el sheriff es demasiado mayor, y por las noches apaga el teléfono. Así que lo único que ha podido hacer es dejarle un mensaje en el contestador.

El supuesto maníaco incendiará la cabaña y Sam deberá huir una vez más para salvar su vida. A la vez, Chuck espera pacientemente al teléfono ordenando artículos durante su turno de noche en el “El anillo de Saturno”, una tienda con cierta estética friki, y en la que venden videojuegos, cómics y libros de todo tipo.

Una vez que Sam consigue ocultarse nuevamente, y ya a salvo, reanudarán la conversación y a hablar sobre ello con la intención de rememorar los hechos. Aunque todo en la mente de Sam se encuentra borroso, poco a poco los recuerdos irán surgiendo de manera desordenada. Con los conocimientos de su amiga, toda una experta en las películas de terror, y a medida que la narración avance, llegarán a plantearse quién es realmente el asesino y por qué comete esos atroces crímenes, entre los que se suman un buen número de monitores.

Sam, en un momento dado, encontrará dentro de su mochila una extraña máscara de madera (muy parecida a la de la célebre película de Jim Carrey, ¿tal vez un guiño u homenaje?) y el peculiar machete que emplea el psicópata en sus crímenes.

Es aquí donde se marcará el punto de inflexión y llegarán las temidas preguntas:

¿Es él el asesino? Y si es así, ¿qué lo empuja a cometer semejantes atrocidades? ¿Puede la máscara estar influyendo en el comportamiento de nuestro protagonista?

Con todas estas dudas, y escarbando en sus recuerdos, Sam y Chuck (inseparable y siempre al otro lado de la línea desde el establecimiento) deberán encarar esta situación y darle una solución.

Aunque tal vez, la única manera de detener de una vez por todas esta oleada de asesinatos no sea la que Sam espera…

Opinión personal de David P. Yuste:

Antes de nada, quiero tranquilizaros en cuanto a la sinopsis que acabo de dejaros un poco más arriba, ya que algunos podréis pensar que os he “destripado” (si me permitís la broma, dado que se trata en parte de una cinta que incluye bastantes escenas sangrientas) todo su argumento.

Nada más lejos de la verdad, ya que todo esto ocurre en apenas los diez primeros minutos del film. Lo realmente interesante continúa a partir de la sinopsis.

Y es que estamos, amigos y amigas, ante un claro homenaje a esos los famosos slashers que marcaron el cine de los ochenta. Con una estética muy marcada pero actualizada a la vez a los nuevos tiempos, Igual eres el asesino podría considerarse una revisión de películas como Viernes 13 en clave de humor negro.

Nos encontramos aquí con un trabajo cargado de clichés que para nada le restan valor, ya que están puestos a propósito y con el fin precisamente de realzar este género. Plagado de muertes dignas de los films a los que homenajea, mucha sangre, y cómo no, de numerosas referencias también a otros trabajos de terror de aquellos años.

En mi opinión, debo deciros que es una obra altamente interesante. Ideal para los nostálgicos, y no tanto, de este tipo de películas, que pretendan echarse unas risas mientras que se alternan algunas escenas llenas de casquería y desenfreno. No se me puede pasar apuntar también que está narrada con un ritmo y buenas dosis de energía que la hacen bastante efectiva, alternando la historia entre el presente y el pasado, y saltando del campamento a la tienda El anillo de Saturno una y otra vez.

Como os adelantaba antes y ya para finalizar, tenéis ante vosotros un trabajo hilarante, frenético, que roza lo inteligentemente absurdo, y que perfectamente podemos comparar con otras comedias que han emulado a otras cintas de diferentes géneros con el propósito de ensalzarlas. Dos buenos ejemplos de ello podrían ser Zombies Party o Grabbers.

Así que por hoy doy por terminada esta opinión. Solo os recomiendo (creo sinceramente que os merecerá la pena) que os atreváis a adentraros en este particular campamento, y descubráis con vuestros propios ojos lo que se oculta tras sus noventa minutos de metraje, que estoy convencido, se os pasarán volando.

Lo mejor: la cantidad de referencias a otras películas de esa época que muchos añoramos, la puesta en escena, y el humor tan negro y corrosivo que a menudo acompaña las escenas.

Lo peor: tal vez por añadir algo, el final. No porque sea malo (ni mucho menos), es porque sinceramente deseaba que acabara de otra manera (y para evitar spoilers, no pienso decir nada más).