viernes, 9 de septiembre de 2022

Teatro: No soy tu gitana


Sinopsis:

Monólogo teatral en el que se deconstruye la histórica imagen pública de las mujeres gitanas desde 1499 hasta hoy, ese estereotipo que obedece a unas lógicas patriarcales, machistas, de dominación. No soy esa gitana construida por las mentes de los poderosos: hombres, payos, católicos… a través de las leyes que han perseguido nuestra identidad y a través de la ficción promovida por la cultura dominante. No soy ni Preciosa ni Carmen ni Esmeralda ni Zemfira. Tampoco soy la gitana que te muestran a través de la telebasura.

Estas creaciones de vuestros payos tienen una consecuencia real y directa en nosotras, impactan en nuestra vida y la destrozan. A mí, a nosotras, vuestros tópicos estereotípicos me afectan directamente en mi vida cotidiana.

Rompamos el círculo vicioso y maléfico en el que Preciosa, Esmeralda, Carmen y Zemfira, construidas por hombres payos, ocultan con su fascinante poder invocador a las gitanas reales, de carne y hueso. Este pensamiento crítico nos hará más felices a todas, las mujeres gitanas han resistido 600 años de legislación antigitana y machista, hemos desarrollado estrategias válidas para la lucha feminista actual.


Opinión personal de Santy Portela:

Bienvenides a Chica Sombra.

Ayer asistí al Teatro del Barrio para ver “No soy tu gitana”, de Silvia Agüero y Nüll García.  

Cuando Tamara nos pasó la nota de prensa de la obra enseguida captó mi atención. He de admitir que acabo de leerme la obra “La higuera de las gitanas” de Noelia Cortés y me dejó bastante impactado. 

Lo primero a destacar es el trabajazo que hay detrás de documentación. Que sí, hay muchas bromas y muchas risas, porque Silvia Agüero lo cuenta todo de una manera muy natural y con mucho desparpajo, pero también hay una historia vital detrás que se basa en datos. Comienza en 1499 y se llega hasta nuestros días, deconstruyendo muchos mitos falsos y prejuicios sobre las gitanas. 

Y es que tenemos que enfrentarnos a una realidad de la que somos poco conscientes: el antigitanismo machista imperante en el que hemos crecido y del que formamos parte, aunque nos pese. 

Tenemos una visión de las gitanas basada en personajes como Preciosa, Carmen, Esmeralda o Zemfira que no es fiel a la realidad, basada en estereotipos y clichés racistas y misóginos. Eso es lo que “No soy tu gitana” quiere hacernos ver y comprender. Y también la resistencia que las mujeres gitanas llevan seiscientos años haciendo. Una lucha que todavía debe extenderse en el tiempo. 


Se trata de un monólogo dinámico, divertido y con ese poso de incomodidad tan necesario. Había momentos en los que mi risa denotaba cierto nerviosismo porque el mensaje me calaba y me resultaba “incómodo”. Ahí está el quid de la cuestión de esta obra, creo yo: el hacer sentir al público esa incomodidad, esa llamada de atención: somos racistas antigitanas, toda la sociedad lo es. Hemos crecido usando expresiones que denostan e insultan a las gitanas, hemos crecido en una sociedad que las equiparan continuamente con malas personas, con hechiceras y ladronas, hemos crecido y juzgado a todo un pueblo basándonos en clichés y prejuicios. La obra no deja títere sin cabeza, y así debe ser. 

Silvia Agüero hace un papelón. Conozco el mundo de la interpretación lo suficiente, que para eso estudié arte dramático, como para saber lo difícil que es plantarse durante más de una hora sin descanso en el escenario y no perder ni un ápice de energía. Cierto que hay momentos en los que me daba la sensación que se encontraba algo más fuera, cuando tocaba dar información más basada en el dato puro. Y creo que el momento en el que se narra el horrible episodio del genocidio gitano pedía tal vez un desgarro mayor, que contrastara más con el tono general del monólogo. Pequeños detalles sin más, porque su trabajo es de diez. 

Hablando con mi amiga Lúa, que me acompañó a ver la obra, coincidimos en que se notaba el trabajo actoral con Pamela Palenciano por el tono y el ritmo del monólogo. 

“No soy tu gitana” es una obra que muestra verdades como puños ocultados a lo largo de la historia por la sociedad, que hace reír a carcajadas, que nos saca de nuestra zona de confort, que nos enfrenta a la realidad antigitana imperante y de la que formamos parte. 

Obras como esta son más que necesarias, son vitales. 



2 comentarios:

  1. ¡Hola! Pues me parece interesantísima. Un besote :)

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  2. ohhh que orgullo que tengas como redactor a Santy Portela, para mí un escritor que tiene mucho que dar a hablar. Pienso como Santy, esta es una de esas obras vitales. Abrazos

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