Hola y bienvenidos una vez más a Chica Sombra.

Hoy os quería hablar de la última obra que he tenido el placer de poder ir a ver. Se trata de Nocturna, de Inma Garzía y la compañía RöDTeatro.

Empecemos por el principio. ¿Qué es Nocturna? Lo mejor es dejaros la sinopsis por aquí para que os hagáis una idea y luego os contaré mi experiencia e impresiones.

Voy a ser claro desde el principio: Nocturna no es una obra para todo el mundo. Tampoco sé si se puede clasificar como obra. Se trata más bien de un trabajo de introspección a través del cuerpo y la música. Una búsqueda infatigable sin palabras, solo con movimiento continuo.

Con eso ya os comento uno de los puntos más importantes de la obra: no hay diálogos, no hay palabras. Pero tampoco es un proyecto de danza como tal. Es algo inclasificable y eso, personalmente, a mí me encanta; pero entiendo que no a todo el mundo le podría gustar.

En Nocturna avanzamos a ritmo de electrónica por una noche con todas sus fases, desde las más eufóricas y desinhibidas, hasta los últimos estertores donde solo queda preguntarse por qué aguantamos en pie. Y no da un respiro. No hay momento valle o de relajación. No sé si será a propósito, yo diría que sí, pero las intérpretes, y nosotras con ellas, están siempre arriba. Esto me resultó chocante, ya que, por norma, en el teatro se suelen buscar esos momentos de impasse que resalten el contraste. 

Nocturna es un proyecto muy personal de Inma. Ella quiere contar algo, y quiere hacerlo a su manera, con su lenguaje propio, con su estética propia y sus modos propios. Y eso con Nocturna,  su primera obra larga, es lo que es.

Yo siempre he sido firme defensor del riesgo artístico. Creo que las artistas nos movemos por el riesgo, en gran medida. Nos encanta asumirlo, salir de nuestra zona de confort, probar, jugar. El riesgo es parte intrínseca de la creación artística. E Inma Garzía aquí se ha arriesgado de una manera brutal.

Me ha parecido tan chocante el trabajo de las tres actrices, tan demoledor, que casi me ha dejado sin palabras. No paran de bailar, de moverse, de exprimirse. Tenéis que ir a ver Nocturna solo por el placer de verlas a ellas.

Luego está el apartado técnico que, en un proyecto como este, tiene un peso mayúsculo. El espacio escénico se conjuga perfectamente con la música y la iluminación. Sí que es cierto que podría mejorar, pero yo creo que se han adaptado a lo que es la sala lo mejor que han podido. Y también que era el estreno y hay pequeños errores que, con el paso de las funciones, se irán subsanando.

No quiero entreteneros más. Id a ver Nocturna, que tenéis todos los jueves de este mes de diciembre para disfrutarla en la sala Usina (https://www.lausina.es/sala/programacion/6553488eff3965b58256fa0d/1702580400000).

Nos vemos en Chica Sombra.