Entrevista a José Luis Fernández Juan: `Soy feliz cuando no poseo´



¡Hola, José Luis! Lo primero, darte la bienvenida a Chica Sombra, siéntete como en casa. Cuéntame, ¿cómo es un día normal en tu vida?

Suena el despertador, me despierto, apago el despertador, me levanto de la cama, me ducho, me aseo, desayuno, me visto, cojo el autobús, llego al colegio, doy clases de Lengua y Literatura, como, doy más clases de Lengua y Literatura, salgo del colegio, cojo el autobús, llego a casa, corrijo exámenes, preparo actividades relacionadas con el colegio, ceno y me voy a dormir. Estas actividades serían esencialmente las que sucederían  en un día normal.
Los días anormales son muy diferentes.

Tu libro, Pinceladas de Harmonía, es totalmente una utopía. ¿Te gustaría vivir en un mundo así, en el que cada cual tiene su papel y nadie se enfada por nada?

En Harmonía existe una sociedad, no sé si totalmente utópica, pero sí alternativa a la del mundo en el que nosotros vivimos. Harmonía no es una sociedad perfecta. Los harmonienses tienen problemas, y sí, se enfadan; no se reprimen; sin embargo,  la ira la transforman en creatividad y la emplean para rendir con más eficacia. Hay una voluntad por parte de todos de convivir en paz y …en harmonía.
Se esfuerzan por encontrar su lugar en el mundo: estudian, se preparan, trabajan en lo que les gusta, son constantes, evalúan sus pasiones, tienen pensamiento crítico, viven el ahora, valoran la diversidad y el medio ambiente… Son sencillos y nadie aspira a la épica.
Han asumido (desde su infancia) que la cultura ha de vencer a la guerra, la educación al egoísmo y la justicia a la ilegalidad. La ética siempre tiene que primar sobre cualquier objetivo económico.
Ellos son optimistas, energéticos, positivos, activos, entusiastas y agradecidos. Para ser felices tenemos que saber elegir con quién queremos estar. A mí, desde luego, me gustaría vivir en un mundo con gente así.

¿Por qué Harmonía, y no Felicidad o Equilibrio?

En el título he pretendido elegir dos sustantivos que justifiquen la realidad del universo que se evidencia en la obra; lejos de prejuicios o condicionamientos ideológicos. El tópico generativo tenía que ser cristalino e inspirador. Fermentar adecuadamente la imaginación del lector en cada capítulo dependía de ello.
Felicidad (como dicha) o Equilibrio (como sensatez) los considero excesivamente brumosos para concretar con precisión los límites de la analogía sensorial de la obra. Harmonía me parecía menos subjetivo y me posibilitaba un inicio con la letra H; H de humor. El humor planea por doquier en cada aventura alegórica. En ellas cada protagonista adquiere una magnitud simbólica. La H me ayuda a humanizar los mitos.

¿Trabajar como profe ha provocado que quieras huir de este mundo a otro más relajado?

Trabajar con chavales de Bachillerato y ESO te posibilita conocer su realidad más inmediata e intuir cómo será nuestra sociedad del futuro; ellos serán sus gestores. Veo algunos aspectos descorazonadores… pero también muchos muy ilusionantes. Mi fe en la juventud es inexorable. 
Todos somos imperfectos, como nuestro mundo; pero la solución no es la huida. Irme de viaje buscando otros páramos para aislarme no lo considero una acción inteligente. Harmonía no es una huida; simplemente es una invitación a la reflexión para constatar que existen otras opciones de existencia más saludables, divertidas y reconfortantes.
Desde donde vivimos podemos transformar nuestra entorno en algo mejoradamente diferente. Si para esto, Harmonía resulta inspiradora; mejor que mejor.

¿Crees, hablando claro, que este mundo se va a la mierda?

Dependerá de los grandes dirigentes y de las decisiones que tomen. Desde luego hay problemas eternos a revisar: la evasión de impuestos a paraísos fiscales, la migración, la corrupción, los conflictos bélicos, las grandes desigualdades a todos los niveles, la escasez de recursos naturales, el calentamiento global, el consumismo desmedido,  el hambre en el mundo…
Frente a la inhibición de nuestros dirigentes por corregir estas disfunciones, nosotros lo único que podemos hacer es barrer nuestro espacio más cercano “cuidándonos” los unos a los otros.

Tu pluma me parece maravillosa, poética y peculiar pero creo, sinceramente, que tiene que saber llegar a quien la lee. ¿Estás de acuerdo conmigo?

He de reconocer que Pinceladas de Harmonía no es una obra comercial fabricada para que tenga un nivel altísimo de ventas. También entiendo que si no estás en una gran editorial, quedas fuera del “negocio” del libro. Pinceladas de Harmonía es un libro de descubrimiento por otras vías y de largo recorrido. La realidad de mis libros la asumo sin problemas.
La idea de “A la minoría, siempre” de J. R. Jiménez no la comparto. La masa no siempre busca lo fácil, lo superficial y lo inmediato. Me parece un planteamiento demasiado reduccionista. Tengo tanto respeto por la masa como por las minorías. Si un lector quiere leer novela histórica, relatos eróticos o libros de presentadores de Tele-5, me parece fenomenal. Si prefiere leer contenidos poéticos, más sutiles o experimentales, también me parece fenomenal. El lector tendrá la última palabra y elegirá en función de sus gustos en un determinado momento. Que un libro sepa o quiera llegar a un lector concreto obedecerá únicamente a las apetencias del lector. 
Leemos para entretenernos, para aprender, para evadirnos, para emocionarnos, para comprender mejor el mundo. Cuantos más libros haya y más diferentes sean, mejor. Leer es un placer sublime y exclusivo que depende del lector. Solo él escribe las reglas del juego.

¿Me podrías contar algo sobre tus próximos proyectos?

Mi segundo libro ya está a la venta: El diccionario de JLFJ.  Se trata de un divertidísimo ficcionario con casi 1.800 palabras. Te avanzo algunas:
Aviejorro: Zángano anciano.
Descabellado: Calvo.
Vegamo: Cérvido vegetariano y veloz que no consume ni huevos, ni leche ni miel.
Lególatra: Narcisista sin instrucción.
Hinchapié: Forofo de un equipo de fútbol que se forja con insistencia.
Valiante: Enredador audaz y alternativo.
Procastinar: Postergar el proceso de selección para elegir al elenco del espectáculo.
Yugular: Ponerse hasta el cuello de comida.
Denostrar: Probar que has insultado u ofendido a alguien.
Dipthongo: Unión de una vocal débil talofita y otra fuerte sin clorofila pronunciadas por esporas en una sola seta.

Para terminar, darte mil veces las gracias y hacerte una última pregunta: ¿eres feliz?

Soy feliz cuando no poseo ni necesito.


Chica Sombra

8 comentarios:

  1. Fue un placer entrevistarle, leerle, conocerle 🤗 Es muy majo.

    Besukis 💋💋💋

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  2. Su libro no sé si será para mí, pero estoy muy de acuerdo con sus ideales. Me ha gustado la entrevista ;)

    Besitos

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  3. No conocía al autor y siempre es un gustazo que nos presenten sus proyectos y novelas.
    B7s
    Leo la lluvia caer

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  4. Hola! No lo conocía así que gracias por la entrevista.

    Un saludo!

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  5. Gracias por la entrevista.

    Besos desde Promesas de Amor, nos leemos.

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  6. Gracias por compartir la entrevista.
    Besitos :)

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  7. Me ha gustado mucho conocer a este autor y su libro, me parece muy interesante

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