Entrevista a Jose Luis Hernández Garvi: `De la literatura me gusta todo´



Bienvenido, José Luis, siéntete como en tu casa. Cuéntame, ¿cómo es un día normal en tu vida? 

Muchas gracias. Un placer estar con todos vosotros. 

Mi día a día resulta bastante previsible. Existe la creencia generalizada de que los escritores llevamos vidas muy intensas y fascinantes para acumular experiencias que luego plasmamos en nuestros libros. Puede que decepcione a los mitómanos, pero debo decir que la mayoría de los escritores que conozco, entre los que me incluyo, somos personas de carne y hueso, muy alejadas de la imagen que muchas veces se forma en torno a nosotros, lo cual no quiere decir que a lo largo de la historia de la Literatura las biografías de algunos autores superen en intensidad la creación de su propia imaginación. 

En mi caso, suelo levantarme bastante temprano y trabajo hasta la hora de comer. Por la tarde retomo la escritura hasta avanzada la tarde. En ningún caso se trata de un férreo horario, ya que está sometido a las imposiciones que exige la labor de documentación y consulta, en un proceso con el que disfruto en todas sus fases. 

Cuando escribo ficción, poesía o teatro me inspiran los acontecimientos cotidianos. Creo que puede existir una buena historia detrás de una mirada que deslumbra mientras se hace la compra en el supermercado o en el suceso del que somos testigos mientras viajamos en transporte público. Tampoco hace falta viajar a un destino exótico para encontrar inspiración o captar la vida en toda su intensidad. Los hechos históricos también son una fuente inagotable de buenas historias.  


¿Cómo nace La desaparición de Agatha Christie? En tu bibliografía comprobamos que no es tu primer trabajo con Almuzara. ¿Fue idea de la editorial? ¿Tuya? 

Anteriormente había publicado con Almuzara Esto no estaba en mi libro de la Primera Guerra Mundial, ensayo dedicado a la Gran Guerra que apareció en una de las colecciones más conocidas de la editorial. En este caso fueron los responsables de Almuzara los que acudieron a mí para ofrecerme la posibilidad de publicar bajo su sello. Me pidieron que les presentase varias propuestas editoriales y finalmente se decantaron por la que les plantee sobre un libro dedicado a tratar algunos acontecimientos y episodios poco conocidos de la Primera Guerra Mundial. 

Una vez que cogimos confianza, me dieron completa libertad para elegir el tema de mi segundo libro con ellos. En esta ocasión les propuse escribir un ensayo dedicado a narrar las biografías de algunos de los escritores más misteriosos, excéntricos y heterodoxos de la Literatura universal. Era una idea que me atraía desde hacía tiempo y Almuzara me dio carta blanca para desarrollarla.   


Arthur Conan Doyle, Guy de Maupassant, Yukio Mishima, Ezra Pound, Emilia Pardo Bazán, Philip K. Dick... ¡Menuda lista de autores forman el libro! ¿Cómo los elegiste? ¿Dejaste alguno fuera? 

Como lector, siempre me ha atraído conocer que había detrás del proceso creativo de una obra literaria, descubrir qué fue lo que inspiró a los autores consagrados a la hora de escribir sus obras maestras. Cuando se investiga sobre este aspecto se descubren rasgos de la personalidad de los escritores y hechos de sus vidas que en sí mismos ofrecen material más que suficiente para escribir un libro que los retrate.  

Este fue el criterio principal que seguí a la hora de elegir a los autores que aparecen en los capítulos del libro agrupados por epígrafes que hacen referencia a rasgos comunes que pudieron compartir. La fascinación que provocó en mí la lectura de sus obras me llevó a querer profundizar en sus vidas para llevarme unas cuantas sorpresas que hicieron saltar por los aires las ideas preconcebidas que me había formado sobre ellos. En este sentido, los amantes de la literatura tendemos a idealizar a nuestros escritores favoritos, cuando en realidad algunos de ellos son personas dominadas por bajas pasiones y oscuros secretos que han influido en su talento y en su producción literaria. En muchos casos, los autores no somos tan buenas personas como parecemos o la gente cree. 

