Una de cine: Padre no hay más que uno (2019)

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Año: 2019

País: España

Director: Santiago Segura

Reparto: Santiago Segura, Toni Acosta, Silvia Abril, Leo Harlem, Luna Fulgencio, Carlos González Morollón, ...

Género: Comedia | Familia. Remake

Sinopsis:

Javier es lo que hemos bautizado como un “marido-cuñao”. Ese que sin ocuparse en absoluto de lo que supone el cuidado de la casa y de los niños, sabe perfectamente qué es lo que hay que hacer, y que continuamente regala a su mujer frases del tipo: “Es que no te organizas”, o “no te pongas nerviosa”, ya que considera que su desbordada mujer se ahoga en un vaso de agua. Javier tendrá que enfrentarse a la realidad que supone bregar con cinco hijos (de entre cuatro y doce años) cuando su mujer decide irse de viaje y dejarle solo con ellos. La caótica situación que se provoca en casa evolucionará de forma progresivamente cómica hasta el desastre más absoluto, pero a la vez les dará la oportunidad a padre e hijos de conocerse y disfrutarse por primera vez. Una experiencia que cambiará sus vidas para siempre.

Opinión personal de Tamara López:

Me apetecía mucho ver esta película porque su tráiler prometía algo divertido y tierno, y es exactamente lo que he encontrado en ella: diversión y ternura a raudales. Santiago Segura no es uno de mis actores/directores favoritos, pero con esta comedia familiar se ha ganado un poco mi corazón.

En ella interpreta a Javier, un padre de familia que cree que su mujer no se organiza, pues no puede ser tan complicado llevar un trabajo, la casa y a cinco hijos. Cuando ella se marcha con su cuñada de vacaciones, y él se queda solo con todo, se da cuenta de que lo más complicado es entender que no conoce a sus propios hijos, que no sabe cómo actuar, ni qué les gusta, ni cuáles son sus sueños. Javier intentará estar a la altura, aprendiendo por el camino a ser no solo un padre, sino un apoyo para ellos.

Santiago Segura, qué duda cabe, está fabuloso. Pero esos niños son el pilar de la película, los que nos sacan las carcajadas, los que nos hacen ver que ser padres es, a veces, muy duro, pero siempre, siempre algo maravilloso. Yo me quedo con las peques, con su Se me enamora el alma y con su muñeco Chucky, con esa ternura tan grande que desprenden, con sus travesuras y su inocencia. Con todo el amor que han generado en mí.

Como he leído por ahí, no es la comedia más inteligente del año, pero tampoco lo pretende. De todas formas es entretenida, divertida y entrañable, y no perdéis nada por pasar un ratito estupendo disfrutando de esta genial familia. Al contrario, os dejará un sabor de boca muy bueno y una sonrisa en la cara. Eso siempre, siempre es de agradecer.

Lo mejor: las niñas y el niño. Las risas.

Lo peor: darse cuenta de todos los maridos-cuñado que hay en el mundo.