Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid




El artículo de hoy va a estar escrito más desde el corazón que desde la cabeza, situación por la que pido disculpas de antemano a todos los lectores de Chica Sombra, por omitir en esta ocasión un estilo más técnico o periodístico, en defecto de recursos más cercanos a la nostalgia.

El Museo Nacional de Ciencias Naturales se encuentra en frente del emblemático Paseo de la Castellana, a muy  pocos metros del Hotel Continental, haciendo gala de una estructura metálica, inspirada en la obra del ingeniero francés Polonceau, que además presume de disponer de una bella cúpula en su parte central.

El edificio, que comenzó a construirse desde finales del siglo XIX, comenzó a ser sede para este museo desde 1907, con una particularidad muy notable, que es la de acoger también a la escuela de ingenieros industriales, convirtiéndose en un centro lleno de interés y solera.

Seguramente este lugar ha perdido importancia con el paso del tiempo, debido a la inclusión de documentales, revistas especializadas y otros formatos audiovisuales que ahora son más cercanos al ciudadano, en detrimento de este centro que nos evoca  a una época más ligada a exploradores y aventureros.

La primera vez que lo visité tendría cerca de cinco años y os aseguro que su visita caló muy hondo en mi memoria.  Recorrer sus pasillos, donde casi puedes hasta oler su presencia, y visualizar a esqueletos de dinosaurios, fragmentos correspondientes a nuestros antepasados homínidos o una ingente cantidad de muestras biológicas de nuestra fauna o entorno, fue una experiencia inolvidable que alimentó mi pasión por aprender y amar la bio-diversidad que nos rodea. 

Hoy ha vuelto a ser día muy especial, puesto que he decidido llevar a mi pequeña por primera vez en su vida a este edificio, para que ella comience a recibir estímulos que alimenten su curiosidad. A lo largo de toda la visita, quizás se ha asustado un poco ante aquellas figuras esqueléticas gigantes de mamuts o Diplodocus, donde me he dado cuenta que sus ojos no daban crédito cuando se ha puesto frente a frente junto un hombre de Neanderthal, pero también la he visto disfrutar enormemente cuando ha presenciando la diversidad de nuestra fauna. Estoy totalmente convencido de que todos estos estímulos quedarán impregnados en su retina y alimentarán esa maravillosa curiosidad que poseen todos los niños.

El museo sigue custodiando las más importantes colecciones de Historia natural de España y sigue disponiendo de un potente equipo humano repartido en tres áreas: Investigación, Colecciones y Exposiciones y Programas públicos.

La organización a la hora de visitar el museo es muy interesante y está repartida de la siguiente manera:

-Biodiversidad y Biología evolutiva
-Ecología evolutiva
-Paleo biología 
-Geología 
-Bioquímica y ecología Microbiana
-Biogeografía y Cambio Global

En la actualizad, podemos ver una variada exposición permanente, con una gran cantidad de muestras que harán de las delicias de los asistentes. Además, tenemos una sala de meteoritos procedentes de todo el globo y un almacén ¨visitable¨ donde se puede ver poco más del 2 % de la colección biológica (998 Aves y 204 mamíferos). Si esto fuera poco, dispone de un jardín de piedras con rocas y troncos fosilizados y un jardín mediterráneo, que es un recreación de ambientes botánicos.

También me he llevado la grata sorpresa de saber que dispone de varios talleres muy enfocados a los más pequeños. 
Hoy me he reencontrado con mi pasado y con la nostalgia en estado puro y, sinceramente, la experiencia es fantástica. 



Uno de los detalles que no puedo omitir de esta visita, es la presencia de la recreación de un homínido evolucionado de la especie reptil, que  vendría a ser lo que hoy conocemos como un reptiliano, muy presente en la ciencia ficción y otros aspectos más cercanos a los programas de misterio. Esta recreación me impactó mucho de pequeño y ha sido muy agradable encontrarme de nuevo ante ella después de tantos años.

Como punto final, recomiendo este lugar a cualquiera, pero especialmente a los padres y madres, puesto que sus pequeñas y pequeños vas a pasar un día inolvidable.


Chica Sombra

6 comentarios:

  1. ¡Hola, guapa!
    No soy muy fan de los museos pero sí es verdad que este me ha parecido absolutamente interesante. Si tuviera la oportunidad de ir, no lo dudaría. Me alegra muchísimo que haya sido una experiencia maravillosa para ti (por segunda vez) <3
    ¡Un besito!

    ResponderEliminar
  2. Hola! Ay me encantan este tipo de museos y de exposiciones, así que me o apunto sin duda para mi próxima visita a Madrid! Un saludo

    ResponderEliminar
  3. Mira a mi esto si que me gustaría visitarlo, queda anotado para el siguiente finde que pase allí
    Un beso!

    ResponderEliminar
  4. Yo he estado en el museo de Historia Natural de Londres, pero precisamente en el de Madrid no. Y por lo bien que has hablado creo que merece la pena, me alegro de que lo disfrutaras con tu pequeña ;)

    Besitos

    ResponderEliminar
  5. Hola! Parece muy chulo. Yo fui al de Nueva York y es impresionante.

    Un saludo!

    ResponderEliminar
  6. Yo fui hace años y mis hijos han ido varias veces con el cole. Un beso

    ResponderEliminar

Susúrranos entre sombras lo que te ha parecido la entrada...