Teatro: La golondrina



Texto: Guillem Clua
Dirección: Josep Maria Mestres
Intérpretes: Carmen Maura
Félix Gómez

Sinopsis:

¿Qué es lo que nos hace humanos? De todas las cosas que somos y hacemos, ¿qué crees que es aquello que realmente define nuestra humanidad? Para Amelia, una madre herida en lo más profundo de su alma, la respuesta está en el dolor. Lo que realmente nos hace humanos es la capacidad de sentir como propio el dolor de los demás. Eso es lo que nos diferencia de las bestias.


La obra reúne a dos personajes, Amelia (Carmen Maura) y Ramón (Félix Gómez). La primera, una severa profesora de canto, recibe en su casa a Ramón, quien desea mejorar su técnica vocal para cantar en el memorial de su madre fallecida recientemente. La canción elegida tiene un significado especial para él y, al parecer, también para la mujer. Ahora tienen dos caminos ante sí: pueden elegir odiarse o caminar juntos. Todos nos enfrentamos a la misma encrucijada: odio o amor. Nuestro mundo depende de la dirección que tomemos.


Opinión personal de María Pizarro:

Por fin comienzo a tener unas cuantas horas libres para dedicarlas a una de las cosas que más me gustan en el mundo, el teatro. Y es que cuando te enteras de que en el  Olympia de Valencia, van a actuar la gran actriz Carmen Maura, y  uno de mis amores platónicos de adolescencia, Félix Gómez, haces hueco en la agenda y marcas el día con rotuladores de colores y corazoncitos.

Dirigida por Josep María Mestres, y con texto de Guillem Clua, La golondrina es una obra de las que llegan al alma, preciosa y a la vez cruda, como la vida misma.

Se abre el telón, y lo primero que apreciamos es un escenario transformado en una habitación con un gran piano precedido por Amelia (Carmen Maura), que interpreta a una profesora de canto, y que justo en esos instantes está ejerciendo su profesión con un alumno nada aventajado llamado Pedro, al que da vida el actor Félix Gómez.

Dos personas en un misma sala que, aparentemente, no tienen nada en común, y que poco a poco llegan a un mismo punto de conexión entre ellos. El dolor punzante que causa la pérdida de un ser querido, les llevará a profundizar en los sentimientos más desgarradores disfrazados de reproches hacia uno mismo, por lo que podía haber dicho o hecho cuando su ser querido aún vivía.

La golondrina es una magnífica historia llena de giros que sorprenden, y que analiza cómo las personas asimilamos la muerte y aprendemos a vivir con ella.
Me quedo sin duda con la increíble interpretación de estas dos bestias del escenario, que consiguieron emocionarme durante toda la obra, y que aún hoy siga teniendo un nudo en la garganta. No debo ser la única con esa sensación, ya que el público abandonó el teatro con los ojos enrojecidos y pañuelo en mano. En Valencia empieza a hacer frío, pero imposible pensar que había tanta gente constipada.

No puedo decir mucho más de la trama, ya que destriparía los puntos fuertes, y para los que estén leyendo estas lineas y tengan intención de ir a verla, tirarían del hilo desvelando esos giros que antes mencionaba y que la hacen tan especial. Lo que sí puedo decir, es que tras finalizar la obra se apoderan de ti unas ganas tremendas de decir te quiero a todas esas personas que dan por sentado que lo haces, porque nunca se sabe lo que la vida nos tendrá guardado, y quizá mañana pueda ser demasiado tarde.


Chica Sombra

5 comentarios:

  1. Hola! Ojalá pudiera verla, tiene muy buena pinta.

    Un saludo!

    ResponderEliminar
  2. Menudo argumento... Acabo de buscar si habría posibilidad de verla en Bilbao, pero no la localizo.
    Me has dejado con todas las ganas, María.
    Besos.

    ResponderEliminar
  3. Ay que envidia me da en esta ocasión, me encantaría verla
    Un beso!

    ResponderEliminar
  4. Menuda pintaza y con lo que me gusta Carmen Maura.
    Besos.

    ResponderEliminar
  5. Tiene pintaza, y qué bonita esa sensación final!

    Besitos

    ResponderEliminar

Susúrranos entre sombras lo que te ha parecido la entrada...