Por los pasillos de Castle Rock, atrapado entre las tinieblas de Chica Sombra, nos hemos encontrado con el escritor Javier González García, que nos hablará de su primera novela Cazadores de la Muerte.
Primero de todo, darte la bienvenida a nuestros dominios.
¿Cómo surgió Cazadores de la Muerte?
Normalmente los argumentos de mis escritos se cuecen a fuego lento en algún recoveco de mi cerebro y un día saltan de la olla sin avisar. En el caso de Cazadores llevaba un tiempo barajando la idea de escribir una historia desde la perspectiva de villanos, harto como estaba de héroes de moralidad inquebrantable, y un día mientras caminaba por la calle se me ocurrió, sin más, reunir a unos cuantos para hacer algo descabellado y macabro, como matar a la Muerte. En aquel momento solo fue un argumento simpático, fruto de un chispazo de inspiración, pero no tardó en convertirse en una historia que me iba a permitir tratar muchos temas que en aquel momento me rondaban la cabeza, así que enseguida me lancé a teclear.
Tu primera novela es de fantasía oscura, ¿qué te atrae de este género?
La fantasía, sea del tipo que sea, siempre ha sido el género literario que más me ha llamado; intuyo que esto se debe a que los cuentos para ir a dormir de mi infancia fueron capítulos de El Hobbit, novelas varias del Mundodisco o del Silmarillion. Por aquel entonces lo que me maravillaba era la idea de mundos mágicos, criaturas fantásticas y aventuras de capa y espada. No fue hasta que crecí y empecé a enfocar la escritura como un arte a perfeccionar en lugar de un pasatiempo, que pasé a ver los elementos fantásticos de este tipo de historias como símbolos y metáforas con los que expresar sentimientos y conflictos del mundo real. Con los años también llegué a cansarme de los héroes, de trazar una línea que separa a los buenos de los malos y de los personajes unidimensionales; tal vez porque uno de los rasgos personales que más he cultivado ha sido el cinismo. Para mí, la fantasía oscura me permite emplear la clase de humor negro e ironía romántica que permite al lector empatizar con personajes de corte mucho más pícaro y controvertido que los protagonistas típicos de la fantasía clásica. Es un contraste que me resulta muy atractivo: confeccionar un mundo tan fantástico como los de Tolkien o Lewis, donde cualquiera querría perderse y luego revestirlo de una atmósfera volátil y tétrica que propicie el que esté habitado por monstruos, ya sean humanos o fantásticos.
Cazadores de la Muerte trata sobre un grupo de seres muy dispares que se unen para una misión casi imposible: matar a la mismísima Parca. ¿Cómo se te ocurrió esta idea?
Esta novela la escribí íntegramente durante mis años de estudiante en el extranjero. El apartado de la disparidad entre personajes viene de la experiencia personal de rodearme de estudiantes de todas partes del mundo, oportunidad que me sirvió para estudiar las muchas semejanzas y diferencias que existen entre personas de culturas distintas. En Cazadores quise capturar el sentimiento inesperado de camaradería que surge a partir de los roces e interacciones de personas que poseen trasfondos radicalmente distintos, pero una meta común. En lo que se refiere a la idea de matar a la Muerte, tal y como mencioné anteriormente, fue algo espontáneo que, poco a poco, creció hasta convertirse en un medio a través del cual hablar de una serie de inquietudes. Los temas de la novela incluyen la redención, el maquiavelismo y la moralidad humana, pero quizá el más importante sea el que permite comparar a los protagonistas de Cazadores con los héroes de la mitología griega: la tragedia que sigue a quienes trascienden por encima de los demás mortales. Los personajes de mi novela se polarizan entre quienes luchan por preservar su humanidad y quienes ya se han rendido a la bestia interior, pero todos libran una batalla constante.
Pistoleros, espadachines, seres de otro mundo… ¿Ha sido difícil la creación de personajes tan distintos?
Confeccionar la psique de un personaje nunca es fácil, especialmente cuando este vive en un mundo donde no se aplican las mismas reglas que en el nuestro. En mi caso, el primer paso en el proceso siempre es la elaboración del trasfondo. Es a partir de aquí que puedo elaborar las virtudes, defectos, inquietudes e inseguridades de cada uno de ellos. Llegado el momento de insuflarle vida, haber alcanzado la sensación de que los conozco como si fuesen personas reales, me ayuda a saber cómo reaccionarán a cada uno de los eventos que se les presenten en el desarrollo de la historia.
¿Cuáles han sido tus influencias a la hora de escribir tu novela?
Algo que ya he comentado es que me encanta la idea de un grupo de protagonistas dispares, en especial cuando existe una misión y otras circunstancias que los obligan a colaborar y/o convivir para alcanzar un objetivo común. Existen muchas novelas donde se da el caso, pero las que yo considero más influyentes para Cazadores son: Seis de cuervos y su secuela, Reino de ladrones, de Leigh Bardugo; Las mentiras de Locke Lamora y sus secuelas, de Scott Lynch; la saga de La Torre Oscura, de Stephen King y Las mil muertes de Ardor Benn, de Tyler Whitesides. Otro aspecto que considero que define mi prosa es un enfoque intimista, el cual me lleva a centrarme mucho más en los sentimientos de los personajes y su desarrollo personal que en la descripción del sistema de magia del mundo que los rodea. Esto sin duda alguna es influencia de dos de mis escritores favoritos: Patrick Rothfuss y Maggie Stiefvater, los cuales poseen un don para convertir el detalle más pequeño de cada una de sus historias en una metáfora que te adentra más y más en el corazón de cada uno de sus personajes. Esto se ilustra en la Crónica del asesino de reyes (Rothfuss) y The Raven Cycle (Stiefvater), las cuales recomiendo fehacientemente a cualquier amante de la fantasía de corte más intimista. El humor negro, sin duda uno de los elementos esenciales en cualquiera de mis escritos, me parece que proviene más bien de mis influencias del mundo del cine: los guiones de Quentin Tarantino, Joss Whedon y Kevin Smith, en especial. Por último, pero no por ello menos importante, la obra que más me ha marcado y que, por lo tanto, será una influencia innegable en cualquier novela que escriba de aquí al día que muera, es Paraíso perdido, de John Milton. He aquí el origen de mi fascinación por la tragedia del villano que, en su locura, se contempla a sí mismo como el héroe romántico de la historia. Este es un elemento presente en cada uno de los protagonistas de Cazadores de la muerte y, por ende, uno de los temas principales de la novela.
