La pasión, la sangre y los cuentos de Edgar Allan Poe envuelven la vida de Eleonora, convirtiéndola en la creadora de los asesinatos más bellos y macabros, arrastrándola al placer más puro. Hasta que él aparece en su historia.

Ese joven del metro con el que coincide cada mañana parece diferente, con una oscuridad tan parecida a la suya que hace que le desee tanto como a sus cuentos.

Lo que Eleonora no sospecha es que esos encuentros son vigilados atentamente por un misterioso cuervo que cambiará su mundo.

Nada de lo que conoce volverá a ser igual, nunca más.

Es el cuarto libro que leo de la autora, pero, sin embargo, la primera novela adulta, ya que los tres anteriores fueron juveniles. Me gusta la Xandra que he encontrado aquí, la Xandra explícita, tanto para sexo como para el crimen, la Xandra sangrienta, la Xandra cuentacuentos para adultos.

La protagonista, Eleonora, comete crímenes basados en cuentos de Poe, algo que me ha parecido exquisito y original, a la par que cruel, sádico y retorcido. Una delicia. Conoce a un joven en el metro, con el que coincide cada mañana, y, además de parecerle diferente, pronto se da cuenta que, al igual que ella, es un ser de oscuridad. Esta pareja dará mucho juego durante toda la lectura y, si os pasa como a mí y no estáis muy puestos en leyendas vascas, hasta el último capítulo no hilaréis todo lo que pasa ni sabréis qué son realmente cada uno. Para mí ha sido algo desconcertante hasta la última página, ya que no sabía si era yo la que estaba perdida, pero finalmente lo entendí todo y me gustó, siendo sincera.

Lo que más he disfrutado ha sido que la autora no se anda con tonterías. Si tiene que matar, lo hace a lo grande, dejándonos pasajes al más estilo Saw. Eso, para una amante del género como yo, es una auténtica maravilla. Y, por supuesto, también la mezcla de géneros que tiene, pues, además de los crímenes, encontramos una historia de amor sobrenatural, mitología vasca y mucho sexo. 

Un cóctel explosivo, sin duda.