Dino Expo XXL, o cómo vivir entre dinosaurios


Hace poco vi uno de esos super científicos estudios que Facebook nos muestra sobre que las personas más inteligentes suelen tener obsesión con los dinosaurios. Tras el abrumador empirismo del asunto me dio por pensar, ¿es que acaso a alguien no le gustan los dinosaurios? En fin, que a mí siempre me han encantado, aun recuerdo aquella tarde en la que con solo cinco añitos fui con mis primas al América Multicines (cerrado en la actualidad) a ver aquella peli que tuvo cierta trascendencia: Jurassic Park. Y aquí en casa no soy la única que tiene debilidad por esos animalitos que poblaban nuestra tierra hace unos cuantos millones de años, por lo que cualquier cosa que tenga que ver con ellos, a nosotros nos encanta.

El pasado jueves 15 de octubre, tuve la suerte de ir en nombre de Chica Sombra a visitar Dino Expo XXL aquí en Málaga, una exposición con más de un centenar de dinosaurios. La expo se sitúa en unas grandes carpas que ocupan parte del recinto ferial de la ciudad. Y allá que fui con mi pareja y mi hija a disfrutar de una chulísima experiencia en familia.



¿Nos gustó? No. ¡Nos encantó! Para ser una expo pequeñita y a un precio tan asequible tiene bastantes cosas. Tras pasar la taquilla, lo primero que haces es entrar a una enorme carpa donde están todas las réplicas. Encontramos dinosaurios pequeñitos, otros gigantes, madres en nidos con sus huevos, un precioso bebé dino saliendo del cascarón, esqueletos a escala... Pero lo primero que llama la atención, porque es imposible no verlo, es un precioso Diplodocus en todo el centro de la entrada que nos dio la bienvenida.

Después pasamos junto a una familia de Utahraptors, aunque gracias a Michael Chrichton, autor de Jurassic Park, para nosotros siempre serán velociraptores. Para quien no lo sepa, los velociraptores eran dinosaurios un poco diferentes al que se nos muestra en las pelis. Eran mucho más parecidos a las aves e incluso tenían plumas. Chrichton se inspiró en los Utahraptors y en un estudio de John Ostrom sobre ellos para crear a los de su novela, pero prefirió usar el nombre de los velociraptores porque según sus propias palabras era un nombre más “dramático” y quedaba mejor. El caso es que me encantó verlos y Julia casi nos pide adoptar al pequeñín que estaba saliendo del huevo.


Los esqueletos a escala siempre me llamaron mucho la atención, y en esta expo podemos encontrar un gran esqueleto de Spinosaurus (es el bicho enorme que sale en Jurassic Park III) que no deja indiferente a nadie.


Una de las cosas que más me gustó a nivel visual fue ver frente a frente a dos Tyranosaurius Rex que parecían estar a punto de librar un épico duelo de titanes en pleno movimiento. Y es que todos sabemos que el Rex es el rey de los dinosaurios, y no podían faltar.



Una sorpresa que nos encontramos fue que podías hacerte una foto dentro de una boca de Tyranosaurio, algo que no se ve todos los días. Y, en efecto, nos faltó tiempo para ponernos a hacer el payaso.


Pasamos después a la sección de la Edad de Hielo, donde encontramos ya a seres humanos de la era prehistórica conviviendo con criaturas como mamuts, dientes de sable, el siempre adorable pájaro dodo, y lobos, osos y rinocerontes de la época. Y sí, no pude evitar pensar en Manny y Diego (Ice Age) al ver a estos dos:


¡Y qué grata sorpresa y emoción para unos fans como nosotros al encontrarnos la cabeza a tamaño real del Tyranosaurio Rex que Spielberg usó en la primera peli de Jurassic Park! He visto tantas veces esa película, que ver esa cabeza era como ver a un famoso.


Pasamos después a una parte más de ocio, con un cine que proyectaba un documental sobre dinosaurios y la exposición, unos dinosaurios en los que los niños se podían montar (pero a mi hija le dio un poco de mal rollo, y aún le queda un año para la edad que ponía como permitida), y puestos para comprar palomitas y otras cosas para picar y un puesto de merchandising con muchísimos dinosaurios de juguete.

Después pasamos a otra carpa que me habría hecho infinitamente feliz cuando era pequeña, en la que unas réplicas de fósiles se encuentran medio enterradas en arena y los niños juegan con las brochas que hay a su disposición a ser paleontólogos y desenterrar huesos. En serio, los niños podían estar ahí horas y horas. Tuvimos que sobornar a mi hija con palomitas para poder irnos después de estar allí MUCHO tiempo.




Y, tras esto, vimos que había otra carpa más y allá que fuimos. Toda una zona infantil con castillos hinchables dedicada a que los más pequeños terminaran de agotar sus energías saltando y jugando entre dinosaurios blanditos y unas luces de lo más alocadas, con un total de cuatro castillos hinchables diferentes.

En resumen, que es un lugar perfecto para echar una tarde en familia de lo más entretenida y completa. Los niños se lo pasan de lujo y los que no somos tan niños pues también, para qué engañarnos. 

La exposición estará aquí en Málaga hasta el día 2 de diciembre, así que aconsejo a todo el que le pille cerca que no dude en acudir a este evento tan chulo que tenemos en la ciudad. De lunes a viernes lo tenéis disponible de 17h. a 21h. y los fines de semana de 11h. a 21h. ¡Ya podéis estar yendo! 




Chica Sombra

3 comentarios:

  1. Que chulada! Gracias por compartir la experiencia. Me alegra que disfrutarais.

    Un saludo!

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  2. Se ve que lo pasasteis fatal, demasiado sufrimiento, jajaja.
    BEsos.

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