El monstruo del palacio de Buckingham, o cómo empezar una revolución british


Colección David Walliams

Páginas: 496

Traductor: Rita da Costa García

A partir de 9 años

David Walliams

MONTENA

Sinopsis:

El Londres del futuro está totalmente en ruinas y su joven príncipe Alfred nunca ha conocido la vida fuera de palacio, el lugar más seguro de la ciudad. Siempre ha vivido protegido y rodeado de los mejores lujos, pero una noche empieza a escuchar ruidos muy extraños en la oscuridad...

¿Será verdad que hay un MONSTRUO viviendo en Buckingham Palace? ¡Llegó la hora de descubrirlo!


Opinión personal de Tony Jiménez:

Es muy curioso lo de la literatura infantil y juvenil. Por un lado, parece que siempre va a tener que llevar encima el estigma de que es para niños, que los adultos no podemos devorarla sin que parezca que no hemos madurado y que es una literatura menor, como si fuera de bajo nivel. Un poco lo mismos palos que se llevan los cómics y la literatura de género, por supuesto, golpes bajos que no reciben la novela histórica ni tampoco la policíaca, lo cual me parece bastante curioso. Sin embargo, si miramos bien, observamos que es llegar fenómenos como el de Harry Potter, y cambiar todo. No sólo la literatura juvenil e infantil se pone de moda de golpe, sino que, de repente, los críticos, sobre todo los críticos considerados serios (no reírse, por favor), cambian de opinión, al menos, durante una buena temporada. ¡Y qué temporada! Hay que aprovecharla. No es casualidad que haya nombrado a Harry Potter, por cierto, el mago más famoso y popular de la literatura juvenil, porque el libro que hoy os traemos tiene mucho sabor british del bueno, y es de esos que bien pueden, podrían y han podido poner a los críticos serios de rodillas, confirmando, una vez más, que no estamos ante una literatura de segunda.

Pero la mención a Harry Potter no es gratuita. Sí, la historia de "El monstruo del palacio de Buckingham" es tan british como adecuada para alabar las virtudes de la literatura infantil y juvenil (más juvenil en este caso, aunque todo depende del punto de vista de quien lea). Sin embargo, las comparaciones no se acaban ahí, pues también tenemos a un autor británico detrás de las páginas, a un protagonista con gafas que va evolucionando conforme avanza la trama y ciertos toques de magia e incluso algún que otro animal sobrenatural; sin ir más lejos, la portada del libro podría pertenecer perfectamente a alguno de los tomos de nuestro querido Potter, tanto en forma como en fondo, porque incluso el estilo de Tony Ross, quien también lleva a cabo todas las ilustraciones interiores (deliciosas y divertidas, desde la primera a la última), casa bastante bien con el de muchas de las ediciones que han tenido los diferentes volúmenes de la saga de Harry. Lejos estoy de hablar de copias y plagios, no sólo porque no los haya, sino también por algunas de las razones que os daré a continuación referidas a la propia naturaleza de la "colección" a la que pertenece el libro. Aun así, es inevitable pensar en los homenajes y referencias, algo que entre escritores de literatura fantástica se da muy a menudo. No sé vosotros, pero yo las recibo con los brazos abiertos.

"El monstruo del palacio de Buckingham" nos presenta una ciudad de Londres en un futuro distópico, totalmente en ruinas. En un escenario tan terrible, el joven príncipe Alfred es protegido en exceso, mientras su familia se descompone y es amenazado constantemente por el peligro que suponen los revolucionarios, quienes parecen querer hacerse con la ciudad y, por supuesto, con el palacio, gente de la peor calaña que sólo quieren derribar la sociedad tal y como él la conoce, o eso es lo que le han contado. Pero Alfred es un chico muy curioso, y pronto descubrirá piezas de un puzle que le llevará a plantarse frente a la verdad, que incluye... ¿un monstruo? ¿Un viejo ritual? Menuda forma de invitarnos a formar parte de la novela, ¿verdad? Ojo, extensa novela, de casi quinientas páginas, pero que se lee como si fueran diez gracias al desarrollo que le imprime David Walliams, su autor, con un estilo directo, fácil de seguir, sencillo (que no simple) y muy, muy dinámico. Cuesta dejar el libro una vez empezado, a lo que ayudan los capítulos cortos, las estupendas ilustraciones que nos van mostrando las distintas escenas que componen la trama, los tronchantes diálogos y los divertidos personajes. Porque puede que "El monstruo del palacio de Buckingham" tenga momentos emotivos, duros e incluso tristes, pero, sobre todo, es una obra construida para poner una sonrisa en el lector que no desaparezca hasta la última página. Y lo consigue, os lo aseguro.

Antes decía que la novela pertenece a una "colección", así, con comillas, y es cierto. Si os fijáis en la portada, antes del título en grande hay otro que es "La increíble historia de...". Este título se refiere a la serie de libros infantiles y juveniles de David Walliams, autor británico al que han apodado como el Roald Dahl del siglo XXI, y con razón, porque tanto sus historias como su narrativa se aproximan muchísimo a las del popular escritor. De este modo, Walliams, también actor y comediante, nos presenta con "La increíble historia de..." diferentes relatos sin continuidad entre ellos que nos cuentan distintas historias con los mismos mecanismos. Así podemos encontrar "Los bocadillos de rata", "Mi tía terrible", "Amigos de medianoche", "La Operación Plátano", "El mago del balón" y "La cosa mas rara del mundo", entre otros. Como podéis comprobar, hay para todos los gustos, y no sólo de fantasía y escenarios apocalípticos vive la literatura de David Walliams, que me ha conquistado con solamente un título. Repetiré, por supuesto, aunque me queda la duda de cuál será su siguiente libro que devore, porque tiene tantísimos y de tantos temas que me va a ser complicado elegir. ¿Me voy a por el gigante alucinante? ¿A por el abuelo en fuga? ¿O a por el chico del millón? ¿Y vosotros? ¿Cuál será vuestro próximo David Walliams?




Tony Jiménez

2 comentarios:

  1. Se ve interesante, Tony, lástima que los nenes de mi familia ya estén muuuy creciditos. Besos

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  2. Tomo nota para regalo, que se ve bien entretenido.
    Besotes!!!

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