Encuentro con CJ Tudor en la librería Cervantes de Madrid


El grupo editorial Penguin Random House ha tenido el detalle de invitarnos al encuentro con la escritora británica C.J Tudor, en el que presentaba su novela El hombre de tiza, una publicación que ha alcanzado una enorme popularidad entre los lectores y que desde Chica Sombra ya hemos tenido el placer de reseñar.

Hablar de El hombre de tiza es constatar que se puede escribir sobre thriller, misterio o terror y alcanzar una gran difusión en el mercado. Su historia utiliza elementos muy atractivos para el público actual, donde se ha llegado a comparar su obra con IT, del gran escritor de Maine, o con la serie Stranger Things. La preciosa librería Cervantes, ubicada en la popular Calle del Pez de Madrid, ha sido el lugar escogido para recibir a una de las escritoras de moda con una gran asistencia de público. 

Conocer a CJ Tudor en persona me ha llevado a la conclusión de que es una mujer abierta y cercana, algo muy de agradecer. Además, he apreciado también un gran ejercicio de sinceridad cuando ha contestado a la preguntas en relación a sus similitudes con Stephen King, donde sin esconderse en ningún momento, ha reconocido que ha querido homenajearle, en cuanto estilo o detalles dentro la novela, pero a continuación nos ha dejado claro, taxativamente, que ella también tiene su estilo y su voz interior a la hora de crear y escribir, una contestación que me ha gustado, ya que me ha demostrando que tiene una fuerte personalidad.

Durante una hora aproximadamente, nos ha ido contestando a todas nuestras preguntas, en las que me gustaría destacar algunas respuestas y afirmaciones que ayudarán a conocer mejor su vida y su personalidad.

En primer lugar, nos relata que ha tardado diez años aproximadamente en alcanzar el reconocimiento de su trabajo, con el éxito de esta publicación. Durante todo este tiempo, ella ha llegado a trabajar paseando perros mientras veía como muchas de sus creaciones eran constantemente rechazadas por los editores. También nos cuenta que su destino cambió al visitarla la musa, una tarde en la que jugaba con su hijita de dos años, en la puerta de su casa, con un cubo de tizas, a juegos como el clásico del ahorcado. La magia de la creatividad llegó cuando al anochecer descubre que esas caras de tiza que habían dibujado en el suelo, han tornado a un tono más turbio y oscuro, al ser reflejadas ante la luz artificial. En ese brillante momento le vino la idea a la autora para desarrollar esta gran historia, lo que me lleva a cuestionarme lo siempre curioso que es conocer como se gestan siempre este tipo de trabajos con tanto éxito.

La escritora inglesa nos ha facilitado varios detalles en relación de cómo ha trabajado en la creación, afirmándonos que se ponía a escribir durante los pocos momentos que tenía libres, ya que ella tenia que compaginar su pasión con su trabajo, su pareja y su hija, algo siempre complicado para cualquier autor que no puede dedicarse a escribir en  toda su plenitud.

Me ha gustado mucho una reflexión que ha compartido con nosotros, donde indica que los niños, al igual que los protagonistas de la novela, no tienen una vida color de rosa, sino que todos guardan traumas y oscuros secretos a los adultos, algo con lo que siempre he estado muy de acuerdo. 

También he tenido el gusto de realizarle una pregunta, en la que, al compararla como una digna heredera de la escuela literaria oscura británica, como lo es por ejemplo Rampsey Cambell, si ella tenía algún referente literario de su país, a parte del norteamericano Stephen King. A esto me ha indicado escritores como Michael Marshall, el autor de la novela de Clones (que en su día me gustó mucho a mí también, por cierto) o James Herbert.

También es digno resaltar los gustos que tiene fuera de la escritura, ya que se ha presentado con una camiseta de los Goonies, además de contestarnos que la banda sonora que utilizaría para su libro serían los Smiths, The Cure o canciones como A perfect day del gran Lou Reed (muy buen gusto musical).

Como conclusión final, me quedo con que CJ Tudor ha conseguido llegar a la gente por mucho elementos como puede ser su pasión por la literatura, su gran habilidad en contarnos historias y, sobre todo, por vivir una vida similar a la de todos nosotros. Quizás esta es una de las claves para hacer buena literatura popular.

Al final de la rueda de prensa nos han invitado a vino y queso, donde hemos pasado un rato muy agradable y donde, por cierto, me han regalado también El chico que nunca llamó, de Rosie Walsh, editado por Plaza y Janés. Muchas gracias de corazón por ello.


Chica Sombra

3 comentarios:

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