A la hora de realizar la selección el reto fue difícil porque a los nombres que aparecen en el libro me hubiera gustado añadir otros tantos, como los de Jack London, Bukowski o Arthur Machen, por citar tan solo algunos ejemplos. El problema es que si lo hubiera hecho me habría salido una obra de proporciones casi enciclopédicas, circunstancia que me obligó a dejar fuera a unos cuantos, debo confesar que con cierto remordimiento.  


En la obra demuestras unos conocimientos literarios dignos de alabar. ¿Tuviste que documentarte mucho sobre los protagonistas o ya los conocías a todos bastante bien? 

De todos los escritores que aparecen en mi libro conocía algunos retazos de sus biografías, apenas unas pinceladas que ponían de manifiesto la intensidad de sus vidas. Estos detalles sirvieron para despertar mi interés y me animaron a investigar para conocer más sobre ellos. En cierto sentido, puedo afirmar que fueron llamando a mi puerta para contarme algunos de sus secretos.   

Una vez planteado el libro y hecha la selección de autores, llegó la hora de desarrollarlo en profundidad. Detrás de un ensayo de este tipo siempre hay un largo proceso de documentación en el que se recurre a diferentes fuentes. Esta labor ha sido más o menos compleja dependiendo de cada biografía. En el caso de Agatha Christie dispuse de los datos que la escritora quiso contar en su autobiografía o en las entrevistas que concedió, información que hubo que completar investigando sobre aquello de lo que nunca habló. George Trackl planteó otro tipo de dificultades relacionadas con el aura de secretismo que rodeó una vida marcada por los tabúes morales y sociales que vulneró a lo largo de su atormentada existencia.   

Al margen de las sorpresas con las que me he ido encontrando al escribir el libro, debo aclarar que me he querido alejar de la simple relación de anécdotas o narración de detalles escabrosos, aspectos que pueden distorsionar un acercamiento a la personalidad de los escritores protagonistas de sus páginas.   


Como lector, ¿cuál de los autores seleccionados es tu favorito? Y como escritor, ¿con cuál te lo has pasado mejor a la hora de profundizar en sus excentricidades para el libro? 

Son dos preguntas difíciles de responder. Como lector, y puesto a elegir, me quedaría con Dickens, aunque debo decir que Mary Shelley y Emilia Pardo Bazán ocupan un lugar destacado en mi biblioteca. También hay escritores que no me gustan como personas ni como autores. En algunos casos aúnan mi crítica negativa, pero prefiero callar sus nombres. En el libro no he establecido distinciones y a todos los he tratado con el cariño y respeto que merecen. 

En lo que se refiere a la hora de escribir sobre ellos he disfrutado con todos. No puedo establecer categorías. Según avanzaba el libro me he dejado llevar por lo que he ido descubriendo de cada uno de ellos. En algunos momentos me ha parecido que cobraban vida y pugnaban entre ellos para provocar mi asombro. Sensaciones como esas son las que me animan a seguir escribiendo y afrontar nuevos proyectos. Los personajes, ya sean reales o de ficción, entablan un diálogo con el autor.  




Si a algo huele la obra es a amor por la literatura. Se siente en cada página, en cada párrafo. Cuéntanos más al respecto. Qué significa para ti, qué hay de tu adoración hacia las letras en esta obra... 

Debo confesar que de la literatura me gusta todo. Y aunque de mi pasión haya hecho mi profesión, disfruto con cada uno de sus aspectos. Con ello no quiero decir que en el mundo literario todo sea idílico, ni mucho menos. Que se lo pregunten a los escritores que aparecen en mi libro. A pesar de las dificultades que encuentro por el camino, espero no perder la ilusión que me ha llevado hasta donde estoy ahora mismo.   

