Hace poco acabamos en casa la serie Gotham. Sobra decir que mi marido ya la había visto, pero no dudó en recomendármela y volverla a ver conmigo (bendito seas, mi amor, siempre acertando con lo que me gusta). Me ha encantado tantísimo que quería hacer algo especial con ella, y no la típica reseña temporada por temporada que suele ser habitual en esta web.

Si hay algo que me ha fascinado, y que no olvidaré fácilmente, son sus personajes. Es por eso que quiero hacerles un pequeño homenaje, sobre todo a aquellos que se han quedado con un cachito de mi corazón. Os quiero hablar de tres parejas (no románticas) que ya han pasado a formar parte de mi vida.

La amistad verdadera entre Jim y Harvey

Cómo dos polis tan diferentes pueden tener una maravillosa, emotiva, divertida y sincera amistad es algo que Gotham nos muestra con dos nombres: James Gordon y Harvey Bullock. Me han hecho pasar momentos fantásticos y, aunque han tenido sus más y sus menos, han estado el uno para el otro siempre, aunque fuese protestando.

Premio a la toxicidad más bonita

Pues sí, la relación entre Edward Nigma y el Pingüino ha sido mi favorita de Gotham, sobre todo si tenemos en cuenta que el segundo me robó el corazón desde el primer capítulo en cada uno de los fotogramas en los que aparece. Creo que es un incomprendido muy necesitado de cariño y, al perder a su madre, lo encontró en su mayor rival y, a la vez, mejor amigo: Ed Nigma. 

Dicen que los locos entre ellos se entienden, y este es el mejor ejemplo que se puede tener. Ay, Pingüino, ven a mis brazos, adorable ser. 

Sin duda, los mejores ni contigo ni sin ti del mundo.

La certeza de que un padre no es el que engendra

¿Existe un amor más desinteresado y leal que el de Alfred hacia Bruce Wayne? No lo creo, al menos, no de alguien que quiera de esa forma a un niño que no solamente no es suyo, sino que lo ha puesto contra las cuerdas en más de una ocasión.

Porque así es como quiere un padre, contra todo y a pesar de ello. Así es como Alfred quiere a Bruce, a su pequeño.

Y así es como, a veces, he odiado al señorito Wayne por portarse como el adolescente que es.

¡Ay, Alfred, qué enorme abrazo te daba!

Como veis, estas tres parejas me han robado el corazón y se lo han quedado para siempre.

¿Habéis visto la serie? ¡Contadme si coincidimos!