Teatro: Me quiere, no me hiere + Entrevista a Sandra Roma



He estado algo desaparecida de la web debido a unas frenéticas semanas que han tenido un poco de todo, pero aquí estoy para hablaros de una obra y un proyecto que tuve el placer de disfrutar el mes pasado y que, hasta ahora, no me ha sido posible compartir.

El 9 de mayo el Teatro Cánovas de Málaga acogió a un gran número de jóvenes para llevar a cabo un precioso proyecto de aprendizaje y visualización. Los Buenos Tratos es un precioso y necesario proyecto llevado a cabo en colaboración con la Universidad de Málaga que, cada año, desde hace unos poquitos, realiza una nueva obra dirigida a jóvenes de instituto para ayudarlos a entrar en contacto con información más que relevante en estas edades, a visibilizar para ellos problemas que podrían estar normalizando, y a enseñarles cómo pueden afrontarse estos hechos o cómo ayudar a alguien que los esté padeciendo.

Entre este campo de hormonas y juventud, nos colamos mi madre y yo cuando nos invitaron a ver la obra de este año, Me quiere, no me hiere, de la que disfrutamos muchísimo ambas, y que nos hizo saltar alguna lágrima a la par que muchas sonrisas. 
Y, como no me quedo tranquila sólo trayendo mi opinión, he conseguido que una de las actrices que componen el elenco de esta obra nos contestase a una pequeña entrevista para Chica Sombra; que os dejaré después de mi opinión :) 


Previamente a la obra en sí, se nos puso un vídeo que explicaba al público el proceso de creación de la misma, con imágenes divertidas de sus actores en ensayos y en debates con profesionales. También se explica todo el proyecto en sí y todas las instituciones que colaboran en él. Además, explican por qué elegir a estudiantes para enseñar a estudiantes más jóvenes lecciones como estas; y es que, es sabido por todos los que hemos sido jóvenes alguna vez, que a quien menos escucha un adolescente es a un adulto.

Este vídeo, para ser sincera, fue lo que menos me gustó. Para empezar, porque se me hizo bastante largo y tedioso, por lo que no me puedo imaginar lo que les pareció a la caterva de adolescentes allí presentes, escuchar durante tanto rato a adultos explicándoles lo que iban a ver a continuación y por qué era tan importante escucharlo. Además, la calidad del audio e imagen no era muy buena, por lo que podía, incluso, resultar molesto. Si me pidieran consejo, eliminaría el vídeo o lo haría mucho más corto y dinámico.

Sin embargo, ese principio un poco bajonero, da paso a una obra que nos toca el corazón desde el minuto uno, por lo que ese mal sabor de boca se pasa enseguida. 
Me quiere, no me hiere es un compendio de varias escenas independientes que trata diversos temas dentro del maltrato. Y es que el maltrato es algo tan amplio y tan generalizado, que para hablar de ello podríamos estar horas y horas tratando el tema desde un sinfín de puntos. Los jóvenes actores y actrices nos muestran desde escenas de juicios y leyes injustas, a parejas que no tienen claro el significado del consentimiento o nos da una lección sobre micromachismos.

El elenco, a pesar de no ser profesional, estuvo de lujo; sabiendo transmitir a la perfección en cada momento lo que la escena requería. Llegando a sacar sonrisas, risas y también lágrimas. Para mí, de lo mejor de la obra, sin duda alguna.


Y, para concluir, una de las cosas que más me gustaron fue que, al finalizar la obra y tras el saludo de los actores hacia el público, todo el elenco se sentó al borde del escenario, cara a cara a los espectadores, para dar paso a una charla, debate o tanda de preguntas que conectasen a emisores y receptores. Una grandísima oportunidad para ver si el mensaje ha calado, para que los jóvenes pudieran preguntar sus dudas, para que personas agradecieran el trabajo del que acababan de ser testigos. Un momento mágico, sin duda, que me quedé con ganas de ver entero; tuve que irme por temas personales, ya que llegaba tarde a un sitio. En esta ocasión, por ejemplo, varios de esos jóvenes hablaron de que durante la obra no se hablaba de que las mujeres trans también sufrían el machismo y la discriminación tanto o igual que las mujeres cis. El elenco, super acertado, les dio la razón, hablaron sobre la diferencia entre cis y trans, sobre las TERFs que ensucian la lucha feminista, y prometieron que en la obra del año que viene este tema sería incluido. Esto me pareció realmente una maravilla. ¿Hay algo más interactivo que una obra en la que el espectador pueda decidir los temas a tratar?