Desde que tengo memoria, prácticamente. Recuerdo que leí El Hobbit a los siete años de edad, y para entonces ya había visto las películas de El Señor de los Anillos de Peter Jackson y me pasaba el día imaginando lo que por aquel entonces no sabía que se llamaban fanfics de nuevas aventuras de Aragorn, Gimli y Legolas. Empecé a escribir poco después y terminé mi primer libro a los doce años, el cual no tardé en darme cuenta de que era en gran medida un plagio del magnum opus de J. R. R. Tolkien. A lo largo de los años que siguieron escribí otros tres libros, cada cual progresivamente más original y mejor escrito que el anterior, hasta que me dije a mí mismo que ya era hora de ponerse serios y escribir algo publicable. Empecé a escribir Cazadores de la Muerte en abril de 2017 y lo terminé hacia mayo de 2018, lo cual marca la fecha de mi primer trabajo publicado casi exactamente diez años después de que escribiese mis primeras páginas.
Pregunta obligada: ¿Cuál ha sido la película y el libro con el que has pasado más miedo?
Pregunta difícil… Considero que existen muchos tipos de miedo y no creo en favoritismos en lo que al arte respecta, pero no voy a negar que ciertas películas y libros me ponen la carne de gallina.
Empecemos por el cine. Si hablamos de la clase de miedo que te impide apagar las luces por la noche, sin duda la película Los Otros, de Alejandro Amenábar, fue la que más me afectó. Recuerdo que tras verla por primera vez tardé dos días en conciliar el sueño sin imaginarme ancianas macabras vestidas de primera comunión en el suelo de mi habitación. No obstante, eso fue cuando tenía trece años. Desde entonces he explorado mucho más el género, así que si tuviésemos que hablar de la película que actualmente más miedo me ha dado, sin duda alguna es La Bruja, de Robert Eggers. Si, por otro lado, hablamos de un miedo más terrenal, basado en el agobio y la paranoia que cualquier humano experimentaría en una situación plausible, me parece que Llega de noche, de Trey Edward Shults, se lleva la palma.
Ahora pasemos a la literatura. En este caso, considero que el terror escrito, al carecer del elemento visual y de una banda sonora que establezca una atmósfera crispante, es mucho más eficiente en el género del terror cósmico. En ese sentido, sin duda son Los mitos de Cthulhu, de H. P. Lovecraft, pero curiosamente no son estos los que más me han aterrado si nos referimos a este autor. El abismo en el tiempo es, en mi opinión, obligatorio de leer para cualquiera que disfrute del miedo de perderse en el vacío más espeluznante que existe: el que hay en cada una de nuestras mentes una vez se cortan los lazos que la atan al cuerpo. Sin embargo, si hablamos del escrito que más miedo me ha dado jamás, ese honor pertenece a una historia corta de otro maestro del género: Edgar Allan Poe. Silencio es un relato que tiene muchas interpretaciones, pero para mí es la de un hombre perdido que contempla, a escondidas, algo que no debería. No quisiera decir mucho más por miedo a arruinarle la experiencia a algún lector interesado, pero puedo garantizar que, en mi caso, ninguno de los otros grandes relatos de Edgar Allan Poe alcanzan semejante nivel de terror existencial.
Y para terminar, ¿nos podrías adelantar algo sobre tus próximos proyectos?
Por ahora puedo confirmar que las dos entregas que cierran la trilogía iniciada por Cazadores de la Muerte están escritas y editadas. Si todo marcha bien, cosa que espero de corazón, deberían publicarse a lo largo del próximo año. A lo largo de estos meses he barajado y dejado por escrito numerosas ideas para futuras series de novelas, todas ellas pertenecientes a algún subgénero de literatura fantástica, pero con todo el trabajo que me está dando la publicación de Cazadores no he tenido tiempo de decantarme por una que desarrollar hasta convertirla en mi próxima serie de libros. Lo que sí que puedo asegurar es que si hay algo que jamás se me agotará es la imaginación. Nunca me cansaré de escribir y mis lectores siempre podrán esperar que el tiempo les depare nuevas historias.
Muchísimas gracias por visitar nuestros pasadizos. Cuidado al salir, uno de nuestros ghules ha salido dispuesto a cazar algo para cenar.
A vosotros, por hacerme esta entrevista. Y gracias también por el aviso, me andaré con ojo.
*Ilustraciones de los personajes de la novela Cazadores de la Muerte por Alejandro Gaudino.
Una entrevista muy interesante. Gracias por compartir.
ResponderEliminarBesos
hola! me gusta conocerlo y me gusta todo lo que cuenta! abrazosbuhos,
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminarNo lo conocía, así que gracias por compartir la entrevista.
Besitos :)
Hola! No conocía al autor y aunque no sea mi estilo de lectura siempre es un placer conocer mejor a escritores. Gracias por la entrevista.
ResponderEliminarUn saludo!