Superman contra el Klan, o cómo compartir el mismo mañana


Novelas gráficas de DC Comics
Materia: Superhéroes
EAN: 9788418359460
ISBN: 978-84-18359-46-0
Páginas: 240

Sinopsis:

El año es 1946. Roberta y Tommy Lee son dos adolescentes que acaban de mudarse de Chinatown al centro de Metrópolis, hogar del héroe más famoso del mundo: Superman. Tommy consigue hacer amigos muy rápido, pero Roberta echa de menos su hogar. Entonces, una noche, ¡la familia se despierta y ve que su casa ha sido rodeada por el Klan! Superman entra en acción, pero la exposición a una misteriosa roca verde le ha dejado muy débil. ¿Podrán ayudarle Roberta y Tommy en su lucha contra el Klan?

Inspirado en el serial radiofónico “El Clan de la Cruz Ardiente”, el autor superventas del New York Times Gen Luen Yang (American Born Chinese, Boxers and Saints, The Terrifics, New Super-Man) y el artista Gurihiru (Avatar: The Last Airbender, The Unstoppable Wasp) nos presentan su visión personal de cómo unos inmigrantes pueden encontrar su lugar en el mundo.


Opinión personal de Tony Jiménez:

Mientras escribo estas líneas acabamos de empezar el mes de junio del presente 2021. Casi hemos vivido la mitad del actual año, así que aún quedan unos seis meses y pico para alcanzar el 2022, o lo que es lo mismo si tenemos en cuenta esta reseñan, tenemos por delante seis meses y pico de cómics que esperan ser disfrutado. Y, sin embargo, yo ya he dado con el mejor cómic de 2021. En serio. No exagero. En todo caso, me quedo corto. Tampoco se trata de que esté hablando del nuevo "Watchmen" del medio. ¡Ni falta que hace! "Superman contra el Klan" es grande en su propia línea, y esa es la de las novelas gráficas de DC creadas para un público joven adulto, ya sabéis, las que reseñamos desde hace un año gracias a la amabilidad de Editorial Hidra. El volumen que tenemos entre manos no sólo es el mejor de cuantos ha publicado DC y nos ha traído Hidra, sino que también se postula como uno de esos que aparecen en todas las listas de lo mejor del 2021 cuando llegue diciembre o enero de 2022 toque a la puerta. En mi caso, ya os aseguro que cualquier otro cómic lo tendrá bastante difícil para arrebatarle el primer puesto. Y estamos a junio, insisto.


Es curioso que después de tantos cómics de DC, en su línea para jóvenes adultos, sea ahora cuando aparece Superman. Hablamos del primero de todos, el superhéroe de superhéroes, el mito, aquel en el que los demás se miran, ese que sirve de inspiración a toda la humanidad, quien reúne todas las características propias del superhéroe más arquetípico. Su fama es tal, que hablamos también de una marca, de un personaje tan conocido que incluso aquellos que no consumen cómics conocen su origen, poderes y, por supuesto, aspecto, al menos, en las versiones más básicas. Capa roja, invulnerable a las balas, calzoncillos por encima del pantalón, el flequillo, finge ser el torpe Clark Kent, lanza rayos por los ojos, le afecta la kryptonita, Lois Lane como aguerrida compañera de batallas, Lex Luthor como principal enemigo, protector de la justicia y el estilo de vida americano, no es un pájaro, no es un avión... El pack completo. Hemos tenido novelas gráficas de Catwoman, Harley Quinn, Wonder Woman, Batman y hasta de personajes más secundarios como Raven y Mera. Batman y Catwoman incluso han repetido. Pero, ¿y el Hombre de Acero? ¿Dónde estaba? Preparándose para la mayor aventura de todas. Preparándose para luchar contra el Klan.


La historia nos presenta a Roberta y Tommy Lee, dos adolescentes que se mudan a Metrópolis. A pesar de que Tommy parece adaptarse rápido a su nueva vida, a Roberta le cuesta más, deseando regresar al Chinatown de la ciudad. Todo empeora cuando, una noche, toda la familia se despierta al percibir que algo está pasando en el jardín de su hogar. Hay una enorme cruz ardiendo y, a su alrededor, varias personas que visten capuchas blancas, gente que sólo conoce el odio como lenguaje. Es hora de que entre Superman en escena, ¿o serán Roberta y Tommy quien le ayuden a él? Como en anteriores novelas gráficas de DC de este estilo, "Superman contra el Klan" (su título es una buena pista de lo que nos espera) se adentra, y bien profundamente, en temas sociales, con la diversidad y la inclusión como principales protagonistas. En este caso, la idea es hablarnos de lo que supuso en Estados Unidos la aparición del Ku Klux Klan, esa agrupación a medias entre secta y organización (racista, por supuesto) que tuvo bastante auge a finales del siglo XIX, para después regresar con bastante fuerza a principios y mediados del siglo XX. Precisamente, este cómic adapta el serial radiofónico "El Clan de la Cruz Ígnea", emitido en 1946 y que muchos consideran que fue el principio del fin de la estupenda imagen pública que tenía el KKK por entonces. En pocas palabras, Superman sí que venció al Klan más allá de este cómic. Y, ojo, no a base de superpoderes o fuerza bruta, sino mediante las ideas y la capacidad de unir a la gente en busca de ese mañana del que todos formamos parte.

