★★★ Enfrentarse al miedo es posible, ganar, no siempre ★★★

¿Has imaginado alguna vez entrar a otro mundo?

Fobos consigue internarte en una esfera subterránea, desconocida, aterradora, donde un grupo de personajes se ve atrapado en una dimensión paralela de la cual le resulta imposible salir.

Frente a un derrumbe en la estación Landungsbrücken, y el recorrido fantasmal del metro que los lleva a ninguna parte, estos pasajeros no saben si lo que están viviendo es real o ficticio, y buscan explicaciones en medio de tuberías llenas de roedores, escaleras que suben y bajan y nunca terminan, entes del pasado que vuelven evocados por el miedo y los sueños, preguntándose si acaso todo aquello no es más que una broma para un reality show o un juego macabro.

Amenazados por un gas misterioso, la intriga se traslada al exterior, donde el jefe de la Central de Defensa contra Catástrofes de Hamburgo intenta salvarlos, luego de descubrir el secreto que encierra dicha catástrofe urbana, aunque la realidad manejada por este resulta tan frágil y vacilante como las visiones de los atrapados.

Fobos es una historia que va y viene por distintos espacios, niveles y tiempos, y que te seducirá desde el inicio.

He tardado bastante tiempo en leerme este libro, pero no por su extensión (más de quinientas páginas) ni porque no me ha haya gustado; al contrario, lo he disfrutado mucho. Simplemente, es una de esas historias que hay que ir paladeando poco a poco, con una de esas tramas que cuentan mucho, donde todos sus personajes son protagonistas y hay que ir conociéndolos pausadamente. 

Todo comienza con una explosión en los túneles de metro de Hamburgo, ciudad donde ocurre toda la historia. Hans, el jefe central de Defensa contra Catástrofes, se persona en el lugar, aunque estaba a punto de tomarse unas vacaciones junto a su familia, que se va sin él a Venezuela. Mientras trata de averiguar qué ha ocurrido y de rescatar a los ciudadanos atrapados, empezará a tener extrañas visiones, sobre todo de Fobos, el dios del miedo, un ser con fuego en los ojos.

A su vez y paralelamente, nos  pondremos en la piel de los trece pasajeros atrapados en una de las estaciones. Trece personas, incluidos dos niños, que tendrán que enfrentarse también, en solitario, a cada uno de sus miedos, a su mayor temor, a la peor de sus pesadillas.

Como veis, la trama tiene varios narradores, algo que me ha gustado, pues sabemos qué piensa y qué le ocurre a cada personaje desde su propio punto de vista. Incluso me ha gustado saber qué está pasando bajo tierra, y también en la superficie.

El autor es latino, pero a mí no me ha importado en absoluto a la hora de leer, pues me pasé toda la infancia viendo telenovelas y estoy muy habituada a sus expresiones; sin embargo, sí tengo que reconocer que, al principio, me liaba un poco con los nombres y apellidos alemanes y no sabía quién era quién. Pero vamos, me duró solo un par de capítulos la confusión. 

En definitiva, una historia donde los miedos son los protagonistas, donde solo el que se enfrente a ellos saldrá con vida. Además, me ha encantado el final, pues me ha parecido original y realista (realista respecto a la historia, obviamente). De los personajes, me quedo con Klaus y María y con su bonita historia.

Recomendado.