AÑO 1940. LA CIUDAD DE ALMERÍA RECIBE CON LOS BRAZOS ABIERTOS A ENRIQUETA PUIG SOLER, UNA BELLA MUJER OBLIGADA A FORJARSE UN FUTURO LEJOS DE SU BARCELONA NATAL.

Enriqueta conoce desde el más prestigioso glamour a las más singulares calamidades, incluyendo unos horrendos crímenes que sacuden los cimientos de las buenas gentes de Almería.

Por otra parte, ya entrada la década de los años ochenta, Lucas y Hugo traban una muy buena amistad gracias al genuino cine Monumental del Barrio Alto. Este lugar les une en un secreto que Lucas jamás hubiese imaginado y que cambiará por completo su vida.

Fui una de las primeras en poder leer este libro, ya que fui su correctora. No suelo reseñar todo lo que corrijo, pero en esta ocasión os quería recomendar esta novela, sobre todo por la trama que ocurre en los años cuarenta. Allí conocemos a Enriqueta, una mujer que empieza codeándose con la alta sociedad siendo, digamos, prostituta de lujo, y que acaba siendo la más miserable de las personas, en una ruina física y psicológica. Su historia es dura, mucho a veces, y creo que es lo que más me ha gustado de la novela: que el autor no se anda con chiquitas a la hora de relatarnos los episodios más crueles en su vida. Momentos a los que se ve sometida, y momentos en los que ella somete a los demás.

Paralelamente, discurre otra trama en los años ochenta, en la que Lucas, Hugo y María, tres amigos que se vuelven inseparables, pasan las tardes viendo películas en el cine... y viviendo episodios paranormales en la casa de Hugo, en la que este habita con su abuelo. 

Que las dos tramas se vayan alternando de forma continua hace que la lectura sea muy amena, sobre todo porque las conexiones entre una época y la otra no te las ves venir fácilmente, algo que hace que tengas muchas ganas de descubrir qué las une.

Una lectura amena e interesante, aunque yo habría leído, encantada de la vida, una novela entera sobre Enriqueta.