Saltamontes, o cómo pagan justos por pecadores

 


Autor: Javier Núñez
ASIN: ‎ B0BCSF7ZDK
Idioma: ‎ Español
Longitud de impresión: ‎ 152 páginas

Sinopsis:

Cuando se enamoró de ella, Adrián tenía doce años y Estefanía quince. Llevaba toda su vida pasando las vacaciones de verano en Vencilla pero, a la postre, ese sería el último. Tras cumplir los dieciséis no regresó, pese a que sus padres seguían haciéndolo sin falta. Adrián estuvo muy deprimido durante una temporada, hasta que consiguió superarlo y seguir con su vida. Ahora, casi veinte años después, ella ha vuelto y Adrián comprende que lo ha hecho para quedarse a su lado. Aquel día en la charca, cuando ambos eran unos críos, el saltamontes que cazó su hermano lo pronosticó. El problema es que ella se resiste a plegarse al destino. Así que a Adrián no le quedó más remedio que secuestrarla y aislarla para que reflexionase acerca de su futuro en común. Lo que no sabe es que ella no está sola en esa caseta. Bueno, y Estefanía tampoco. Al menos, al principio. Hasta que sucede algo insólito, extraordinario e increíble. Algo a lo que no es capaz de dar crédito, pese a que lo está viendo con sus propios ojos.


Opinión personal de Tamara López:

Leer a Javier Núñez es, para mí, una apuesta segura. Todas las novelas suyas que he leído me han gustado, en mayor o menor medida. Y Saltamontes no ha sido una excepción. Además, sus poco más de ciento cincuenta páginas hacen que la devores casi del tirón. 

Es una de esas historias que esconden mucho más de lo que a simple vista parece, mucho más de lo que nos cuenta su sinopsis. Imaginaos que os secuestran, que os esposan una muñeca a una cuerda y os encierran en una caseta en el campo en mitad de la nada. Imaginaos que os violan. Imaginaos que, de repente, descubrís que no estáis solas en esa caseta. Pues todo esto le ocurre a Estefanía cuando Adríán, amigo de la infancia de su hermano, la secuestra para que se dé cuenta de que es el hombre de su vida. 

Esta trama, que en ocasiones me ha recordado a El juego de Gerald, resulta agobiante y nos puede llenar de rabia e impotencia, sobre todo al darnos cuenta de que el secuestrador cree de verdad que está haciendo lo correcto y que ama a Estefanía. Al llegar, digamos, la segunda parte de la historia, es cuando empezamos a pensar que el autor se ha fumado algo. Y, efectivamente, y como bien nos cuenta él al final, es algo totalmente fantasioso, pero, ¿qué sería de nosotros sin la fantasía, sin la imaginación? A mí me ha parecido una vuelta de tuerca muy buena, que, de hecho, dota a la historia de mucha originalidad.
Además, hay una trama paralela, en la que no quiero ahondar para no hacer spoilers, protagonizada por una mujer religiosa y malvada, que da para una propia novela. A ver si el autor me lee y me hace caso...

Pero, sin duda, lo que más me ha gustado de esta novela, aparte de que es adictiva y original, es la crítica hacia la justicia que tiene. No quiero entrar en detalles para no joderos la trama, pero lo resumiré con una frase que siempre me dice mi marido:

"Prefiero verte en la cárcel, que sentarme en un juicio con tu violador o asesino".

Muy recomendada.




Chica Sombra

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