El cuaderno donde por fin me puedo expresar sin filtros

Colección: Infantil / Juvenil

I.S.B.N.: 978-84-18100-13-0

Publicación: 24/09/2020

Formato: Papel

Páginas: 160

Sinopsis:

La Generación Z tiene otra manera de leer, otra manera de consumir y otra manera de entender la cultura. Está buscando su propia forma de expresarse. Con este libro de actividades creativas, los adolescentes de 1.º a 3.º de la ESO podrán descubrir sus emociones y cómo expresarlas. De la mano de Cristian Olivé y Èlia Riudavets, profesores de Lengua y expertos en estas edades, Larousse lanza esta colección que evoca sus referentes culturales y mediáticos. Con un discurso fresco y real la colección recoge los temas que articulan la vida cotidiana de los adolescentes, más allá del postureo que parece que les impone la sociedad.

Este libro se centra en el Yo del adolescente, en sus hábitos, preferencias, secretos inconfesables, en sus miedos, en el "postu" y en la presión que ejerce la comunidad de las redes sociales, que es su hábitat por excelencia.

El centro de interés de este volumen son Youtube e Instagram, redes en las que ellos interactúan como usuarios, suscriptores y creadores de contenido, de ahí que se presenten como actividades emblemáticas las confesiones, los "room tour", la moda, etc.

Opinión personal de Tamara López:

Hoy os vengo a hablar de este cuaderno de actividades publicado por Larousse y creado por Cristian Olivé y Élia Riudavets, profesores de Lengua en la Eso, que es precisamente el público al que va dirigida esta actividad, los alumnos de entre 12 y 14 años. No os penséis que eso ha echado para atrás a mi yo de 32 años, que también ha rellenado la mayoría de las páginas 😅

Seguro que todos habéis oído hablar del famoso Destroza este diario (incluso puede que lo hayáis tenido). Pues bien, es bastante similar, solo que más enfocado a conocernos a nosotros mismos, a sincerarnos, al menos de páginas para adentro.

Por ello, las actividades son, en su mayoría, sobre nuestros gustos y aficiones, sobre nuestra vida diaria en el instituto (recordad el público al que va dirigido) y sobre nuestros miedos y complejos más inconfesables. Aunque a mí esas cosas ya no me hacen falta, sí que me hubiese gustado tener algo así en aquella época donde las inseguridades me invadían el cuerpo, o quizá, mejor dicho, la mente. Es por eso que creo que, ahora que se acercan estas fechas, puede ser un buen regalo para nuestros adolescentes.

Lo dicho, que aunque a mí se me haya ya pasado el arroz para este tipo de cosas, es de agradecer siempre echar un ojo a los libros que disfrutan las nuevas generaciones.