"Superman contra el Klan" se muestra así como algo más que un cómic donde llega Superman y hace justicia con los asquerosos miembros del KKK que pululan por la historia. La profundidad del volumen es tal que toca todos los palos, nos mete en la piel de todos los personajes y deja un poso que se queda con nosotros una vez hemos cerrado la obra. Nos muestra las débiles costuras del odio desde el punto de vista de un Superman que no deja de recordarnos que él también es un extranjero, alguien de fuera, aunque los demás no lo sepa. Y ahí entra una de las mayores virtudes del volumen, porque se enclava en 1946, y ahí no teníamos al Superman moderno, ¿verdad? Como si fuera un viaje el pasado del personaje, se nos presenta al Superman primordial (atentos a su traje), a ese que no podía volar, a ese que no tenía todos sus poderes, ese que parecía más un forzudo de circo o un miembro de la lucha libre que a un superhéroe, ese que nadie sabe que es un alienígena (todos creen que es un humano con habilidades mejoradas), ese que ni siquiera él mismo conoce su verdadero origen, al menos, todavía. Y es que "Superman contra el Klan" también es una historia de origen, una en la que Superman se encuentra a sí mismo, donde debe hallar su lugar en el mundo y saber quién quiere ser para los demás, teniendo de ejemplo a la mismísima Roberta (pura magia cuando la chica le comenta que quizás esté escondiendo la totalidad de sus poderes para parecer más humano y que así el mundo no le tema). Esta parte del cómic es magnífica en todos los aspectos, regalándonos un tratamiento de Superman digno de elogio dando, además, un trasfondo bastante interesante a ese Superman sin todos sus poderes, algo que encaja a las mil maravillas con la trama del Klan. Además, si tenemos en cuenta que hablamos de una novela gráfica sin continuidad (de nuevo, es un cómic que pueden leer tanto aquellos fans fieles del personaje como quienes no sepan apenas nada de él), estamos ante un nuevo caso de volumen que podría dar perfectamente para una película sin necesidad de continuidad cinematográfica.


Os he hablado mucho de Superman, pero ¿y dónde quedan Roberta y Tommy más allá de su relación con el superhéroe? Al acompañarles vivimos ese clima de tensión, odio y racismo que se vive a partir de la aparición del Klan de la Kruz Ígnea, aunque antes ya nos llega algo en forma de una Roberta que se encuentra fuera de lugar en Metrópolis, enfadándose incluso cuando Tommy es capaz de adaptarse a su nueva vida, viéndose muy reflejada en Superman conforme va descubriendo los "secretos" que guarda el Hombre de Acero. Por el camino damos con las distintas caras del Klan, como la de aquellos que sólo forman parte de él por ignorancia o quienes lo hacen por dinero, burlándose de los que de verdad creen en el timo de la "raza superior". El impresionante guion de Gene Luen Yang se ve trasladado a las viñetas por Gurihiru, el pseudónimo colectivo de Chifuyu Sasaki y Naoko Kawano, dos dos ilustradoras freelance que viven en Japón. El estilo que le dan a la historia, a medio camino entre un filme de animación y un manganime, consigue que tengamos la sensación de hallarnos en una producción animada que pasa ante nuestros ojos con un colorido, un dinamismo y un desarrollo de la trama sobresaliente, logrando así que, en este aspecto, la obra no sólo no flojee, sino que se mantenga a la altura de las letras de Gene Luen Yang. Por si no fuera suficiente para catalogar de maravilla "Superman contra el Klan", en las páginas finales, una vez se ha acabado la historia propiamente dicha, damos con "Superman y yo", un impactante artículo en el que el guionista se adentra en el KKK, nos habla de su evolución, del racismo, de la amistad, de su familia, de su infancia y, por supuesto, de Superman, de lo que significa para él, de lo que significa para el mundo y de cómo venció al Klan demostrando que, a pesar de que nuestros pasados puedan ser diferentes, todos compartimos el mismo mañana.




Tony Jiménez

9 comentarios:

  1. Esta reseña va recomendada a mi compañero de blog más fan del género que yo, quiero ver todas las pelis pero no encuentro el momento =)

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    1. Uy, todas las pelis... Pues entonces tienes buenos y extensos deberes por delante, jajajaja.
      ¡Muchísimas gracias por comentar, guapetona!
      Un besote.
      ^^

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  2. Los cómics no son lo mío.
    Besos.

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  3. Hola! Sin duda parece muy interesante pero no es una lectura para mí. Gracias por tu reseña.

    Un saludo!

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  4. No me animo, que este género me da pereza.
    Besotes!!!

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  5. ¡Hola! No es de mi estilo pero se ve bueno. Un besote :)

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  6. Tengo el lector ideal, seguramente lo compré yo para regalárselo, pero no se lo daré hasta que se porte bien...vaya.

    Besos 💋💋💋

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    1. Jajajajaja.
      Ahí, ahí. Que se lo gane ;) ;)
      ¡Besos, majísima! Y gracias por pasarte. ¡Muakaaaaaaaaaaas!

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  7. ¡Muchísimas gracias a todas por comentar! Os interese o no os interese el cómic. La verdad es que leeros mola mucho.
    Eso sí, tarde o temprano haré que todas leáis cómics, jajajaja.
    ¡Gracias por pasaros!
    ¡Abrazotes!

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