Entrevista a Víctor Barahona: `El teatro debería ser un lugar para preguntar´

Víctor Barahona (https://www.instagram.com/vbarahonah/?hl=es) es director de teatro y dramaturgo, creador de la compañía La Jabonería (https://www.instagram.com/jaboneria_escena/?hl=es). Su último montaje y del que venimos a hablar es “El mar inundará mi país (Eduardo II)”, basada en la obra “El problemático reinado y la lamentable muerte de Eduardo II, rey de Inglaterra, y la trágica caída del orgulloso Mortimer”, de Christopher Marlowe, que forma parte de la programación del X Festival ClasicOFF y estará en cartel en Nave73 los días 10, 11 y 12 de julio (https://www.nave73.es/portfolio-item/el-mar-inundara-mi-pais-eduardo-ii/). 


Hola Víctor, bienvenido a Chica Sombra. Muchas gracias por animarte a responder a esta entrevista.  Ojalá la disfrutes. Vamos a ello. ¿Cómo es un día normal en tu vida? 

Depende mucho de los proyectos en los que ande inmerso en ese momento. Soy autónomo y no me queda otra que compaginar diversos trabajos a la vez. Trabajo en casa, escribo, voy a ensayos... Y en mi tiempo libre: quedadas con amigxs, visitas al teatro u otros actos culturales, lecturas, series, películas... Nada muy extraordinario. 

Para aquellas personas que no conozcan el personaje, cuéntanos un poco quién  fue Eduardo II y las razones que te llevaron a elegir la obra de Marlowe para crear “El mar inundará tu país”. 

Eduardo II fue un monarca inglés que reinó entre los años 1307 y 1327. La Historia nunca ha sido muy explícita con la naturaleza de su sexualidad, aunque todo apunta a que tuvo varios amantes masculinos. Marlowe lo explicita bastante en su obra. Esto me sedujo, y me interesó abordar sus relaciones y el rechazo que despertó entre la corte.  

¿Por qué el título? 

Es una frase del texto. Concretamente, el rey le dice a su amante: El mar antes inundará mi país, que llevar el barco que te despida de nuevo. Al principio, elegí este título de forma muy intuitiva, pero luego fue cobrando mucho sentido para mí. La violencia es un elemento esencial en nuestra propuesta y yo la imagino como un mar inmenso que puede acabar arrastrándonos a todxs. 

Tus últimos trabajos son revisiones de personajes clásicos, en este caso Eduardo II, pero antes Julia de “La señorita Julia” de Strindberg con tu “Usar tu cráneo como vaso”. ¿Qué te resulta atractivo de estas revisiones? ¿Cómo trabajaste la adaptación del texto de Marlowe? 

La verdad es que siempre he sido un poco friki de la literatura dramática. He disfrutado mucho, y sigo haciéndolo, leyendo obras de repertorio y viendo sus puestas en escena. Cada creador aporta un punto de vista genuino y, para mí, eso es lo interesante. Creo que los textos clásicos no tienen una verdad absoluta que desentrañar, sino que cada creador los aborda desde su propia perspectiva. Elegir aquello que me conmueve de cada historia y abordarlas desde una mirada contemporánea es algo que me resulta fascinante. Y si, además, podemos conseguir que en alguien que no conozca mucho a sus autores se despierte un interés por seguir "buceando" en sus obras, pues ya es el no va más. La historia del teatro aún es un ecosistema bastante desconocido para el gran público.  


Para ‘El mar inundará mi país (Eduardo II), trabajé con varias fuentes textuales, una traducción en verso de la obra de Marlowe, otra en prosa, la versión de Bertolt Brecht (en mucha menor medida) y lo que se sabe (y/o se especula) de la historia real de los personajes. En cuanto a contenido, para mí lo más interesante residía en la relación entre Eduardo y Gaveston y el rechazo que despierta en la sociedad de la época. En definitiva, me interesaba hablar de homofobia. Esto, en un primer momento, era un hilo interesante del que tirar, pero desde mi punto de vista se quedaba escaso. Tenía que encontrar algo que me cuestionase a mí, abordar preguntas difíciles de responder, "bucear" en asuntos que me conflictuasen. Solo así, creo, se puede conmover al público. Apareció entonces la violencia en un sentido amplio y la pregunta de si puede llegar a ser útil. Para mí el teatro debería ser un lugar desde el que hacer preguntas difíciles de responder.   

Para ti hay un peso estético muy profundo en todas tus obras, desde la escenografía y el atrezzo hasta el vestuario y el lenguaje. 

¡Claro! Es que no creo que el teatro pueda dar la espalda a lo poderoso de la estética, de la fuerza de la plástica. Confío mucho en la plástica como elemento generador de emociones. Los directores y las directoras que más admiro tienen su propia estética y para mí es muy importante encontrar un camino que me represente. De verdad creo que esto se traduce en una experiencia más satisfactoria para lxs espectadorxs. 

