ISBN: 978-84-17389-87-1
EL PEREGRINO
Autor: Alfonso Zamora
Novela. Rústica. 15×21.
232 páginas.
B/N
Sinopsis:
David PJ es un chico marcado por la tragedia de la muerte de su padre. Sumido en una profunda depresión, un amigo le convence para cumplir una promesa que le hizo antes de morir: realizar el Camino de Santiago. Un giro del destino de última hora le obliga a viajar solo hasta Villafranca del Bierzo, en León, donde empezará su peregrinar hasta la Catedral de Santiago.
Pero algo ha regresado tras medio siglo oculto para saldar una cuenta pendiente. Su única meta es teñirlo todo de sangre.
Si haces el Camino, mejor no te cruces con El Peregrino…
Tras acumular más de 50.000 lectores en varios países con la saga “De Madrid al Zielo”, Alfonso Zamora vuelve con una historia que te dejará sin aliento.
Opinión personal de Tony Jiménez:
Como resulta evidente, para hablar del libro que os traemos hoy, hay que hablar de su autor y para hablar de este en condiciones óptimas, sobre todo si no le conocéis (todavía, lo cual sería raro si os gusta el género fantástico que se escribe en nuestro país), qué mejor que echar un vistazo al pasado para ponernos en el contexto que necesita la obra con respecto a sus nada breves antecedentes. Así que retrocedamos, retrocedamos hasta la franja que hay entre el año 2009 y el 2010, cuando la editorial Dolmen empezó a traernos sus historias de zombis, poco a poco al principio, hasta desatarse no mucho después, cuando comprobó que eran volúmenes que volaban de las estanterías, unos más que otros, claro, pero todos (o casi todos) con un éxito arrollador. Dolmen inicio así un par de oleadas en la literatura fantástica, en especial en la de terror, de nuestro país. Por un lado, teníamos las novelas y antologías Z, protagonizadas por zombis, infectados y muertos vivientes varios; por otra parte, la editorial comenzó a descubrirnos a una serie de escritores españoles que permanecían escondidos y/o sin que nadie les diera la oportunidad que merecían.
Aunque la fiebre Z fue desatada por Dolmen, las demás editoriales no tardaron en "copiar" su modelo de producción, a pesar de que muchas de ellas mantuvieron la distancia al respecto, eso sí, no tanto con los escritores y escritoras nacionales que nos iba descubriendo en algunos casos y ayudando a su popularidad en otros. Víctor Conde, Miguel Aguerralde, Sergi Llauger, Vicente García, J. J. Lucas, Manuel Martín, Macu Marrero, Álvaro Fuentes y Juan Miguel Férnandez son los nombres de algunos de los muchos autores y autoras que han pasado por la línea Z de Dolmen, un trampolín para muchos de ellos, que se dieron a conocer gracias a ella o, en otros casos, aprovecharon el tirón para llamar la atención de otras editoriales. ¡E incluso de productoras cinematográficas! Así es. Nadie puede negar el éxito que Dolmen tuvo entre manos, y que aún tiene, ojo, porque aunque esta "colección" de libros sobre zombis no engorde con tantos títulos como antaño, eso no quiere decir que esté de capa caída, no. Da la sensación de que la editorial ha preferido cortar a tiempo y controlar sus publicaciones Z, y no parece que le vaya nada mal al respecto. Que se lo digan a Alfonso Zamora.
Nos vamos a 2013. La oleada zombi no está de capa caída, pero se nota cierto desgaste. En un escenario así surge la línea Stoker, con la que Dolmen nos vuelve a demostrar su poderío editorial, una colección dedicada al terror, en líneas generales, escrito por autores nacionales, sin zombis de por medio, y con un grande como Víctor Conde como uno de sus principales nombres. Línea Z y línea Stoker. Menudo 2013, ¿verdad? Mientras una empieza a controlarse, la otra nace, dispuesta a completar los huecos que deja su predecesora que todavía tenía mucho que contar. De repente, aparece Alfonso Zamora, un joven autor madrileño, del barrio de Vallecas, que sorprende a propios y extraños con "De Madrid al Zielo", una novela que es todo un récord de ventas en un escenario en el que ya nadie esperaba algo así con los libros sobre zombis, y a la que le siguen varias secuelas, incluyendo una precuela de reciente publicación, al menos mientras escribo estas líneas. Zamora no era nuevo en esto de juntar letras, pero Dolmen fue su salto a la publicación en solitario, en este caso, en forma de novela, con una obra de gran éxito, poseedora de una legión de fans realmente envidiable. Ante tal panorama, resulta lógico que Zamora no se conformase con los muertos vivientes. Y en esto que llega cierto peregrino.
