Teatro: Los despiertos

Sinopsis:

Escaparse de la realidad y soñar despierto. Dormir para escapar de lo real. Despertarse y trabajar. Y trabajar hasta volver a dormir, cada día. Un día y otro. Que otros sueñen por nosotros, a nosotros no se nos permite, no podemos, no hemos sido elegidos. ¿No nos ves? Míranos. Si soñamos, nos daremos contra la pared con fuerza, porque soñar, simplemente no está a nuestro alcance. Y la pared de lo diario es dolorosa. Así que, mejor reír y conformarnos. Y seguir trabajando hasta volver a dormir. Un día y otro. Estar despierto mientras duermes, tiene sus ventajas. «Morir, dormir, tal vez soñar…”: Hamlet, de William Shakespeare. Despiertos, podemos ver lo que soñáis, mientras lo limpiamos todo para que lo encontréis como nuevo al día siguiente. Un día y otro. Todo estará como nuevo, para que podáis volver a ensuciarlo con vuestra realidad del día a día. Un día y otro. Lo limpiaremos todo, también nuestros pasos. No quedará ni rastro de lo que fuimos cuando ya no estemos. ¿A quién podría importarle? Menos mal que nos queda la risa. Y juntos, soñando despiertos, con lo que podría haber sido, parece que el tiempo pasara un poco más deprisa. Y al final, incluso después de las noches más largas, un día y otro, siempre vuelve a salir el sol.

Opinión personal de Santy Portela:

Ayer asistí al Teatro del Barrio a ver la obra “Los Despiertos”, escrita y dirigida por José Troncoso, y la verdad es que salí encantado del teatro. Me pareció una obra maravillosa que mezcla a la perfección la comedia con la parte justa de amargura.

Tres barrenderos nocturnos que trabajan y barren. Y, mientras trabajan y barren, recuerdan y cavilan sobre su existencia, sobre su vida, sobre las decisiones que tomaron y las que no. E invitan al espectador, como si fuésemos un barrendero más de su cuadrilla, a acompañarles en su cansado trabajo. Y, mientras trabajan y barren, nos dejan reflexiones profundas y que tocan hueso en el alma: “Hay que trabajar. Siempre trabajar. Porque, sino trabajo, ¿qué hago yo?”.

“Los Despiertos” parece beber del teatro del absurdo y de Samuel Beckett, de Valle-Inclán y su esperpento mezclado con las chirigotas; con unos personajes (Fino, Mediano y Grande) que recuerdan al clown, al payaso interno; cada uno con su carácter diferenciado, cada uno con un modo de moverse y de barrer característico; cada uno con un modo de enfrentarse a su quehacer diario de una manera distinta. El trabajo de los intérpretes (Alberto Berzal, Israel Frías y Luis Rallo) es para quitarse el sombrero. Una escucha en escena soberbia, un estar en el aquí y el ahora que te impide desconectar porque como te distraigas un segundo seguro que te pierdes algo vital. Y, sobre todo, unos personajes tan bien creados, tan absurdos que limitan con la realidad.

Hay críticas mordaces al consumismo, al capitalismo, a la vida moderna en la que la gente en vez de trabajar para vivir, vive para trabajar; al maltrato y la violencia machista. Todo ello disfrazado con un humor fresco y algo negro.

“Los Despiertos” es una obra inclasificable, donde abundan las reiteraciones, el juego de palabras y las chanzas entre los tres barrenderos.

Le comentaba a mi acompañante al salir que es la típica obra que si llega a durar más se haría larga. Lo sigo creyendo. Dura lo justo para no acabar siendo repetitiva o pesada.

Entrando un poco en los detalles, el espacio escénico es simple y práctico a la vez, ese cubo de basura rodeado de la basura de la ciudad y que los barrenderos más que limpiar se encargan de transformar, de esparcir y cambiar. El espacio sonoro acompaña muy bien a la obra, sin opacar. Hay obras en las que el sonido tiene que tener un peso más profundo, aquí yo creo que más bien sirve para llevarnos de la mano en este viaje.

Para terminar, solo quiero dar mi enhorabuena a todo el equipo de la obra y al Teatro del Barrio por regalarnos esta obra que, enmascarada en un comedia, nos hace meditar en si de verdad estamos viviendo. Muchas gracias.

Si queréis asistir, os dejo el enlace a la web del teatro: https://teatrodelbarrio.com/los-despiertos/