Título original: I Saw the Devil.
Año: 2010.
País: Corea del Sur.
Dirección: Kim Jee-woon.
Guion: Park Hoon-jung.
Reparto: Lee Byung-Hun, Choi Min-sik, Jeon Gook-hwan, Oh San-ha, Kim Yun-seo, Choi Moo-sung, Kim In-seo.
Género: Thriller/ Policíaco/ Asesinos en serie
Sinopsis:
Una fría noche de invierno. Una carretera nevada y desierta, y una joven que espera en su coche una grúa porque ha pinchado una rueda. Con esta premisa abrimos la primera escena de este film. Aquí es cuando entra en escena un buen samaritano que se ofrece a ayudarla. Esta chica llamada Joo-yun, hija del jefe de policía, agradece pero rechaza este ofrecimiento mientras habla por el móvil con su prometido.
En ese momento, ese buen samaritano se convierte en un psicópata. Se llama Kyung-chul, y es interpretado por Choi Min-sik (Oldboy, Sympathy for Lady Vengeance, Lucy). Es un despiadado asesino que se dedica a matar a chicas jóvenes por el mero placer de verlas sufrir. Es sádico y cruel, y no tiene compasión alguna con sus víctimas, cometiendo con ellas las peores atrocidades imaginables. La policía está tras su pista. Pero a pesar de ello no han podido dar con él.
Kyung-chul armado con un martillo someterá a la joven y se la llevará a su lugar predilecto de “trabajo” donde acaba atrozmente con su vida. Poco después encontrarán su cuerpo despedazado a la orilla de un río. Aquí entra en escena el prometido de la joven, un agente secreto llamado Soo-hyun interpretado por Lee Byung-Hun (El bueno, el feo y el raro, Terminator Génesis, Los siete magníficos). El joven jura vengar la muerte de su amada. Para ello hará lo que sea necesario para dar con su asesino.
Aquí es donde comienza un extraño juego del gato y el ratón, y donde descubriremos que para cazar al Diablo a veces debes convertirte en él.
Opinión personal de David P. Yuste:
Esta película es la segunda vez que la visiono desde que fue lanzada al mercado en 2010. Y ya me encandiló la primera vez como pocas lo habían hecho en mucho tiempo, transmitiéndome grandes y encontradas sensaciones.
Es un film que, si lo trasladáramos al cine occidental, bien podría ser una mezcla magistral de películas de culto al más puro estilo Seven, donde los asesinatos y la venganza adquieren una gran fuerza y connotaciones que rozan casi lo obsesivo y enfermizo. Pero por otro lado es salvaje y perturbadora desde muchos ángulos.
En ella encontramos las dos caras de la moneda. Una, la del deber y lo que se puede considerar correcto en una sociedad civilizada. Y la otra, la que nos pone en el dilema de hasta dónde estaríamos dispuestos a llegar, incluso si para ello debiéramos transgredir las normas de lo correctamente establecido, para saciar una sed de venganza que nos corroe desde lo más profundo de nuestras entrañas. Tal vez todo salga bien, puede que no. Quizá el destino, el azar o la astucia de nuestra presa, le den la vuelta de forma inesperada a la situación para arruinar nuestros planes y ponerlos en nuestra contra. Todos estos factores, o no, entran en juego en esta película coreana manteniendo un ritmo a veces pausado, y en otras ocasiones vertiginoso.
El aspecto visual y de fotografía es bueno. Más que notable. Y la puesta en escena de lo mejor que lleva dándonos el cine coreano en estos últimos años, y al que cada vez nos tienen más acostumbrados.
Cabe destacar la interpretación de los protagonistas, en especial la del actor que da vida al maníaco y sádico, Kyung-chul. Como adelantaba antes, a este veterano actor (Choi Min-sik) ya lo hemos visto en numerosas producciones dentro y fuera de su país. En Oldboy (2003) por ejemplo, película del director Park Chan-wook (a mi parecer uno de sus mejores trabajos junto a Sympathy for Mr. Vengeance), realiza una labor envidiable como pocas veces he visto. Ya no es solo que la fotografía o la dirección sean ya buenas de por sí, es que su forma de actuar, de meterse en la piel del personaje, hacen de dicha película un trabajo redondo.
Por otro lado tenemos la historia como tal. Que como ya os decía antes, es potentemente retorcida. Pero a la vez te atrae y te engancha de una forma morbosa e inevitable, igual que un anzuelo o una red atrapan al incauto pez. Llena de grandes giros, escenas en ocasiones rocambolescas pero cargadas de fuerza y acción. Y con un final magistral.
Estamos pues ante una película que bien podría considerarse de culto, y que todo amante de los thrillers no debería perderse.
Lo mejor: el guion sin duda y el papel del villano.
Lo peor: haber esperado casi diez años para volver a re-visionarla.
Ni me sonaba. Y ésta es de las que disfruta mucho mi pareja y que al final también termina gustándome a mí...
ResponderEliminarBesotes!!
¡Hola! Esta no es de mi estilo así que la dejo pasar seguro. Un besote :)
ResponderEliminarMe temo que esta película no es para mí. ;-)
ResponderEliminarBesos
Hola! Esta vez no es una película para mi así que la dejo pasar. Muchas gracias por tu reseña.
ResponderEliminarUn saludo!
Ufffff, una peli de miedito, creo que no me atrevería a verla...de momento. Besos
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminarHace poco la vi recomendada en un vídeo, no sé si de Loulogio o de El chico morera y ya la tengo en casita para verla.
Vamos, por lo que dices, fijo que me va a gustar. Qué ganas.
¡Un saludo!
No la conocía pero tampoco me atrae.
ResponderEliminarBesos.
Me gustará fijo 😁💋
ResponderEliminarAnotada queda para recomendársela a mi compañero de blog que es muy fan del género.
ResponderEliminarNo es precisamente la peli coreana que más me gustó, pero igualmente es muy buena y entretenida.
ResponderEliminarUn abrazo ;)