Survival Horror, o cómo jugar con el miedo



ISBN: 978-84-17956-44-8
SURVIVAL HORROR. 50 videojuegos de terror
Autor: Varios autores

Ensayo. Tapa dura. 17×24. Color. 320 páginas.

22,95€


Sinopsis:

SURVIVAL HORROR. 50 videojuegos de terror. Stephen King decía que nos inventamos horrores ficticios para ayudarnos a soportar los reales. Y los videojuegos son un terreno perfecto para crear nuevas pesadillas. Un lienzo en blanco donde somos los protagonistas, enfrentados al abismo de nuestra propia muerte, una y otra vez, cada vez que pulsamos el botón start.


Opinión personal de Tony Jiménez:

El “survival horror” es el género que nos hace sentir más frágiles, más humanos… y que no nos deja conciliar el sueño por la noche. Abrid vuestra imaginación a una macabra procesión de muertos vivientes, espectros, vampiros y otros horrores nacidos de la imaginación de los más grandes desarrolladores.

Horror. Miedo. Pánico. Inquietud. Terror. ¡Qué grandes conceptos! ¡Qué grandes palabras! Música para los oídos de cualquier aficionado al género, uno que ha tocado toda expresión artística desde que el mundo es mundo y, por supuesto, no iba a ignorar a ninguna de las áreas de la cultura popular contemporánea. Literatura, cine, televisión, música, cómics... Ahí tenemos a escritores y escritoras como Bram Stoker, H. P. Lovecraft, Shirley Jackson, Edgar Allan Poe, Stephen King, Clive Barker, Adam Nevill y Anne Rice con obras como "Drácula", "En las montañas de la locura", "La maldición de Hill House", "El gato negro", "Cementerio de animales", "Libros de sangre", "El ritual" y "La voz del diablo"; realizadores como John Carpenter, George A. Romero, Sam Raimi, Wes Craven, James Wan y Scott Derrickson con cintas como "La cosa", "La noche de los muertos vivientes", "Posesión infernal", "Pesadilla en Elm Street", "Expediente Warren: The Conjuring" y "Black Phone"; series para la pequeña pantalla como "Expediente X", "Buffy, cazavampiros", "Sobrenatural", "Hannibal", "American Horror Story", "Channel Zero" y "Ellos; grupos de música como Pennywise, White Zombie, Samhain, Lordi, Kiss, Ice Nine Kills y Slipknot; y, por supuesto, títulos del mundo de las viñetas como "Predicador", "Crimson", "Spawn", "Hellboy", "Locke & Key", "The Walking Dead" y "Crossed", sin olvidar a personajes como Blade, la Cosa del Pantano, el Motorista Fantasma, John Constantine, el Hombre Lobo, el Espectro, Morbius y Deadman, que caminan continuamente por la fina línea entre el terror sobrenatural y el subgénero de superhéroes. Pero ¿y los videojuegos? ¿No hay terror en los videojuegos?

Claro que hay terror en los videojuegos. ¡Y muchísimo! Y, como en las otras áreas mencionadas, también se ha ido dividiendo en distintos subgéneros. En realidad, es curioso lo de este género en los videojuegos, porque aunque pueda parecer extraño para las nueva generaciones, siempre ha ido más allá de los gráficos y las especificaciones técnicas; siempre ha estado ahí. Podría decirse que "Haunted House", lanzado por Atari en 1982, fue el primer videojuego de terror. ¡En los 80! No demasiado después apareció el famoso "Sweet Home", de Capcom para Nintendo, el título que serviría de base para "Resident Evil", que igual os suena de algo. Los 80, los 90, principios del presente siglo, los 10, los actuales 20... De diferentes formas, tamaños y colores, el terror gamer ha sido tan popular que podría decirse que es uno de los géneros más atractivos para los consoleros y peceros. En los 90, podría decirse que "Alone in the Dark", "Resident Evil" y "Silent Hill" lo cambiaron todo, curiosamente, tres obras que beben tanto del cine como de la literatura de terror; igual podría afirmarse de otras más modernas como "Dead Space", "Alan Wake" y "The Evil Within", sin olvidar los títulos de Supermassive, que hacen real eso de considerar los videojuegos como la unión perfecta entre el cine y la literatura, ya que están más cerca de ser novelas interactivas que de los juegos habituales a los que estamos acostumbrados. Y aquí podemos volver a lo que decía antes, porque el terror gamer se divide en no pocos subgéneros, sino uno de ellos el protagonista del presente libro, un subgénero al que da nombre: el survival horror.