Sin duda, quitando el vídeo del principio, solo tengo buenas palabras para Me quiere, no me hiere, y para todo el proyecto de Los Buenos Tratos. Fue, sin duda alguna, todo un placer asistir. 

Lo peor: el vídeo del principio.
Lo mejor: el mensaje, la naturalidad de los actores y la charla post obra.


Bien, pues dada mi opinión, os dejo con la entrevista que hice a Sandra Romero, actriz, periodista y youtuber, también conocida como Sandra Roma. La encantadora Sandra es una de las actrices que dieron voz y cuerpo a este proyecto, en el que lleva participando varios años. Y aquí las palabras que compartió conmigo para hablar de Los Buenos Tratos y de la obra de este año, Me quiere, no me hiere.

Bienvenida a Chica Sombra, ¿cómo es un día normal en tu vida?

Mi día suele empezar con una rutina bien temprano para ir a trabajar con caminata de una hora, pero una vez que salgo a mediodía es una aventura total. Aunque ahora el TFG y la edición de algunos vídeos para Youtube que tengo pendiente de subir me intentan atrapar frente al ordenador, siempre me invento alguna escapada improvisada para amenizar. Así que un día en mi vida podría resumirse en escribir, buscar información, editar y lo que surja. 

Como actriz que ha participado en él, ¿podrías explicarnos un poco en qué consiste la campaña Los Buenos Tratos?

La campaña Los Buenos Tratos es sensibilización, visibilidad, prevención y educación. Es una manera de luchar contra la violencia de género desde el escenario, jugando con la interpretación y exponiendo casos habituales machistas, datos reales, declaraciones de personajes con gran relevancia social, situaciones cotidianas e información en general sobre qué es violencia de género y por qué hay que acabar con ella. 
Es un tú a tú, ya que está protagonizada por jóvenes y dirigida para adolescentes y la juventud en general, lo que hace que el mensaje sea más efectivo que si lo cuenta un adulto o persona de autoridad. Es una forma dinámica y divertida de mostrar la realidad en la que vivimos para abrir los ojos y educar en igualdad.

El elenco que participa en el proyecto no está compuesto por actores o actrices profesionales, sino que sois estudiantes de diferentes titulaciones unidos en un mismo proyecto los que salís a escena a dar forma a esta obra. ¿Cómo es esta preparación para salir a un escenario? ¿Crees que cuesta más siendo gente menos preparada para ello?

Cuando empezamos las clases, lo hacemos con juegos de exhibición para conocernos, generar confianza y dejar a un lado la vergüenza y el sentido del ridículo. Creo que esto es imprescindible para la creación de la obra, porque aunque sí hay personas con experiencia, también están las que nunca se han subido a un escenario o, directamente, tienen pánico escénico. Al principio es complicado, pero creo que se crea un ambiente tan familiar y amigable, que esos miedos van desapareciendo y, cuando llega el día de la obra, realmente damos el pego como semi-profesionales, aunque obviamente surgen muchos fallos y siempre se puede hacer mejor.

Además de actores y actrices, tomáis el papel de guionistas. Creo que esta es una parte muy importante del proyecto. Háblanos un poco de este proceso de creación de la obra desde las mismísimas entrañas.

Así es, entre todos y todas vamos creando la obra de teatro poco a poco. Nos basamos básicamente en noticias que vemos en el día a día, casos de violencia machista, declaraciones de gente de gran relevancia… Cuando empezamos con la creación, solemos hacer debates, exponer pensamientos e ideas y Antonio Guerrero, el dramaturgo, nos va dirigiendo y guiando. También contamos todos los años con la visita de Angélica, psicóloga del Área de Igualdad del Ayuntamiento de Málaga, que nos forma para entender el tema mejor. 
Somos mucho de hacer improvisaciones sobre algún tema y luego modularlas hasta que quede una escena con sentido. Y así hasta crear la obra al completo con la ayuda, por supuesto, de nuestro director Antonio Guerrero. Por desgracia, siempre tenemos mucho material, ojalá fuera más difícil encontrar contenido para mostrar. 

Cuéntanos un poco sobre Me quiere, no me hiere, la obra que habéis realizado este año.

