El síndrome Wanderlust. Once relatos viajeros, o cómo revivir sensaciones

Colección: Guías Singulares

ISBN: 978-84-9158-359-2

Encuadernación: Cartonado

Nº de Páginas: 176

Sinopsis:

¿Qué es el síndrome Wanderlust? Es un término cuyo uso han popularizado las redes sociales y que los psicólogos emplean para designar a aquellas personas cuya pasión por viajar, por conocer nuevos destinos, culturas y gentes es insaciable. Deambular, vagabundear por el mundo, viajar compulsivamente y, además, contarlo: el síndrome o espíritu Wanderlust afecta en mayor o menor medida a los personajes de estos once relatos escritos, entre otros, por algunos de los autores más reconocidos del panorama de la narrativa española actual: Marta Sanz, José Ovejero, Luisa Castro, Care Santos, David Roas, Eloy Tizón, Sergi Bellver, Roxana Popelka, Carmen R. Pinos, Carlos Jiménez Arribas y Emilia Piñeiro. Novelistas, traductores, profesores universitarios y periodistas unen sus voces en esta recopilación de relatos viajeros ilustrada por Miguel Vallés Salvador. El viaje como huida y como búsqueda, como cartografía interior. El viaje como descubrimiento. El viaje como literatura.

Opinión personal de Sergio Salvador Campos:

“Síndrome Wanderlust” es el nombre que recibe la obsesión que sienten algunas personas por viajar, por conocer nuevos lugares y nuevas culturas. Su etimología proviene del alemán wondern (viaje) y lust (deseo).

Anaya Touring es una línea del Grupo Editorial Anaya especializada en libros de viajes, ocio y turismo y sus colecciones se han convertido en un referente imprescindible gracias a su rigor informativo y a la calidad de sus publicaciones.

En esta obra nos adentramos en el mundo de la narrativa. Con la idea de inspirar en los lectores esas sensaciones que se tienen cuando viajamos, los autores nos narran diversas historias en las que viajar forma parte importante de las mismas.

Los relatos son:

Círculo Polar Ártico, de Care Santos.

El dedo en la llaga, de Carmen R. Pinos.

Los horarios cambiados, de Eloy Tizón.

Das Kapital, de David Roas.

Los ojos del mar, de Luisa Castro.

El camino más corto, de Roxana Popelka.

Chamartín – Austerlitz, de Emilia Piñeiro.

Mujeres que viajan solas, de José Ovejero.

Islandia, de Sergi Bellver.

El viaje de Joao, de Carlos Jiménez Arribas.

Sevérine y el conejo blanco, de Marta Sanz.

He de admitir que no conocía a ningún autor de los mencionados, pero había algo en la obra, la idea y la edición sobre todo, que me hacía tener unas expectativas muy elevadas. Y es que, lo reconozco, soy un viajero frustrado. En otra vida, con menos obligaciones y más recursos, conocí París, parte de Italia, Costa Rica o Noruega… y echo en falta, pero mucho, poder viajar.

Esta antología sí me ha servido para recordar algunas de las sensaciones del viaje: los nervios, la ilusión, el jet lag, la sorpresa… pero lo que es mi necesidad como lector no me la ha cubierto, es más, en este aspecto ha sido bastante decepcionante.

Los relatos nos presentan diferentes tipo de viajes, ya sea el medio (coche, tren, camión, barco, avión) y diferentes historias y protagonistas, pero en todos me ha quedado la sensación de que me ha faltado “algo”, un je ne sais quoi que igual es culpa mía, no lo sé, pero lo cierto es que no he conectado de verdad con ningún relato. Alguno apuntaba maneras para ser un buen relato de terror, pero se quedó en nada, otro es una historia de seducción fallida que por no tener no tiene ni gracia, hay una anécdota entre padre e hijo que podría resultar una buena historia si no terminara de forma tan abrupta… o la extraña amistad que surge entre un crío y una joven en un tren en el que muere una persona y que… también queda en nada…

Al final, sumando pros y contras, la verdad es que no es un libro que recomendaría, a pesar de su bella factura.