Momento sublime de la obra a mi entender:  momento TRAP. ¿Cómo surgió?  

Bertolt Brecht, en su versión de 1924, propone la aparición de un vendedor de baladas que canta una canción satírica sobre el comportamiento de Eduardo, criticándolo tanto a nivel personal como en sus desaciertos a la hora de gobernar. De un modo divertido, se presenta la opinión del pueblo y, al leerlo, me vino la melodía de una canción casi juglaresca, una chirigota o algo más cabaretero. Sin embargo, al hablar con Sonia Galán (actriz del montaje) me planteó a la posibilidad de traducir esto a un estilo más trapero o reguetonero, pues hoy es la música que escuchamos las clases populares. Me pareció muy buena idea, porque, además, la estética de su vestuario ya tenía influencias claras de este estilo. Se lo comenté a Eider Esnaola (compositora), que una vez más pensó que estoy como una cabra, jeje, pero que se puso manos a la obra y con gran talento dio lugar a una fantástica canción inspirada en esta propuesta de Brecht.  

Nos conocemos desde hace años y he tenido la suerte de ver ambas obras, así que quisiera saber ¿cómo has evolucionado tú y tu lenguaje, estética, mensaje de una a otra? ¿Qué diferencias y similitudes hay entre “Usar tu cráneo...” y “El mar inundará...”? 

La una no tendría sentido sin la otra. Son dos etapas de una misma “carrera”, por así decirlo. Estoy investigando en ambas producciones aspectos similares. Simplemente, en “El mar…”, por ser la segunda, creo que hay hallazgos más sólidos. Los cuales, por supuesto, aún son susceptibles de seguir siendo desarrollados. En ambas obras encontramos aspectos como los siguientes:  

-la barrera entre intérpretes y personajes se difumina 

-se confronta con el tiempo y los autores de la obra original 

-conviven distintas formas de comunicar la palabra pronunciada (me interesa mucho llegar a desnaturalizarla) 

-“se cuela” la idea de lo festivo y la cultura pop 

-se apuesta por “la suciedad” en un sentido amplio, entendida también como sobreinformación 

Y otros muchos aspectos más, pero quizás a grandes rasgos estas podrían ser las similitudes con más peso.  


Tu equipo son artistas con los que ya has trabajado y leí en una entrevista que te hicieron que te gusta trabajar con gente que quieres y a la que quieres. ¿Qué te aportan ellas y qué crees que les aportas tú? 

Tengo la suerte de que el equipo confía plenamente en mí, se lanza a la piscina con cada propuesta sin cuestionar si es un acierto o no. No tienen miedo a probar, a equivocarse. Todxs son además profundamente creativxs y aportan también su imaginario y maneras de hacer al proyecto sin cortapisas. Son muy generosxs. En cuanto a lo que les aporto yo, quizás sería mejor que lo dijesen ellxs, jeje. Yo quiero pensar que crecen a mi lado, pues me encanta sacarles de su zona de confort para encontrar en ellxs maneras nuevas de hacer. Les he visto trabajar mucho, en mis proyectos y en proyectos de otrxs, y siempre me gusta que aparezcan en ellxs cosas que nunca he visto antes. 

¿Qué es lo más bello de trabajar con artistas con los que hay ya tal nivel de confianza? 

Pues precisamente eso, la confianza en sí misma. Eso lo hace todo mucho más fácil porque no tenemos que esforzarnos en demostrar nada. 

Describe con una frase a Alberto, Fran, Sonia, Aida (intérpretes), José (iluminación), Eider (dirección musical y composición). 

Me va a costar definirles con una sola frase.  

Alberto sería así como una manta cuando hace frío o un ventilador en plena ola de calor, jeje. Con esto quiero decir que es muy cuidador y siempre quiere hacer sentir bien a los demás. Por no hablar de todas sus herramientas actorales, que son realmente sólidas.  

Fran es un creador multidisciplinar con una inteligencia privilegiada. Su punto de vista siempre es certero y, de una forma muy natural, sin ninguna imposición, aporta a los proyectos una mayor profundidad intelectual.  

Sonia es pura pasión, su capacidad de juego es abrumadora, no se cansa y conecta de una manera muy especial con mi poética, pues creo que es una de las personas de mi vida que más me conoce y me quiere.  

Aida es pura disciplina, una de las personas más trabajadoras que conozco, también tiene unas herramientas interpretativas abrumadoras, es versátil y te puede resolver lo que quieras. Además, siempre desde una bonita humildad y mucha generosidad.  

Eider también es un todoterreno, no se le escapa nada. Le pido cosas dificilísimas y siempre encuentra la manera de llevarlas a cabo. Además, no pierde nunca su óptica positiva. Es un lujo tenerla al lado.  

