Entrevista a Jordi Canyissà: `Hacer reír es muy difícil´



Jordi Canyissà Bach (Barcelona, 1972) es licenciado en Derecho y en Periodismo. Es autor de la biografía Raf. El ‘gentleman’ de Bruguera (2015) dedicada a Joan Rafart Roldán, creador de Sir Tim O’Theo, y crítico de cómics en el suplemento literario Cultura/s del diario La Vanguardia.

Como teórico y divulgador de la historieta ha colaborado en libros como El gran Vázquez (2011), Tebeos. Las revistas infantiles (2014), Jan. El genio humilde (2014), La bande dessinée historique (2015), On the Edge of the Panel (2015), El humor gráfico (2019) y Carpanta 75 aniversario (2022). Ha sido ponente en coloquios universitarios internacionales y ha escrito artículos sobre cómic en U, el Hijo de Urich, Entrecomics, Humoristán, Tebeosfera y anuarios de Jot Down, especialmente con textos dedicados al cómic franco-belga o a los tebeos de la editorial Bruguera.

Como historietista, participó en la revista Mortadelo Extra con la serie Eddy Tor, que sigue publicando en la revista Amaníaco. Es autor de los tebeos Sinvergüenzas ajenas (1998) y El ático (2001). En 2011 recibió el Premio Josep Escobar por una de sus tiras humorísticas.

Antes de nada, bienvenido a Chica Sombra, siéntete como en casa. Cuéntame, ¿cómo es un día normal en tu vida?

Pues mira, trabajo en el diario La Vanguardia, en Barcelona, o sea que un día normal quiere decir estar ocupado todo el día y aprovechar la noche, los fines de semana o épocas de vacaciones, para leer o para escribir… Vamos, que lo de escribir sobre cómics tiene algo de hobby y mucho de pasión, pero mi día a día es distinto.


Empecemos por una de las preguntas más evidentes y estrechamente relacionadas con la promoción del libro. ¿Por qué nos gusta tanto Ibáñez?

Yo parto de una idea de base: si una obra tiene éxito durante décadas y gusta a personas de edades e intereses tan distintos, es que algo bueno debe tener. El libro intenta descubrir ese ‘algo’. Los mecanismos o, si lo prefieres, los secretos de la obra de Ibáñez. Mi teoría es que nos gusta por tres motivos: porque es un gran dibujante, porque es un gran guionista de humor y, por último, porque sabe contarnos muy bien esas historias, esos gags. Y estos tres elementos se corresponden a tres capítulos del libro en donde lo explico con ejemplos muy visuales.


¿Qué nos ofrece esta obra que no han conseguido otras similares?

En primer lugar, nos hace reír. Ese fue siempre el objetivo de Ibáñez: que pasáramos un buen rato leyendo sus historietas. No buscaba dobles lecturas ni hacer un tebeo de denuncia. Quería hacernos reír. Y lo logró. Eso es muy difícil. Y si ahora releemos las grandes aventuras de Mortadelo y Filemón o de Rompetechos o la mítica 13 Rue del Percebe, comprobamos que todavía nos hacer reír. Incluso si ya hemos leído ese tebeo, volveremos a reír con sus gags


¿Qué crees que diferenciaba a Ibáñez de otros artistas del tebeo nacional? ¿Y del internacional? ¿Qué lo hacía único?

Dejando de lado lo que es su humor y su estilo gráfico, la diferencia importante tal vez fue su capacidad para conectar con el público. En el tebeo nacional hemos tenido a grandes autores contemporáneos de Ibáñez: Escobar, Jan, Vázquez, Raf… Pero Ibáñez ha tenido un éxito increíble, una gran popularidad. Y no solo con Mortadelo y Filemón. Esa fue la serie más famosa, sin duda, pero si no la hubiera creado no me cabe duda de que habría estado toda su vida dibujando Rompetechos o Pepe Gotera y Otilio o 13, Rue del Percebe, porque todas conectaron con los lectores. A nivel internacional, el éxito de Mortadelo se ha comparado a menudo con el de Astérix


En el libro te centras sobre todo en las tres vertientes esenciales del arte de Ibáñez: el dibujo, el humor y el relato. Háblanos brevemente de ellas.