Y es que aunque todos los videojuegos de survival horror son de terror, no todos los videojuegos de terror son survival horror. Por poner un ejemplo rápido, ahí tenemos la saga "Doom", que tiene mucho de elementos de terror (esos sonidos de fondo, nuestros enemigos, ciertas partes de la historia sobre todo en las últimas entregas), pero no es una saga de survival horror como "Resident Evil", "Dead Space" o "Silent Hill" (quizás el título que mejor sirva de ejemplo para explicar lo que es el survival horror). En realidad, si nos fijamos bien, el único "Doom" que de verdad se acercaría al concepto de survival horror sería "Doom 3", el que, precisamente, más se alejaba de las características tradicionales de la saga. ¿Más ejemplos? La trilogía (o saga, según se mire) "FEAR" tiene toneladas de terror, en especial de terror japonés (te miro a ti, Alma), pero, aun así, no es un survival horror. ¿Y la saga "Devil May Cry"? ¿La otra gran saga de terror de Capcom? Tampoco es un survival. ¿Por? Sin querer ahondar demasiado en el tema (y enseguida explico la razón, más allá del espacio limitado de esta publicación; es una entrada en una web, no un ensayo, guiño, guiño), un survival horror nos mete de lleno en un videojuego donde debemos sobrevivir al horror (traducción literal) que nos rodea, aunque siempre en inferioridad de condiciones. Los recursos son finitos y debemos utilizarlos con inteligencia, en muchas ocasiones nos encontramos con puzles a los que debemos hacer frente al avanzar, aunque demos con armas cada vez más grandes los enemigos las superarán, tenemos ciertas limitaciones y, a veces, ni siquiera tendremos con qué defendernos, teniendo que buscar el escondite idóneo por el escenario o, directamente, salir corriendo, rezando para despistas a la pesadilla que nos persigue antes de que nos atrape.

Sin embargo, para que podáis entender de la mejor de las formas lo que es el survival horror, Dolmen ha lanzado "Suvival Horror: 50 videojuegos de terror", nada más y nada menos que un ensayo en el que no sólo ahonda en este maravilloso subgénero, sino también en algunos de los títulos más representativos del mismo. Exacto, ya lo dice el subtítulo del libro: "50 videojuegos de terror". Y ahí están. Los cincuenta. Evidentemente, en el universo gamer hay muchísimos más videojuegos de survival horror, en especial, si contamos todos los que van teniendo su origen, en los últimos años, en la escena independiente, que tantas alegrías nos está dando al respecto, por cierto. Pero la editorial y el coordinador del volumen, David Martínez, han sido muy inteligentes al respecto. ¿Por qué montar una especie de enciclopedia de varios tomos sobre el survival horror? En vez de eso, y mediante otros escritores, han formado una obra en la que vemos la evolución del subgénero desde sus inicios, lo que nos traslada por algunos de los juegos más populares y por otros más desconocidos e incluso alguno que otro bastante antiguo. Por ejemplo, a pesar de que hay menciones al ya indicado "Sweet Home", no tenemos su análisis, pero sí los del primer "Castlevania", el primer "Splatterhouse" (en el que se aprovecha para hablar de la saga al completo) e incluso del videojuego original de... ¡"Viernes 13"! Sí, así comienza el ensayo, tras un fantástico prólogo de Javier Pérez Campos. Toda una declaración de intenciones.

A partir de ahí, todas las entregas de "Alone in the Dark" (vale, alguna se han dejado, pero tampoco vamos a rasgarnos las vestiduras por ello), unas cuantas de "Resident Evil", algunas de "Clock Tower", el querido "Dino Crisis" (Capcom, a ver cuándo te animas con su remake), rarezas como el "Thrill Kill", varios "Silent Hill", los dos primeros "Outlast" (donde el survival horror se vive a tope), el primer "Dead Space" y algún que otro juego que bordea peligrosamente los límites de este subgénero, como "Left 4 Dead" y "Bloodborne". Como es normal, cuando uno lee el ensayo, lo primero que piensa, sobre todo al echar un vistazo a la lista de los videojuegos que se encuentra en la contraportada, es que faltan títulos. Porque, al fin y al cabo, todos tenemos nuestras listas. Yo he echado de menos videojuegos como "Blood", "The Suffering" y "Nocturne", tres obras gamer de culto, e incluso podrían haber incorporado la trilogía original de "Blair Witch" y alguno más de los que adaptan películas y/o series de terror (creo que estos los han evitado a conciencia). Pero ahí está parte de la gracia del tomo. ¡Todos tenemos nuestros preferidos! ¡Todos tenemos nuestros elegidos a la hora de señalar la evolución del subgénero! Más allá de ese detalle (también el hecho de que la obra no sea de un solo autor hace que haya análisis que redundan en ciertos aspectos, como si se repitieran una y otra vez), hay que reconocer que es un libro imprescindible para los fans más acérrimos del terror en los videojuegos, y más si hablamos del subgénero que le da nombre. Además, la edición de Dolmen es espectacular, con su tapa dura, un precio ajustado y dentro de la colección Dolmen Games, que os recomiendo desde ya. Un "manual" necesario para conocer un el subgénero de terror que más frágiles nos hace sentir. Incluso tras apagar la consola o el ordenador. Ahí seguirá nuestra mente. Dándole vueltas a lo que hemos jugado. Tratando de continuar sobreviviendo al horror.




Tony Jiménez

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