Creo que cada línea que escribo, no solo de este libro, está impregnada del amor que siento por la Literatura. También por la Historia, con la que comparte estrechas afinidades. Puede que sea una debilidad que no puedo evitar transmitir a mis lectores. Si lo consigo, todo esto habrá merecido la pena, aunque no me preguntes por qué.    


¿Qué autores te gustaría meter en un segundo volumen? ¿Podría haberlo en el futuro? 

Como he comentado, tuve que dejar a muchos escritores en el banquillo por una mera cuestión de espacio. Personalmente, me gustaría hablar sobre ellos en un segundo volumen, pero su publicación depende de circunstancias que no siempre coinciden con los deseos del autor. Desde luego, creo que merecería la pena ahondar en sus vidas y compartir el resultado con todos mis lectores.  


Esta pregunta tiene trampa, porque no está relacionada con el libro, pero no me he podido resistirte a hacértela. Tu novela Rojo en la nieve fue finalista del Premio de Novela de Terror Ciudad de Utrera. ¿Hay posibilidades de que vuelvas al terror en un futuro? 

Soy un gran aficionado al género del terror en la literatura, algo que no me ocurre con el cine: confieso que salvo algunos clásicos, el cine de terror, sobre todo el que tiene que ver con la casquería y el susto fácil, no me gusta. 

Al margen de Rojo en la nieve, he tratado el terror y el misterio en varios de mis relatos, de la misma forma que también me he acercado a la ciencia ficción. Me atrae escribir sobre el tema desde una perspectiva existencial relacionada con algo que escapa a nuestra comprensión racional y que muchas veces tiene que ver con un destino funesto. Me fascinan los mecanismos por los que nuestras rutinas se pueden ver alteradas por el horror, de naturaleza humana o sobrenatural, que de pronto puede cruzarse en nuestras vidas cambiándolas para siempre. Me resulta perturbador intuir que hay al otro lado de la delgada línea que nos separa de nuestros miedos más atávicos. Al fin y al cabo, se trata de realidades paralelas. 

Por supuesto, espero tener la oportunidad de repetir la experiencia de escribir algo que esté a la altura de Rojo en la nieve, siempre y cuando el talento y la inspiración me lo permitan. 


Para terminar, darte mil veces las gracias y hacerte una última pregunta: ¿eres feliz? 

Aunque suene a tópico de mala novela, la felicidad es un término relativo sujeto a las circunstancias. En lo que a mí respecta, soy feliz a ratos, cuando la vida lo consiente.  

Gracias a vosotros por permitirme compartir estas reflexiones. Un auténtico placer



Chica Sombra

13 comentarios:

  1. Hola! No lo conocía así que muchas gracias por la entrevista, el libro pinta bien!

    Un saludo!

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    1. ¡Gracias a ti por tu comentario! La verdad es que el libro es una maravilla, y Garvi un tipo majísimo, sí.
      ¡Un saludo!

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  2. ¡Hola!
    No conocía al autor y el libro me parece muy interesante. Gracias por presentarnoslo.
    Besitos :)

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    1. ¡Gracias a ti por comentar! Me alegra habértelos descubierto.
      ¡Besos! :) :)

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    1. ¡Muchísimas gracias! Me alegra que te haya gustado :D
      ¡Besos!

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  4. Súper interesante, me encantan este tipo de entrevistas.

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  5. Muchas gracias por esta fantástica entrevista

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  6. Muchas gracias por la entrevista :-) Al libro le tenía echado el ojo :-)
    Un beso.

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    1. No lo dejes escapar, porque es un librazo.
      ¡Muchas gracias a ti por pasarte!
      ¡Besote!

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  7. ¡Muchísimas gracias a todas por pasaros! Me alegra que os haya gustado tanto la entrevista. Intentaré traer más, sobre todo, de autores cuyos libros voy reseñando por Chica Sombra.
    ¡Abrazos y besos, sombritas!
    :) :)

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