En primer lugar, el libro quiere reivindicar a Ibáñez como un gran dibujante. Por eso reproducimos dibujos suyos con una calidad nunca vista antes, escaneados directamente de las páginas que nos cedió Ibáñez, para que podamos ver los detalles que luego se pierden cuando el cómic está impreso. En segundo lugar está el humor, los gags, que era lo más importante para Ibáñez. Aquí intento señalar de qué manera nace esa comicidad en las historietas o en las portadas. Y, por último, el relato, que viene a ser la manera que tiene Ibáñez de contarnos una historia. Lo explico a partir de un ejemplo muy sencillo: si tú no sabes contar un chiste a tus amigos, aunque sea buenísimo, no hará ninguna gracia cuando lo cuentes. Aplicado al caso que nos ocupa: no solo se trata de tener una buena idea, sino que hay que saber contarla. Y es evidente que Ibáñez sabía.



Estamos ante un libro que es todo un homenaje al trabajo y a la vida de Ibáñez. ¿Está solo dedicado a sus seguidores más fieles, o pueden acercarse a él también quienes sepan poco sobre su figura y obra?

Es un libro para todo tipo de lectores. Para fans muy fans de Ibáñez, para quienes lo leen de manera más ocasional e incluso diría que puede interesar a quien se interese por el lenguaje del cómic sin estar especialmente interesado en Ibáñez, porque este libro habla también de cómo funciona el lenguaje de la historieta. Lo hace a partir del caso de Ibáñez, claro, pero cuando se habla de perspectiva, de composición, de elipsis o de la relación entre el texto y la imagen, eso vale para todos. Lo que está claro es que los fans disfrutarán del placer de ver esas imágenes reproducidas con tanta calidad, incluso algunas inéditas. Y eso es un gustazo.


¿Crees que tendremos, o que ya tenemos, a un sucesor de Ibáñez entre nosotros? ¿Crees que eso sería posible?

Ibáñez es un autor leído por muchos autores y autoras de cómic, la prueba son los homenajes que cierran el libro. Y, además, hay muchos historietistas de humor en los que se nota la influencia. Pero un sucesor, como tal, es mucho más difícil. Ibáñez siempre dijo que deseaba que sus personajes vivieran nuevas aventuras cuando él ya no estuviera, pero eso es un tema muy delicado y que conviene abordar con mucho cariño y respeto. Es una decisión que debe tomar, en primer lugar, la familia de Ibáñez, y hablarla con la editorial que publica la obra, Penguin Random House.


¿Qué ha significado para ti escribir este libro? ¿Con qué parte te lo has pasado mejor?

Francisco Ibáñez es el primer autor que leí. Luego vinieron otros muchos, muchísimos. Y no solo de cómic, claro. También novelistas, ensayistas, poetas… Pero Ibáñez estuvo al principio y eso marca. Escribir un libro casi 50 años después de leerlo por primera vez es como cerrar un círculo. Al fin y al cabo, este libro sobre Ibáñez es el fruto de toda una vida de lecturas.


Para terminar, darte mil veces las gracias y hacerte una última pregunta: ¿eres feliz?

Pues me gusta mucho poder responder que sí. Tengo la suerte de tener una familia magnífica, vivo con la mujer con la que quiero compartir mi vida y, además, de vez en cuando puedo escribir sobre los cómics que me gustan. No está mal, ¿no? Gracias a vosotros por el interés.





Chica Sombra

2 comentarios:

  1. Hacer reír es lo más difícil. Muy buena entrevista. No conocía a este autor.
    Besotes!!!

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  2. Hola, no conocía al autor por lo que gracias por la reseña.

    Besos desde Promesas de Amor, nos leemos.

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