Teatro: A protestar a la Gran Vía



Autor: Alfonso Mediguchía
Director: César Maroto (compañía Yllana)
Elenco: Patricia Estremera y Alfonso Mendiguchía

Sinopsis:

Pensar una cosa, decir otra y hacer la contraria es un ejercicio de equilibrismo mental al alcance de pocos. Hay quien lo consigue, al resto siempre le queda ir A protestar a la Gran Vía.

Puede que el rasgo más apasionante del ser humano es su capacidad para ser absolutamente incongruente, pero, sin duda, el segundo y aún más inquietante, es su incapacidad para darse cuenta de ello. Al fin y al cabo, los errores nunca son culpa nuestra. Todos ellos se deben a ese colectivo tan omnipresente como enigmático que es… la gente. Un colectivo en boca de todos, pero absolutamente inaprensible. La gente tal, la gente cual, es que la gente, menuda gente… ¡joder con la gente! Nosotros, en nuestro afán por ser absolutamente humanos, vamos a explorar las esquinas de nuestras incongruencias parapetándonos precisamente en la gente. Y, por supuesto, en su enorme talento para la protesta, que ya se sabe, otra cosa no, pero quejarse, ¡se queja mucho la gente!


Opinión personal:

Agosto, calles vacías, sabanas sudadas y el ventilador haciendo horas extras. Una caña fría, aire acondicionado como refugio, y jueves de estreno en el Teatro Lara. Hoy toca “A protestar a la Gran Vía”, escrita por Alfonso Mendiguchía, y dirigida por César Maroto (compañía Yllana).

Dos sillas, una puesta encima de la otra, varias cajitas por el escenario. El fondo es blanco, igual que una cortina rasgada a la derecha. Dos vinilos, Edificio Telefónica y Edificio Grassy, los dos pintados de blanco, con el cielo en azul oscuro. Entran los actores en acción; él con camisa beige, corbata y pantalón azul, ella con un bonito mono azul. Todo está listo, la sala está llena, se palpan los nervios, que comience el espectáculo.

La gente, “es que a la gente le gusta mucho criticar, menuda es la gente”. Una obra trepidante de principio a fin, con un ritmo vertiginoso,  frenético, dejándolo todo en cada historia. Desde la cola en el museo del Louvre de París, hasta la Torre Eiffel. Una pareja pidiendo en la calle, hasta una loca y divertida centralita de teléfono, donde se desdoblan de una manera maravillosa en varios personajes. Situaciones absurdas, cotidianas, contada de una manera brillante, que no te dejará indiferente. Un dúo compenetrado, rápido, trabajado, que transmite en el escenario, enganchando una frase con otra, dejándolo todo en cada instante, sin darte un respiro. 

Solo me queda dar la enhorabuena a Patricia Estremera y Alfonso Mendiguchía por este gran trabajo. Bueno, sin olvidar una cosa… todo los jueves a las 20:15 en la Sala Lola Membrives, no os la perdáis, merece la pena. 
PD: Yo hubiese salido a protestar con vosotros. 


Unknown

4 comentarios:

  1. Hola! Pues la verdad es que tiene muy buena pinta, ojalá pudiera verla.

    Un saludo!

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  2. Tiene muy buena pinta, que penita que en Burgos casi no traigan teatro con lo que me gusta!!!

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  3. Creí que de mi boca no saldrían jamás estas palabras: no puedo con más teatro!! Aún no ha acabado el Festival de Olite y comenzamos el 1 de julio en Almagro...no, no puedo más!!!! Pero se que cuando me vaya de vacaciones y vuelva despejada querré ir pronto al teatro, jaja.

    Para septiembre!
    Besos 💋💋💋

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  4. hola! los compartimos en el muro que para eso esta, para que se vean. muchisima suerte!!!!!!!!!saludosbuhos argentinos.

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