Sinopsis:

PPPP es una pieza de danza y un concierto fluxus para mesa de ping-pong a cuatro manos de El Temblor y Quemar las Naves. Bebiendo de la tradición callejera de este deporte, el dadaísmo, la performance, el humor y el cine abstracto, hemos desarrollado una práctica híbrida, algo así como nuestro propio ping-pong show. A partir del objeto encontrado de la mesa, PPPPrometemos ocupar el espacio de la manera más dadá e improductiva posible.

Opinión personal de Santy Portela:

Hola y bienvenidos una vez más a Chica Sombra.

Hoy os vengo a dar mi opinión sobre la obra que fui a ver el día 5 de octubre. Se trata de PPPP, una producción de El Temblor y Quemar las Naves, que se ha estrenado en Nave 73 durante el Festival Surge Madrid 2023.

Como bien dice la sinopsis, se trata de un espectáculo completamente dadá, carente de ningún tipo de argumento o trama, que se desarrolla alrededor de una mesa de ping-pong que ocupa, prácticamente, el escenario.

Es una <<obra>> donde prima más lo estético que lo ético. No hay mensaje, no hay un hilo; solo dos intérpretes que intercambian golpes de pala, señales, chascarrillos… Y resulta, cuanto menos, impactante. Hay momentos de verdadera sorpresa, algunos de increíble belleza y, también, algunas bromas que te arrancan una sonrisa.

Pero también hay tedio, algo que puede estar buscado intencionadamente. Una provocación a desviar la mirada, a centrarse en otra cosa que no sea esas dos intérpretes que ocupan el escenario. A mí, al menos, me pasó. Sentía una necesidad imperiosa de desconectar porque lo que sucedía en escena, sinceramente, me aburría o no me interesaba.

Pero sabía a lo que venía. Se supone que PPPP es un intento de dadá y esta búsqueda constante de la provocación es una de sus señas de identidad.

No creo que sea una obra para todo el mundo. Ya os digo que yo había momentos en los que se me iba la cabeza a otras cosas. También decir que, opinión por completo personal, creo es excesivamente extensa y eso facilita la desconexión.

Es algo diferente, atrayente y, a la par, repulsivo y chocante. Porque no sucede nada. Nada con enjundia. O sucede tanto que la mente no llega a registrarlo todo por completo.

Por centrarme un poco en el aspecto técnico, diré que me parece muy bien utilizado. Una propuesta interesante el colocar al público a ambos lados del escenario. El espacio  sonoro y lumínico acompaña al des-concierto y suma sus propias incongruencias. Solo tengo un pero en este punto, que es el excesivo uso del humo. Más que nada, porque me irritó los ojos.

No tengo nada más que añadir. No sé si se volverá a representar, pero, si es así y tenéis ganas de asistir a una pieza incongruente y sorpresiva, PPPP es una magnífica elección. Si sois más de teatro al uso, no lo recomiendo, sinceramente. Hay que ir con ganas de no saber a qué vas.

Muchas gracias por leerme.