Teatro: Las suplicantes

 


Sinopsis:

Desde las arenas del Nilo, las jóvenes Danaides, guiadas por su padre, llegan como suplicantes de asilo a la costa de Argos, en Grecia. Han atravesado el mar, aterradas, escapando de una boda forzada con sus primos, los hijos del rey Egipto. La ciudad de Argos, sin recelo ni titubeos, les da cobijo; pero el enemigo no tarda en llegar buscando a las mujeres que cree suyas. Cuando todo parece estar perdido, el pueblo argivo enfrenta y vence a los egipcios sin más armas que unas firmes palabras que avalan la libertad femenina. Libres por fin, las Danaides habitan en Argos; sin embargo, pronto llegará una guerra. El ejército de la ciudad que un día las acogió es cruelmente derrotado y el dolor se multiplica cuando el vencedor se niega a devolver los cuerpos de los vencidos. Serán sus madres, las madres de los caídos, quienes ahora se tornen suplicantes y, acompañadas por las Danaides, marchen en busca de los cadáveres de sus hijos.


"Las suplicantes" es una mirada catártica al pasado para reencontrarnos como seres humanos a través del acto ritual que es el teatro. Rito, reflexión y llanto colectivo para un momento histórico en que conllorar es absolutamente necesario.


Reparto:

María Garralón
David Gutiérrez – Carolina Rocha
Cándido Gómez – Rubén Lanchazo – Maite Vallecillo
Laura Moreira – Nuria Cuadrado
Eduardo Cervera – Javier Herrera
 
Cante:
Celia Romero
 
Voces en off:
Luisa Gavasa como Diosa Ceres


Opinión personal de Santy Portela:

Hola, bienvenidas y bienvenidos a Chica Sombra. Ayer tuve el privilegio de asistir a la representación de “Las suplicantes” en el teatro Reina Victoria de Madrid y os vengo a contar mis impresiones. 

Primero me gustaría alabar esta iniciativa del Festival de Teatro Clásico de Mérida en Madrid. Me parece una idea maravillosa el traer obras que han pasado por el festival y representarlas en teatros de Madrid, en esta ocasión en el Reina Victoria y en el Teatro Bellas Artes. 

Ahora hablemos de “Las suplicantes”. Se trata de una versión libre de Silvia Zarco de las obras homónimas de Esquilo y Eurípedes y bajo la dirección de Eva Romero. 

Lo primero que quiero destacar es la adaptación al espacio. Me explico: se notaba que todo el montaje estaba pensado para representarse en el teatro de Mérida, donde tuvo que ser espectacular, pero se ha sabido trasladar el producto a un espacio más reducido con bastante éxito y jugando muy bien los espacios. Mi más sincera enhorabuena por ello ya que no me parece nada fácil. 



La historia gira en torno a dos grupos de mujeres (hijas de oriente y madres de occidente) que, junto a hombres de labios libres y en situaciones de angustia, resuelven conflictos tan humanos como el derecho al propio cuerpo, el derecho de asilo y el de dar digna despedida a los muertos. Son dos obras de diferentes autores hilvanadas por una idea común. 

Creo que las y los intérpretes realizan un trabajo encomiable, muy coral y con una gran dificultad. Chapó por ellas. Los momentos coreográficos, como el de la batalla, son bastante impactantes aun haciéndose en un espacio tan pequeño. Me encantaría haberlo visto en la propia Mérida. Admito que el teatro clásico no es de mis favoritos, pero ellas y ellos defienden y brillan en sus papeles. 

Y, relacionado con lo anterior, explicaré por qué el teatro clásico no me suele llamar la atención. Porque no es del todo cierto. Cuando voy a ver una obra clásica, me gusta que se corran riesgos, que la dramaturgia sea provocativa, valiente y se rompa con los cánones establecidos. En esta versión de “Las suplicantes” lo que he visto es algo de corte muy clásico, muy sujeto a la norma y he echado en falta el ya mencionado riesgo, el ir un paso más allá en la forma y el fondo. Pero son mis gustos, que no invalidan para nada el trabajo de este montaje. 

Las partes de la Voz Diosa no me han gustado. Lo siento, pero el flamenco no es lo mío y, personalmente, no me cuadraban con el resto de la obra. 

Para terminar, diré que creo que es un trabajo muy bueno y correcto, con unas actrices y actores que lo dan todo en escena y un espacio muy bien aprovechado y al que se le saca mucho partido. Quedan pocos días para disfrutarlo en Madrid, pero espero que el proyecto se pueda seguir moviendo por el resto de la península durante la temporada.  

Y también espero que la iniciativa del Festival de Mérida en Madrid se siga celebrando con asiduidad porque de verdad que merece mucho la pena apostar por ello. 

Nada más. Muchas gracias por leerme. 



 

Chica Sombra

3 comentarios:

  1. ¡Hola! No me cabe la menor duda de que tiene que ser una absoluta maravilla. Un besote :)

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  2. A mí el teatro clásico sí que me gusta pero aquí llega muy poquito. A ver si hacen gira y me pilla cerquita, que creo que me gustaría.
    Besotes!!!

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