Sinopsis:
En esta aventura de Zipi y Zape, los hermanos Zapatilla harán todo lo posible por conseguir el premio del programa de televisión Busque, corra y cobre, para lo cual deben ser los primeros en llevar al estudio el objeto, animal o persona que se solicite en cada emisión.
Como es de esperar, sus esfuerzos les conducirán a sembrar el caos por dondequiera que van.
Opinión personal de Tony Jiménez:
Qué tiempos en los que las novelas gráficas eran cómics. Y menudos tiempos en los que los cómics eran tebeos. Para mí no fue hace mucho, pero entiendo que haya generaciones que directamente desconozcan el significado de la palabra. Tebeo. Suena a otra época, ¿verdad? Incluso puede olerse, sentirse... ¡Tiene el sabor del siglo XX! Más concretamente para muchos, de los años 80 y 90 (para mí de ambas décadas, siendo más concreto). Si hacemos caso a la RAE (Real Academia Española), un tebeo es una publicación infantil o juvenil cuyo asunto se desarrolla en series de dibujos. La segunda definición es todavía más acertada, y nos dice que un tebeo es una serie de aventuras contada en forma de historietas gráficas. Lo que vendría a ser un cómic, ¿verdad? Sí, pero no. Y es que en España, sobre todo y especialmente en nuestro país, siempre hemos llamado tebeos a los cómics, y más cuando hablamos de ciertas publicaciones muy concretas, títulos con los que muchos de nosotros, los que ahora peinamos canas y nos la damos de expertos comiqueros, hemos crecido, como si hubieran formado parte de nuestra educación, pero sin el "como si".
Sin ir más lejos, en alguna que otra reseña comiquera, en esta misma web, he confesado que mis comienzos en el mundo de las viñetas se dieron con los tebeos. Poco después llegaron obras como "Dragon Ball" (manga) y los consabidos Spiderman, Punisher, Daredevil, Batman, Veneno (Venom), X-Men, Hulk, Spawn, los Cuatro Fantásticos y demás (cómics), pero quienes primero llegaron a mi vida, para mostrarme un vasto universo de maravillosas y cotidianas aventuras, fueron personajes como Mortadelo y Filemón (inseparables), Pafman, Superlópez, el botones Sacarino, Pepe Gotera y Otilio (también inseparables), Anacleto, Rompetechos, las hermanas Gilda... Antes de que mi imaginación explotara con las historias de Akira Toriyama, Stan Lee, Alan Moore, Garth Ennis, Frank Miller, Chris Claremont, Neil Gaiman y Todd McFarlane, entre muchos otros, ya lo hacía con el fantástico sentido del humor y la genial inventiva de Francisco Ibáñez, Jan, Vázquez, Joaquín Cera y, por supuesto, Escobar, José (Josep) Escobar, para ser más exacto. Os preguntaréis algunos quién fue este señor. Pues nada más y nada menos que el creador de Carpanta, popular personaje cuyo aspecto imita al de un vagabundo (lo de imitar es bastante amable, ya que prácticamente lo es en la mayoría de sus aventuras), aunque su hambre, su apetito, es su principal característica. ¡Ah, sí! Escobar también fue el creador de unos hermanos bastante pillos que quizás os suenen: Zipi y Zape.
Admito que mis personajes favoritos de los tebeos españoles siempre han sido Mortadelo y Filemón. No soy el único que los tiene en lo más alto de su lista personal, pues la fama de esta pareja ha traspasado fronteras, dejando a nuestros hermanos Zipi y Zape, uno rubio y otro moreno, uno moreno y otro rubio (a ver si adivináis quién es quién), en un segundo puesto, a pesar de que fueron creados mucho antes, poseyendo ellos ese primer puesto durante bastantes años, siendo también creados por un autor adscrito a lo que se ha llegado a conocer como la escuela Bruguera. Zipi y Zape, personajes muy de su época, que apenas han cambiado después de décadas e incluso alguna que otra revitalización, son unos gemelos que cometen todo tipo de gamberradas, trayendo de cabeza a su padre, don Pantuflo Zapatilla (atentos al juego de palabras, también muy de las historietas de aquellos años), y a su madre, doña Jaimita, sin olvidar al resto de personajes que los rodean. No es de extrañar sus nombres, pues un zipizape está considerado como un alboroto, como una riña ruidosa o con golpes (buscadlo, porque es real). En realidad, ambos tienen buen corazón, y muchos de los líos en los que se meten están relacionados con llevar a cabo una buena obra que no siempre sale bien y que, a menudo, los conduce al cuarto de los ratones, la habitación de su casa en la que Pantuflo los suele meter como castigo.
Todas esas características de las aventuras de Zipi y Zape no faltan en "Busque, corra y cobre", donde tenemos una historia que va a más allá de las primeras tiras cómicas que protagonizaban. Estamos ante un tomo con un argumento fijo y continuista, que se desvía poco de la trama principal, en la que los hermanos se embarcan en la incesante búsqueda de todo lo que solicitan en un programa de televisión en el que se reparten premios inimaginables. De este modo, cada nueva odisea que plantea el programa se convierte en una nueva para los gemelos y para nosotros, los lectores, dando lugar a un tebeo repleto de nostalgia que nos devolverá a nuestra infancia, en muchos casos, y a tiempos donde hombres araña y caballeros oscuros no eran los protagonistas de las viñetas que leíamos y releíamos hasta desgastarlas, en otros, o incluso en ambos. Además, da igual que nunca hayáis leído algo de Zipi y Zape, porque "Busque, corra y cobre" es una obra perfecta para comenzar y, a partir de ella, quedar enganchado a las correrías de los gamberros más famosos de la literatura comiquera española. Ayuda la fantástica edición de Penguin, de auténtico lujo con su tapa dura y una remasterización interior que no devalúa el trabajo original. Una oportunidad perfecta para hacerse conocer a Zipi y Zape o pasar un buen rato con ese par de amigos de la infancia que nunca se han ido del todo.
Qué recuerdos me trae esto!!!! Un abrazo
ResponderEliminar¡Hola! Ay, qué recuerdos de mi infancia. Un saludo :)
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