Publicada en la colección Stoker, "El Peregrino" cumple, principalmente, dos objetivos: llenar esta línea de Dolmen con otro buen libro que demuestra que las leyendas y las crónicas negras de nuestro país no tienen nada que envidiar a las internacionales (no todo es Maine) y la evolución de Alfonso Zamora, además de confirmar al respecto que el autor no tiene pensado quedarse en los zombis in aeternum, sino que pretende, en cuanto termine su saga de muertos vivientes, pasar a otras criaturas como la que "crea" aquí, y no voy a entrar en spoilers, no os preocupéis, porque la identidad del Peregrino merece ser descubierta por el propio lector, que sea este quien entre en el juego que propone el autor de la novela, internándose en el puzle que crea alrededor de la criatura, de la que nos va dando piezas poco a poco, hasta llegar a esa emocionante final. Por supuesto, el Peregrino (gran nombre; gran título) es la figura clave de la historia, al menos si hablamos de sus antagonistas, pero no es la única. Ahí tenemos a David PJ, el protagonista de la obra, con quien iniciaremos una auténtica pesadilla por el popular Camino de Santiago.
Como nos indica Zamora en la nota final del autor, el Camino de Santiago no le pilla como un escenario desconocido, sino todo lo contrario. Una explicación que no coge por sorpresa después de haber devorado el libro, pues por las magníficas descripciones y la genial ambientación que nos ofrece el escritor, está bastante claro que ha visitado no pocas zonas del Camino, lo cual le otorga a la historia un extra de verosimilitud y cercanía. De este modo, Zamora se sirve del Camino de Santiago para ofrecernos una terrorífica novela con numerosos tintes cinematográficos, con más personajes de los mencionados (insisto; evito spoilers), algún que otro interesante giro, más de una escena bastante sangrienta y un tono que la acerca bastante a títulos del séptimo arte como "Verónica", "Voces" y "Malasaña 32", eso sí, lejos de las urbes y las viviendas, con algo más de folk horror (terror rural), pero con un concepto muy pegado al del terror que se hace fuera, aunque en nuestro país, lo cual nos lleva a preguntarnos si Alfonso Zamora hará alguna vez algo ambientado en países que no sean el nuestro. Mientras tanto, os recomiendo, y mucho, "El Peregrino", con prácticamente doscientas cincuenta páginas que se beben; su ritmo es tan endiablado y se lee tan, tan bien, que en un par de tardes lo habréis terminado e iréis a pedirle más a su autor. ¿Quizás una segunda parte? Si sigue evolucionando así, yo me apunto a todo lo que haga. Y si sigue siendo con Dolmen, más todavía.
Hola! La portada me tira mucho para atrás y eso que el argumento no pinta mal del todo, pero no creo que me anime con él. Gracias por la reseña.
ResponderEliminarUn saludo!
Vaya, siento mucho que no te animes con ella, pero a pesar de lo que pueda decirte la portada, insisto en que le des una oportunidad.
Eliminar¡Gracias por pasarte y comentar!
Saludos.
¡Hola! Creo que no es de mi estilo, lo dejo pasar. Un besote :)
ResponderEliminar¡Gracias por pasarte aunque no sea de tu estilo!
EliminarBesote de vuelta ^^
No es para mí en esta ocasión así que lo dejo pasar.
ResponderEliminarBesotes!!!
¡Una pena! Aun así, gracias por pasarte y comentar.
Eliminar¡Besos! :D :D
Ay, una verdadera pena que esta vez no os haya logrado convencer con "El Peregrino". Eso sí, os agradezco mucho vuestras aportaciones. ¡Eso siempre!
ResponderEliminar¡Abrazos y besos, sombritas!
:D :D :D :D