Entrevista a Sashel Calderón: `Es importante escribir desde las vísceras´

¡Hola, Sashel! Antes de nada, darte la bienvenida a Chica Sombra, siéntete como en casa. Cuéntame, ¿cómo es un día normal en tu vida?

¡Hola, Tamara! Muchas gracias por invitarme, estoy muy contenta por la oportunidad.

La mayoría de veces tengo un día bastante cotidiano. Me levanto, desayuno y organizo un poco lo que voy a hacer. Por la tarde, si me toca trabajar, ahí que voy. Total, comparto cocina con mi amama (abuela) y entre chistes y bromas se nos pasa la jornada. Si no trabajo, muchas veces quedo con mis amigas para tomar algo o tramo algún plan estúpido para pasar el rato junto con mi novia. Pero bueno, ya que estamos en verano y hay más tiempo libre, voy a introducir mi elemento sorpresa: tengo una lista de cosas que hacer antes de morir. Así que, en esta época del año, intento convencer a quien sea para completar alguna de las tareas de la lista, lo que hace el día más interesante. Por la noche, después de haber dado la chapa para ver una película, acabo durmiéndome al segundo de ponerla.

A día de hoy, has cumplido tu sueño de publicar un libro por partida doble. Empecemos hablando de tu primer poemario, Donde las mariposas van a morir. Es una contraposición de luz y oscuridad. ¿Cuál de ellas te dominaba cuando lo escribiste?

La verdad es que cuando comencé a escribir el poemario ya tenía varios poemas que había creado a lo largo de mi vida. Sin embargo, cuando tomé la determinación de juntarlos, escribí más poemas para completar Donde las mariposas van a morir. Siguiendo el hilo de tu pregunta, a la hora de redactar estos últimos quizá predominaba un poco más la oscuridad. El mundo en general venía de una época bastante negativa, ya que el 2020 fue un caos para todo el mundo y el 2021, que fue cuando publiqué mi poemario, no se queda atrás. No obstante, esta publicación fue, entre otras cosas, la que hizo que hubiera un poquito más de luz, porque fue la primera vez en la que me vi capaz de publicar algo.

¿Crees que tu faceta como amante del terror se refleja también, de alguna forma, en tus poemas?

Creo que mi faceta como amante del terror tiene un hueco en casi todos mis poemas. Me encanta meter algún elemento que vaya a incomodar a la gente. Muchas veces, mi ama o mi amama me preguntan a ver por qué no escribo más cosas bonitas en vez de tantas tétricas. Para mí la respuesta es simple: porque es más divertido hacerlo así. Además, bajo mi punto de vista, esa es mi esencia, sin esos elementos, creo que lo que escribiera no me representaría. Pero bueno, yo a ellas después les aclaro que no quiero arrancarle un diente con un alicate a nadie y ellas se quedan tan contentas (Risas).

Tus referentes de poesía contemporánea son Irene X o Sara Búho. ¿También escribes, como ellas, desde las vísceras?

Desde mi punto de vista, es importante escribir desde las vísceras. Es lo más real que puedes hacer, aunque para eso hay que tener mucha valentía. Es exponer todo lo que sientes a cualquier persona que quiera leerlo. Por decirlo de alguna manera, es como si publicases tu diario, en forma poética, y que la gente pudiera conocer parte de tus secretos. Sinceramente, a mí no me importa hacerlo, porque, una vez más, pienso que escribir desde las vísceras es una cualidad más que me define a mí como poeta y a mi poesía, y que sin ello quedaría algo muy artificial.

En El rumbo de las hojas caídas pasamos de esa eterna batalla entre luz y oscuridad a convertirnos, prácticamente, en un árbol. ¿Cuánto te inspira la naturaleza?

Efectivamente. Comienzo mi libro con una metáfora que habla de un rayo de sol en la dedicatoria. Esto hace ver que la luz ha ganado la batalla en mi anterior poemario. En contraposición al primero, El rumbo de las hojas caídas es un libro lleno de naturaleza, desde el propio título hasta la última de las palabras. Eso quiere decir que está plagado de luz, aunque siempre con alguna mota de oscuridad, pero esta última nunca llega a predominar. Personalmente, me parece que la naturaleza es lo más esencial que tiene el planeta. Literalmente, sin ella, no existiría nada de lo que conocemos hoy. Además, esta es más poderosa de lo que nos pensamos, porque puede hacerse camino ante cualquier obstáculo si le damos su tiempo.

¿De dónde nace esa idea de pasar de uno a otro de sus componentes, como si fuésemos parte de ellas?

La idea en si misma surgió sola, de la nada. Cuando comencé a escribir solo tenía claro que quería que la naturaleza predominase. Entonces, pensé en elemento más básico, en lo primero que piensa la gente cuando le dices la palabra “naturaleza”. Sin ninguna duda, yo en lo primero que pienso es en un árbol.

Así, fui desarrollando la idea; pensé que los árboles tienen tres partes principales, que son las raíces, el tronco y las ramas. Asimismo, el título incluye las hojas, que son parte de la gran mayoría de ellos. No obstante, no quise quedarme solo con eso, porque un árbol es como es también por los elementos externos que lo componen. Por eso, añadí dos capítulos más, que son “el nido” y “la flor”. Como todo el árbol es una metáfora de quién soy, quería brindarles un homenaje a dos personas influyentes en mi vida mediante estos dos elementos finales.

¿Me podrías hablar sobre tus próximos proyectos?

De momento, mi idea es continuar por el camino de la poesía, me siento muy cómoda con ella y me encanta jugar con las palabras. Aun así, no descarto que en un futuro escriba algún relato o novela de terror o misterio, porque siempre he querido hacerlo. No le cierro puertas a ningún estilo ni a ningún proyecto que se me vaya a ocurrir.

Para terminar, darte mil veces las gracias y hacerte una última pregunta: ¿eres feliz?

Gracias a ti también por la oportunidad. Bueno, veo que acabamos con una pregunta peliaguda. Pues la verdad es que, sin ninguna duda, te digo que soy feliz. Tengo mucha suerte de contar con una familia, novia y amigas que me apoyan en todo lo que hago. Supongo que ha sido porque no he tenido ninguna intención mala, como la de torturar a alguien (Risas).

Además, estoy logrando cosas con las que siempre he soñado, mejorando y llegando paso a paso a ser una mejor versión de mí misma. Así que, la respuesta es un “sí” rotundo.