Jose también es una de las personas más trabajadoras que conozco. Es muy exigente con su trabajo y eso hace que alcance niveles de excelencia muy bestias a pesar de que las condiciones técnicas de las salas en las que trabajamos no siempre sean las más óptimas. Es además una persona muy sensible con el resto de los lenguajes de la escena, integrando así muy bien su disciplina al resto de elementos. Ya hemos hablado de que para mí la estética es muy importante y, de la mano de Jose, he aprendido mucho de las posibilidades de la luz.  

¿Ves? Imposible lo de la frase, perdón. 

Es una obra comprometida socialmente y que denuncia la LGTBIfobia desde la perspectiva del personaje de Eduardo II y su amante Gaveston, pero también desde la de Isabel de Francia, esposa del rey, lo que nos hace comprender que las víctimas de la homofobía son muchas y en muchos casos se invisibilizan. 

Totalmente. A lo largo de la historia, la invisibilización de las personas del colectivo ha sido brutal. ¿Por qué no se ha hablado en los colegios, por ejemplo, de la importancia que tiene la homosexualidad de Lorca en su obra? Hay un libro interesantísimo, que me ha inspirado mucho para este proyecto, que se titula "Maricones de antaño" de Ramón Martínez. Lo recomiendo fervientemente. Es verdad que ahora la visibilización es mayor, pero el problema es que esta visibilización también está trayendo consigo muchos más ataques de odio. Las estadísticas dicen que han aumentado estos delitos y me genera una rabia brutal este aparente retroceso. Y tengo muy claro que está profundamente relacionado con el auge y blanqueamiento de la extrema derecha. 

Con cierto partido homófobo, machista y racista creciendo a pasos agigantados en las instituciones, ¿cuál crees que es el papel del teatro y de la cultura a la hora de ser un altavoz por los derechos de colectivos oprimidos y de denuncia social? 

A pesar de que me parece un problema gravísimo (como ya he comentado en la anterior pregunta), no tengo muy claro cuál puede ser ese papel que juegue el teatro. Me resulta complejo responderlo. Es indudable que el teatro se hace en un contexto determinado y siempre se van a "colar", con mayor o menor presencia, las problemáticas sociales de su momento. Al poner el foco en dichas problemáticas sí puede convertirse en un altavoz. Pero también creo que los creadores debemos tener cuidado para no darnos demasiada importancia y acabar cayendo en la complacencia. Son muchas nuestras limitaciones porque al final, y quizás por desgracia, no dejamos de ser un arte minoritario y con un público bastante endogámico. Al menos en Madrid y en los contextos más alternativos por los que yo me muevo. Para mí no tiene mucho sentido poner en escena la reafirmación de una idea concreta con la que el público que asiste está al cien por cien de acuerdo. Está bien, nos aplaudimos a nosotrxs mismxs, a nuestra manera de pensar, pero me pregunto: ¿qué eco tiene esto en la calle cuando acaba la función? Insisto en que como creador quiero cuestionarme y por extensión cuestionar también a lxs espectadorxs. Mas allá de generar esas preguntas, siento que nuestro poder es muy limitado.  

¡Ah! Y desde luego, si queremos un altavoz para determinados colectivos oprimidos, es preferible que sean ellxs los que habiten los espacio con su propia voz. Quizás el teatro ha pecado de dar demasiado protagonismo a los intermediarios. 

¿Cómo te influye ser testigo de la deriva social hacia posicionamientos radicales que se suponían ya estaban superados? 

Me sorprende y cabrea a partes iguales. El problema con el aborto en Estados Unidos, por ejemplo, nos ha dejado muy claro que hay que estar alerta, pues demuestra la fragilidad de muchos de los avances sociales conseguidos. 


Sabiendo que te llaman poderosamente las revisiones de personajes y obras clásicas, ¿cuáles otras y otros han estado en tu punto de vista? Para proyectos futuros o solo como simple curiosidad. 

Hay personajes como Antígona o autores como Lorca que siempre han resonado fuerte en mí. El Siglo de Oro, por ejemplo, también es un lugar al que me encanta volver. Próximamente me encantaría abordar algún texto escrito originalmente en castellano, también alguna autora e investigar sobre el género de la comedia y textos no teatrales. Pero no sé en qué quedarán estas apetencias. También me llaman poderosamente la atención los unipersonales, me parece un reto muy interesante enfrentarse a una puesta en escena con una sola actriz o actor. 

Última pregunta común: ¿eres feliz?  

Supongo que, como todo el mundo, voy encadenando instantes de felicidad. 

Muchas gracias, Víctor. Te deseo muchos éxitos. 



Chica Sombra

2 comentarios:

  1. ¡Hola! No conocía a este autor, pero espero leer algo de él. Sin duda muy buena entrevista.
    Besos :)

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  2. Hola! Que interesante entrevista! Gracias por compartirla!

    Un saludo!

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