El ser enterrado vivo es uno de los temores que hemos tenido
desde hace siglos.
Tanto es así, que desde el siglo XVIII seguimos la costumbre
de dejar los cadáveres en observación de 24 a 48 horas para asegurarnos de que realmente
están muertos, cosa que con los aparatos modernos ya no haría falta y se sigue
haciendo por tradición.
A este miedo a ser enterrado vivo se le conoce como Tapefobia, y antes de que llegara la
medicina moderna, no se trataba de un terror irracional.
Existen varios casos de personas enterradas vivas, tumbas
exhumadas donde han encontrado cadáveres a los que les había crecido el pelo y
las uñas, y con los brazos y piernas extendidas y tratando de escapar.
Edgar Allan Poe
plasmó ese temor en varias de sus obras como El entierro prematuro o La caída
de la casa Usher.
El enterramiento en vida se utilizó como forma de ejecución
durante la antigua Roma o la época medieval.
Para evitar esto, en el medievo se ponían campanas en los
pies o manos del difunto, que detectaban cualquier movimiento y alertaban así
al enterrador que custodiaba por aquél entonces el camposanto, e incluso en
1897, el conde Karnice-Karnicki de
Bélgica ideó los “ataúdes de
seguridad”, que agregaban un mecanismo de poleas y campanas. Lo malo de
estos inventos es que si nadie vigilaba el cementerio, la persona enterrada fallecía
debido a la falta de oxígeno.
También se idearon algunos ataúdes con tapas de cristal rompible
para observar al supuesto difunto antes de ser enterrado.
Hoy en día, los “ataúdes
de seguridad” aún se pueden encontrar en una forma más modernizada, con intercomunicador,
respirador e incluso, videojuegos, a pesar de que es casi imposible que a una
persona la entierren con vida.
¿Y vosotros? ¿Tenéis miedo a un entierro prematuro?
Fuentes:
- BBC
Que horrible forma de morir.
ResponderEliminarEs la fobia que tengo desde hace tiempo, y creo que la única.
ResponderEliminarCómo me gustan estas historias!! Cuando no las busco, las invento, así tengo a mus sobrinas, atemorizadas, jajaja.
ResponderEliminar💋 💋
Hola!!! Yo no tenia idea que se hacia eso hasta que vi la película "La autopsia de Jane Doe" y la verdad es muy escalofriante imagínate crees a alguien muerto y de repente que se escuche el tintineo, me muero hahahhha. Besos
ResponderEliminarHola! Ayys como siempre en este tipo de historias, que mal rollito, jejeje.
ResponderEliminarBesos!
Hola!!
ResponderEliminarUfff, qué mal rollo. La verdad es que estas historias sí que las había escuchado y tiene que ser una forma horrible de morir, yo no querría ;)
Besos :33
Hola! Que mal cuerpo se me ha quedado!
ResponderEliminarUn saludo!
Hola.
ResponderEliminarMe ha encantado la entrada, es verdad que no creo que haya nadie que no le tenga miedo a ser enterrado vivo, aquí en mi pueblo hubo un caso de cambio de tumba y pasaba eso, estaba todo el ataúd rasado, es que me da pánico solo de pensarlo.
Muchos besos.
Creo que ese miedo lo tenemos todos. Cuanto yo era muy pequeña y empecé a ser consciente de la muerte, quería que me enterraran con mi muñeca, para no estar sola. Por un libro de Nora Roberts, llegué a conocer eso de las campanillas con poleas en los ataudes. Y te juro que no se que me da más miedo, si estar en un cementerio y que suene una campanilla, o que... Uffs..
ResponderEliminarPero es curioso que a pesar de ser un tema que todo el mundo tiene en mente, sea casi tabú. En fin... muy interesante.
Gracias.
Por cierto, he estado mirando en tu lista de bloguer y no veo el mío. Lo digo por lo del sorteo. Lo he dejado en mi blog por si quieres pasarte.
UN beso y como siempre una gran entrada.
Qué muerte más espantosa. Me has recordado a una escena de una peli llamada "Terrorífica luna de miel", una de estas joyas ochenteras que recuerdo con cariño.
ResponderEliminarUn beso ;)
Qué horror morir así, a pesar de que actualmente es muy difícil de que te entierren vivo por error, debo admitir que sí me da miedo de que pueda pasar.
ResponderEliminarSaludos ^^