Y vamos con otra de las gratas sorpresas de Sitges 2022. No conocía el trabajo de Tereza Nvotová, directora eslovaca, y la verdad es que ‘Nightsiren’ ha hecho que anote su nombre en la lista de directoras a seguir, espero que su película consiga financiación y podamos verla en ediciones futuras. 

Breve inciso para hablar del buen hacer de las directoras en este festival. Ya he hablado de algunos proyectos dirigidos por mujeres en este especial, Vanessa Winters fue la co-directora de ‘Deadstream’ y se llevó el premio del público Panorama Fantàstic. También hablé de ‘Leonor will never die’ de Martika Ramirez Escobar, que se llevó (atención) el premio a la mejor dirección en la categoría Noves Visions. 

¿Queréis más? Pues llegamos a la buena de Tereza y esta ‘Nightsiren’, que se llevó otro premio. Nada más y nada menos que el Mèlies D’Argent a la mejor película de género fantástico. ¿Cómo os quedáis? 

¿Y qué nos ofrece? Una película de brujas de cocción lenta en la que se juega con la relevancia que tiene la gente en la concepción y opinión sobre una persona y cómo esto afecta a su vida. 

La llegada de Charlotte afecta a la vida en un pequeño pueblo. Su presencia y ciertos sucesos hacen que vuelvan a resurgir viejas leyendas que la relacionan con una familia de brujas. ‘Nightsiren’ no es ajena al tema principal que suele girar en torno a las películas de quema de brujas, esto es el miedo que provoca el empoderamiento femenino. Resulta refrescante la manera que tiene la película de hablar del patriarcado, envuelto en una puesta en escena con un gusto exquisito y que resulta ser tan mística y evocadora que distrae al espectador (de manera positiva) de las preguntas que le van surgiendo a medida que va viendo la obra. 

Natalia Germani merece una mención aparte. El viaje al que su personaje se ve forzado supone un reto interpretativo para la actriz eslovaca. Su Charlotte es alguien con un pasado que le atormenta. Que la opinión de la gente a tu alrededor te lleve irremediablemente a ese pasado motiva una serie de conflictos en los que Natalia se desenvuelve maravillosamente. Todo ello aderezado con algunas de las escenas más potentes que he visto en este festival: oníricas y de extraordinaria belleza que casan perfectamente con la terrible historia que Tereza nos está contando.

No esperaba absolutamente nada de esta película, al no conocer a nadie implicado, y ha resultado ser una de las alegrías, algo que refleja el palmarés a la perfección.

Seguimos con Sitges 2022.