Tomates verdes fritos, o cómo luchan las mujeres

 


ISBN: 978-84-127799-9-8
PVP: 26 €
PÁGINAS: 488 páginas
TAMAÑO: 14x22 cm
ENCUAD: Rústica con solapas

Sinopsis:

Mezcla de tradición y frescura, la conmovedora Tomates verdes fritos trata sobre Evelyn Couch, una mujer de mediana edad que está pasando por una depresión, y la entrañable anciana Ninny Threadgoode. Evelyn vive una existencia gris, acomplejada y totalmente frustrada con todo lo que la rodea. En una visita al asilo donde reside su suegra conoce a la señora Threadgoode, que comienza a contarle historias de un pequeño pueblo llamado Whistle Stop, cuya vida giró un tiempo en torno a un café. De pronto, a Evelyn se le abre una luminosa ventana al pasado por la que entra un soplo de aire fresco. Remontándose a finales de la década de 1920, la anciana describe a Idgie y Ruth, dos espíritus sensibles, alegres y llenos de una admirable energía vital, que saben sobreponerse a las dificultades y saborear el gusto por la vida. La ternura y la solidez se mezclan sabiamente en las palabras de Ninny, que hace de Idgie y Ruth dos auténticas heroínas de la vida cotidiana. Tomates verdes fritos aborda temas como la discriminación de la mujer, el racismo, la homosexualidad femenina, la miseria o el alcoholismo y, a pesar de eso, es una de esas novelas optimistas en las que, como por arte de magia, todo encaja a la perfección. La novela fue llevada al cine en 1991.



Opinión personal de Santy Portela:

Hola y bienvenidos de nuevo a Chica Sombra. 

Me alegra mucho volver por aquí, y más aún teniendo en cuenta que vengo a hablar de una novela que me ha encantado. Se trata de Tomates verdes fritos, una nueva colaboración con Capitán Swing, a las que agradezco de corazón que siempre estén dispuestas a contar con nosotras.

Supongo que muchos, en cuanto nos dicen Tomates verdes fritos, nos retrotraemos a la película de los años noventa protagonizada por la maravillosa Kathy Bates. Y es que marcó todo una época dicha película. Por eso me ha sido del todo imposible, mientras leía la novela, no imaginarme a las actrices en la acción del libro. Así que me tendréis que disculpar si hago muchas comparaciones con la película, que, además, la volví a ver hace unas semanas, antes de que Capitán Swing me mandara el libro. Casualidad de casualidades.

Para empezar, tengo que decir que la cantidad de personajes que centra la trama es mucho mayor. Sí, se narran las historias de Evelyn, Nini, Ruth y Idgie; pero también la de otros muchos personajes que, a los que recordamos la película con cariño, nos eran casi desconocidos del todo, como pueden ser Smokie, Artie, Big George o Eva.
La novela avanza a saltos. Pasamos de la vida de Nini en la residencia y las historias que cuenta a Evelyn de sus recuerdos a las vidas de Idgi y Ruth, tanto en el café de Whistle Stop como en la región. Durante toda la novela, la autora nos hace plenamente conscientes de la realidad de esa pequeña población del sur; de cómo la vida de sus habitantes giraba en torno a los trenes, de la supervivencia de la población afroamericana, de los trabajadores temporeros y, obviamente, de la relación de Ruth con Idgi.

Eso es uno de los puntos más tiernos y hermosos, a la par que valientes, de la novela. No podía dejar de pensar, mientras leía, que me tenía que poner en la situación de ellas: años veinte y treinta, plena depresión, racismo, machismo, homofobia; y ellas luchan contra todo, no solo para defender su relación, que es vista más como amistad y socias de un negocio por parte de sus vecinos y vecinas, sino para luchar por lo que creen: el racismo sistémico.
Ellas se ven amenazadas por la triple K porque no quieren que sirvan en el café a los afroamericanos, y no les podría importar menos. Para ellas son personas que si quieren comer allí lo harán.
Luego está la historia de Evelyn. En la novela, te das cuenta de la complejidad de su personaje, de las profundas capas que lo conforman, de la crisis existencial que está atravesando; y eso es algo que en la película está, pero no descrito con tanto detalle.

Tomates verdes fritos es una historia de superación, de lucha contra lo establecido, de amistad y de amor; con sus tintes amargos y duros, con su humor ocasional, con sus momentos algo incomprensibles, que los hay con tanto salto temporal; y, sobre todo, para mí es la historia de cuatro mujeres que no se dieron por vencidas.

Hasta aquí hemos llegado. No os puedo sino recomendar que leáis está preciosa historia que Capitán Swing nos ha regalado. Y también que, después de leerla, os veáis la película y disfrutéis del pack completo.

Nos vemos.





Chica Sombra

3 comentarios:

  1. He visto tantas veces la peli que nunca me había planteado leer el libro. Ahora me dejas con ganas.
    Besotes!!!

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  2. Muy buena reseña querido Santy, yo no he leído el libro pero si vi la película y me gustó mucho. Abrazos.

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