Me quiere, no me hiere tiene en común con todas las obras anteriores que es un paseo desde los malos tratos hasta los buenos, que es el sentido de esta campaña. Este año hemos tratado temas nuevos que han tenido mucha repercusión como es el caso de “la manada” o declaraciones de políticos de partidos como VOX. Es una obra que va desde la sumisión de la mujer, creyendo que sin él no es nadie, pasando por la visibilidad de micromachismos, datos exactos sobre denuncias falsas o desmintiendo bulos sobre la Ley de Violencia de Género. Pero, sobre todo, tiene escenas muy cotidianas que hacen que las jóvenes del público se sientan identificadas, como por ejemplo una escena muy habitual de conversaciones por whatsapp donde muestra la preocupación cuando una mujer vuelve sola a casa con el típico ‘’avísame cuando llegues’’, entre muchas cosas. Y, para acabar, por supuesto, no puede faltar el baile que siempre nos prepara Antonio, que muestra lo que son Los Buenos Tratos. En definitiva, esta obra es un principio que impacta y un final que enseña y divierte. 


Este proyecto visibiliza muy bien muchísimos de los problemas actuales sobre machismo y maltrato, algo que puede ayudar a los jóvenes espectadores a sensibilizarse e, incluso, protegerse de esta lacra que inunda la sociedad. ¿Crees que también vosotros aprendéis durante el proceso?

Muchísimo. Yo cuando llegué a la campaña pensaba que sabía qué era la violencia de género y realmente no tenía ni idea, y creo que es lo que le pasa a la mayoría de la gente. Es un no parar de aprendizaje. Además, nos ponemos las gafas violetas y ya nada podemos verlo igual –cosa que agradezco-. Creo que todas las personas deberían pasar por Los Buenos Tratos.

Al final de la obra, hacéis una sesión de preguntas, comentarios o debate. ¿Qué comentarios o preguntas te han sorprendido más o te han llamado la atención?

Hay de todo, pero me llama mucho la atención cuando a algunos chicos les cuesta entender el mensaje e, incluso, hacen preguntas como que por qué solo ponemos a los hombres de malos. Ahí nos damos cuenta de que quizá no han entendido bien el mensaje y nos da pena. Pero luego hay muchísimos comentarios de chicas –y chicos, por supuesto, pero en minoría- que nos dan las gracias por haberles abierto los ojos o incluso se han abrazado a nosotras llorando porque se han sentido muy identificadas porque están sufriendo algún tipo de violencia o la han sufrido. Es un choque de realidad que asusta un poco, pero que a la vez tranquiliza saber que posiblemente ella no volverá a ser la misma porque ha abierto los ojos.  

Este año no ha sido tu primera ocasión con este proyecto, ¿aconsejas a los estudiantes que se animen a participar en él? ¿Qué perfil crees que deben cumplir?

Por suerte este ha sido mi cuarto año con Los Buenos Tratos y, sin ninguna duda, creo que todo el mundo debería probar y participar. Es algo extraordinario, porque no solo enseñas, sino que creces muchísimo como persona, algo que considero imprescindible. Los días de ensayo suponen una desconexión absoluta, y los días de actuación, pura magia.
Y perfil… pues creo que no hay ninguno concreto, solo el de ser una persona comprometida, dispuesta, con ganas de disfrutar y de luchar por la igualdad. 

En tu canal, Sandra Roma, hablas muchísimo sobre machismo, feminismo y temas relacionados con esto. ¿Crees que estamos en el camino de mejorar un poquito la sociedad y hacerla un poco más justa, o crees que estamos yendo hacia atrás en algunas cosas relacionadas con esto actualmente?

A las dos preguntas: sí. Por supuesto que estamos en camino de mejorar la sociedad, porque cada vez hay más gente concienciada y comprometida, pero también contamos con todas esas personas que hacen que vayamos a modo cangrejo. Y no solo eso, sino que vivimos en un mundo muy desinformado, repleto de noticias falsas, bulos, personas de gran carga social diciendo barbaridades… Eso sí, yo creo que eso nos hace luchar con más fuerza y coraje, así que el futuro será feminista o no será. 

Muchísimas gracias por acompañarnos en las sombras. Y, antes de despedirnos, una última pregunta: ¿eres feliz?

Uy, qué difícil esta pregunta ahora mismo. Creo que no estoy en mi mejor momento personal, pero por suerte soy muy de quedarme con los pequeños detalles de la vida y de echarle carcajadas a todo. Así que no, pero sí. 


Chica Sombra

6 comentarios:

Susúrranos entre sombras lo que te ha parecido la entrada...