Crónicas de Sitges. Día 2.

 


La primera vez que fui a Sitges tenía un poco de miedo porque pensaba que ver tanta peli junta me iba a sentar mal. Ante la perspectiva de ver cuatro o cinco pelis en un día, pensaba que a la tercera ya el cuerpo me iba a pedir irme de allí pitando. 
Craso error, se me hizo facilísimo y las disfruté mucho, incluso las que no me gustaron. Claro que eso fueron dos días. Yo escuchaba las locuras que hacía la gente durante una semana entera y me entraba sueño solo de pensarlo. “Nunca, jamás” me dije. Yo creo que el resultado de esa promesa no os sorprenderá.

Tras dormir unas cuatro horas, volví a Sitges desde Barcelona, preparado para lo que me esperaba ese día.

Y no pudo empezar de mejor manera. Tenía un pase para ver El resplandor en 4K (la versión estadounidense). Y estuvo precedida por una ponencia de Lee Unkrich, director de Pixar, que se obsesionó con la película y con conseguir y reunir objetos del rodaje de la misma. Ha escrito un libro (una edición especial con unos pocos centenares de tirada) que vale mucho dinero y que seguramente nadie se pueda permitir. Lo cual no quiere decir que no haya dado pie a una historia curiosa sobre cómo ha ido escribiendo ese libro. Una hora en la que nos hablaba de cómo iba descubriendo cosas “inéditas” de la película y cómo consiguió entrevistarse con mucha gente relacionada con la peli, incluido el actor que hace de Danny y las gemelas.

No os voy a aburrir con más sobre esto, pero su presencia, la ponencia y la presencia también de Jan Harlan en la sala, que trabajó codo con codo con Kubrick, hicieron de ese pase una proyección muy especial. Desde luego, haberla podido ver justo después de todo lo que nos contó, fue algo muy gratificante. Mi segundo día en Sitges comenzaba muy, muy bien.

No tenía tiempo de seguir flipando, tenía que salir pitando para la sala Tramuntana a un pase de ‘Riddle of Fire’, de Weston Razooli, una película de aventuras con espíritu Goonies que nos cuenta el viaje tremendo al que se ven sometidos nuestros niños protagonistas para hacerle un recado a su madre.

He de decir que me aburrí mucho con esta peli. Y no encuentro un análisis más profundo que ese. La estética está cuidada, el guión no es horrible (aunque algunas actuaciones adultas dejen mucho que desear) y en general la gente salió contenta con el pase. A mí, sin embargo, no me transmitió demasiado, y se me hizo un poco cuesta arriba en según qué momentos.

Tras salir de ‘Riddle of fire’ y comer rápido, llegaba un pase que me hacía mucha ilusión: ‘Vermin: la plaga’. Una cinta de arañas de las de toda la vida, de las que se basa en miedos de estos primigenios para provocar algo al espectador.

Y qué película, señoras y señoras. Qué película. 

El director, Sébastian Vanicek, estuvo presente en la proyección y estaba muy contento de poder presentar su película en Sitges (que acabó ganando el premio especial del jurado). La película no se anda con chiquitas y nos cuenta la historia de unos vecinos en un bloque de apartamentos que se enfrentan a una plaga de arañas enormes que dan mucho asco y que no dudan un segundo en atacar a quien haga falta.
También crecen exponencialmente dependiendo de si se sienten amenazadas o no. 




No hay mucho más que explicar. Un desfase tremendo, que se hace un poco lío hacia la mitad, pero que acaba con la misma contundencia con la que empieza. Amén a la banda sonora que suena genial junto a los insectos haciendo de las suyas.

Otro de los platos fuertes de este Jueves 12 fue la proyección de ‘La ermita’, la segunda película de Carlota Pereda, directora de la imprescindible ‘Cerdita’.
Una película de gran presupuesto (teniendo en cuenta el contexto del cine español), y que nos cuenta una leyenda que existe en un pueblo de Euskadi. 

Protagonizada por Belén Rueda (impresionante, como siempre, no entiendo cómo hay gente que odie tanto sus actuaciones), reina del grito del cine de terror español, lo cierto es que me dejó bastante frío. 

Admiro mucho a Carlota Pereda y a su valiente ‘Cerdita’, como extremeño, más si cabe. Pero la sensación que me dejó ‘La ermita’ fue de un poco más de lo mismo. Una película que ya hemos visto. A pesar de las actuaciones principales y de un estilo sobrio detrás de las cámaras, se me hizo bastante cliché. No sé, quizás es que no tenía el día.

El caso es que todo mejoró de nuevo con la presencia de la directora, los productores y el elenco. Filmax lleva mucho tiempo haciendo grandes cosas para el cine de género de este país, siendo incluso referente internacionalmente. El buen estado del cine de terror en España se debe, en parte, a ellos, así que mi más sincero agradecimiento.

Salgo corriendo a la estación de tren. Casi, casi, lo pierdo y tengo que hacer “noche” en Sitges. Se empieza a notar el cansancio, pero, afortunadamente, mi primera sesión al día siguiente es bastante tarde y puedo dormir más.

En el tren vuelvo a pensar lo afortunado que soy de estar ahí, de andar agobiado de un lado para otro y de haber visto películas que tardarán en estrenarse en España. Sitges es un faro del cine que me gusta y con todo el trajín se me olvida. 

Menos mal que ese ratito de tren me permite reflexionar y darme cuenta de lo guay que es lo que estoy viviendo.

Mañana viene un día movidito. Mañana veré el remake de ‘El vengador tóxico’, una de las pelis que me hizo ser el cinéfago que soy.






Chica Sombra

2 comentarios:

  1. Hola, me alegro mucho de que pudieras vivir una experiencia así, la verdad es que me das mucha envidia, a pesar del cansancio que tendrías acumulado y todo eso, me gustaría haber estado en tu lugar.
    Besos desde Promesas de Amor, nos leemos.

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  2. Día Movidito, poder ver "El resplandor" con esa presentación especial debe de ser muy guay. No sabía de la nueva película de Carlota Pereda. A mi también me encanta Belén Rueda. Lo de la arañas....arghhhh hubiese salido de la sala pero a la primera imagen, jajaja.

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