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| Arne Johnson llegando al juicio |
Parece el título de una película, pero con ese nombre se conoce a uno de los casos más terroríficos de Estados Unidos.
El 24 de noviembre de 1981 en Brookfield, Connecticut, Arne Cheyenne Johnson fue condenado a homicidio en primer grado por asesinar a Alan Bono, su casero, durante una discusión. ¿Su defensa? El Diablo me hizo hacerlo.
Todo empezó cuando Arne, su novia, Debbie Glatzel y el hermano de esta, David, se mudaron a una nueva casa. Durante los primeros días de limpieza David, de once años, empezó a tener pesadillas en las que un anciano le amenazaba con hacerles daño si se quedaban en esa casa.
Al poco, el niño empezó a empeorar, llegando a aparecer incluso heridas en su cuerpo. La pareja decidió mudarse con la esperanza de que todo cesara, pero no fue así. En su nueva morada las pesadillas se incrementaron, pasando también de día.
Debbie y Arne decidieron ponerse en contacto con Ed y Lorraine Warren, famosos demonólogos, para librar al pequeño del mal que le acechaba.
Lorraine aseguró ver una nube de humo negra cerca del menor, indicio de posesión demoníaca. Con la ayuda de varios sacerdotes decidieron hacerle tres exorcismos a David. Durante uno de ellos, Arne se encaró con uno de los demonios del niño, lo que provocó que días más tarde este, en venganza, tratara de matarle provocando un accidente de tráfico... Y parece que también decidió poseerle.
David seguía sin mejorar demasiado, por lo que decidieron mudarse de nuevo. Debbie empezó a trabajar como peluquera canina para Alan Bono, el cual les dejó un piso en alquiler para que estuviese más cerca del trabajo.
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| Ed y Lorraine Warren |
La noche del crimen, Debbie, Arne, Alan, Wanda (hermana de Debbie) y Mary (de nueve años y prima de Mary), salieron a comer y bebieron en exceso. Al terminar, fueron a la perrera donde trabajaba Debbie, la cual, al ver que la situación se estaba descontrolando, se llevó a las chicas con la excusa de buscar unas pizzas. Al volver vieron que Alan estaba muy borracho, por lo que decidió que debían irse, pero el hombre cogió a Mary. Arne se encaró con él mientras las dos mujeres trataban de calmar la situación, pero ya era demasiado tarde. Arne empezó a gruñir como un animal y apuñaló a Alan en repetidas ocasiones.
Después, la policía encontró a Alan vagando por las calles.
Este crimen se considera el primero en la historia de Brookfield, Connecticut.
El abogado de Arne Johnson argumentó en el juicio que su cliente estaba poseído por el demonio cuando cometió ese crimen, pero el juez no le creyó y fue condenado a entre diez y veinte años de prisión, de los cuales solo cumplió cinco.
El caso fue muy mediático y los Warren hablaron a favor de Arne, afirmando que lo que decía era cierto.
Y bien, ¿cómo es que ahora lo rememoramos? Aparte de que la historia es de lo más interesante, estamos ante lo que será la tercera entrega de la saga de películas creadas por James Wan, The Conjuring (Expediente Warren), que llevará como subtítulo The Devil Made Me Do It y que, esperemos, se estrene en 2021.
¿Vosotros qué creéis? ¿El diablo le hizo hacerlo o no es más que una excusa para justificar un asesinato?
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| Primera imagen oficial de la tercera entrega de The Conjuring |
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Me parece interesantísimo. Más allá de que se crea o no, a veces lo que parece el demonio muchas veces son enfermedades mentales no tratadas o desconocidas en aquel momento.
ResponderEliminarMe encantan este tipo de lecturas, me dan mucho mal rollo pero no puedo parar de leerlas a la vez haha
ResponderEliminarMe gustan estas historias reales que, como dices, más parecen de película
ResponderEliminarBesos
Hola!
ResponderEliminarEs una excusa cómo otra cualquiera 🤦🏻♀️🤦🏻♀️🤦🏻♀️🤦🏻♀️ el caso es que se asesinó a alguien fuera o no cosa del diablo.
Besos!
Bueno, yo la película seguro que la veo ;-)
ResponderEliminarUn beso.
No tenía ni idea sobre el caso, pero se te ponen los pelos de punta ¡Y sin duda me apunto para ver la peli!
ResponderEliminarBesos!